Cuadernos de Nuestra América/Nueva Época/No. 09 / octubre-diciembre 2023/RNPS: 2529 /ISSN: 2959-9849/101 pp.
Estados Unidos, La Doctrina Monroe y la rivalidad estratégica en una América Latina en disputa
United States. The Monroe Doctrine and strategic rivalry in a Latin America in dispute
MsC. Santiago Espinosa Bejerano
Máster en Historia Contemporánea y Relaciones Internacionales. Licenciado en Derecho. Investigador y Profesor del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI)
e-mail: santiago@cipi.cu
Número ORCID: 0000-0002-9086-1773
Resumen:
En 1980, el general Alton D. Slay, entonces a cargo del Comando de Sistemas de la Fuerza Aérea, advirtió al congreso de su país que la dependencia de las importaciones petroleras no sólo presentaba serios problemas para Estados Unidos, sino también la carencia de al menos 40 minerales “esenciales para una defensa adecuada y una economía fuerte”. Entonces, Alton recordó que la superpotencia importaba más de la mitad de 20 minerales esenciales para preservar su hegemonía.
La dependencia de EEUU es en efecto ascendente. En 1980, EEUU dependía al cien por ciento de cuatro minerales y de 16 más en el orden de un 30 y un 99 %. En 1992, la dependencia era de 8 y 22 minerales respectivamente y, para 2018, de 18 y 30 respectivamente.
Hoy con la carencia de minerales estratégicos como las tierras raras y el Litio, no es raro el comentario de la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, cuando afirmó, con marcado cinismo, América Latina con todos sus ricos recursos y elementos de tierras raras, agua entre otros recursos, posee además el triángulo de litio, que hoy en día es necesario para la tecnología. El 60% del litio del mundo está en el triángulo de litio: Argentina, Bolivia, Chile… Tiene mucho que ver con la seguridad nacional y tenemos que empezar nuestro juego". Esta situación se agudiza con la presencia de otros actores extrarregionales en su otrora “zona de influencia”.
Palabras claves: Dependencia de recursos naturales, minerales estratégicos, Seguridad nacional, actores extra regionales.
Abstract:
In 1980, General Alton D. Slay, then in charge of the Air Force Systems Command, warned his country's congress that dependence on oil imports not only presented serious problems for the United States, but also the lack of at least least 40 minerals "essential for adequate defense and a strong economy." Then Alton remembered that the superpower imported more than half of 20 essential minerals to preserve its hegemony. Dependence on the US is indeed ascending. In 1980, the US depended one hundred percent on four minerals and on 16 more in the order of 30 and 99%. In 1992, the dependency was 8 and 22 minerals respectively and, by 2018, 18 and 30 respectively. Today with the lack of strategic minerals such as rare earths and Lithium, the comment of the head of the Southern Command, Laura Richardson, is not uncommon, when I affirm, with marked cynicism, Latin America with all its rich resources and rare earth elements, water among other resources, it also has the lithium triangle, which today is necessary for technology. 60% of the world's lithium is in the lithium triangle: Argentina, Bolivia, Chile... It has a lot to do with national security and we have to start our game." This situation worsens with the presence of other extra-regional actors in its former "Influence zone".
Keywords: Dependency on natural resources, strategic minerals, national security, extra-regional actors.
Introducción
La lucha por acceder libremente a los recursos naturales no es algo solamente de la época moderna. En otras etapas históricas, potencias coloniales como España y Portugal se disputaban el control sobre las especias, mientras Inglaterra mantenía el control sobre el algodón, motivada por una creciente e imparable industria textil y así, de manera gradual, se fueron incorporando recursos codiciados como el caucho, el carbón, el hierro, petróleo, colorantes, café, cacao y otros minerales metálicos y no metálicos que engrosaron, de manera particular la lista de materias primas codiciadas por las antiguas metrópolis en los siglos XVIII y XIX.
Durante esa azarosa época de conquistas cada potencia intentó afianzarse en diversas zonas de interés que le permitían acceder a los recursos más preciados del momento en las disputadas áreas asiáticas, africanas etc.
El 2 de diciembre de 1823 el presidente James Monroe, en su mensaje ante el Congreso de los EEUU, proclamó una estrategia que constituyó el eje fundamental de su política exterior hacia la región de América Latina y el Caribe (AL y C)1 otorgándole al área la primera Doctrina de política exterior del mundo2 al establecer de manera tácita dos ideas, Europa no debía inmiscuirse en los asuntos de América y que Washington se reservaba el derecho de extender sus dominios sobre toda el área de las Américas. La anexión del extenso territorio de Texas y años después la compra del área de Alaska junto al gradual incremento de su marina de Guerra.
Todos esos factores favorecieron, entre otras cosas, que EEUU sea reconocida como una potencia de alcance global, cuando junio de 1898 17 mil efectivos de su Quinto Cuerpo de Ejército se desplegaron en Cuba3 durante el primer conflicto armado internacional de corte imperialista. Las expediciones a Cuba, Puerto Rico y Filipinas en ese contexto y el sostenimiento de tropas en el exterior, desde entonces, formaron parte inseparable del paradigma de lo que hoy se conoce como proyección de la fuerza militar.
Para lograr sus objetivos EEUU ha aplicado diversos métodos entre los que se destacan, el establecimiento de bases militares, la intervención militar, golpes de estados, ejercicios y maniobras militares, por solo citar algunos, en coordinación con las embajadas, los servicios de espionaje (CIA) e instituciones como la USAID y la NED. Este complicado sistema de penetración, desinformación y ocupación territorial es la expresión concentrada de la “militarización de toda la zona, lo cual ha adquirido otros matices al intentar la “denegación de acceso” a diversos actores internacionales (China, Rusia, Irán…etc.) en lo que considera su principal perímetro de seguridad y zona de influencia.
Su implementación arrogante, excluyente y usurpadora ha estado dirigida, a garantizar, el acceso, sin obstáculos, a la extensa, diversa y rica región de América Latina y el Caribe para dilapidar y saquear los preciados recursos naturales (RRNN) para beneficio de su industria imperial.
La militarización de toda la región es el plan.
América Latina siempre ha ocupado un lugar especial en el desarrollo gradual del imperialismo generado desde Washington. Fue el primer territorio de expansión yanqui y estuvo, y es, considerado por las elites del norte como una posesión innegociable. La egoísta, arbitraria, expansionista y hegemónica Doctrina Monroe, estuvo dirigida desde sus inicios a limitar la presencia europea y buscó posteriormente asegurar la primacía estadounidense. La despectiva denominación “Patio Trasero” ilustra con creces esta humillante estrategia de sujeción.
Por su ubicación geográfica, América Latina y el Caribe representan la principal zona de seguridad para Estados Unidos, razón por la cual su concepción de hegemonía hemisférica, traducción moderna de la Doctrina Monroe (“América para los (norte)americanos) que establece acceder sin obstáculos, a las enormes riquezas de la extensa región, y a su vez obstaculizar el acceso, a otras potencias rivales, que interactúan en su zona de seguridad inmediata”. Realmente para lograr algo tan ambicioso, la militarización, a través de disimiles formas, es la respuesta.
Las riquezas naturales constituyen un campo internacional de disputa, que el gigante del Norte no quiere compartir con sus rivales, cualquiera que sea, obstaculiza el acceso a China a una zona muy alejada de su radio de acción asiática y observa con recelo las actividades rusas y de otros países en su principal área de influencia. Aunque en ocasiones se observan cínicas y pensadas contradicciones como la expresada por el ex secretario de Estado John Kerry (2013-2017) cuando denominó, en una intervención ante el Congreso de su país, a la región de América Latina y el Caribe (ALyC) como “patio trasero” edulcorando sus palabras con frases como “considerarnos todos iguales”, “compartir responsabilidades”, o “cooperar en cuestiones de seguridad…” Y meses después el propio Kerry anunciaría, sin tapujos, que "La era de la Doctrina Monroe ha terminado” (Keith, 2013).
Mas reciente en el tiempo están las declaraciones públicas de la general Laura Richardson, jefa del Comandando Sur cuando alertó sobre lo que consideró …” fuerte avance de países como China y Rusia en los ámbitos económicos, diplomáticos, tecnológicos y de la información militar, que constituyen un gran desafío a la seguridad de los EEUU” (Trelles, 2022), y aún más fresca está la entrevista que concediera a un influyente tanque pensante (Atlantic Council) expresaba, sin reservas, las razones de la importancia de América Latina para Washington cuando señaló “…Con todos sus ricos recursos y elementos de tierras raras, tienes el triángulo de litio, que hoy en día es necesario para la tecnología. El 60% del litio del mundo está en el triángulo de litio: Argentina, Bolivia, Chile… las reservas de petróleo más grandes”, incluidas las de “crudo ligero y dulce descubierto frente a Guyana… los recursos de Venezuela también, con petróleo, cobre, oro, además la importancia del Amazonas, “los pulmones del mundo”… tenemos el 31% del agua dulce del mundo, Tiene mucho que ver con la seguridad nacional y tenemos que empezar nuestro juego”. (Laura J. Richardson, 2023).
Declaraciones dignas de ser tomadas en cuenta a partir de la creciente presencia e influencia diplomática y económica de China y el retorno geoestratégico de Rusia a América Latina y el Caribe luego del distanciamiento posterior al fin de la Guerra Fría y la implosión de la URSS. Es imperativo para Washington diversificar todas sus medidas dirigidas a entorpecer y denegar el acceso a los recursos naturales de la zona en cuestión.
Para la región está destinado el Comando Sur4 que” generosamente” es responsable de una extensa zona que abarca más de 30 países del área de Sudamérica y el Caribe, menos 12 estados asociados a EE.UU. y dependientes de países europeos, Francia, Holanda y el Reino Unido de Gran Bretaña, por coincidencia, miembros de la OTAN que en su nuevo concepto estratégico belicista vislumbra su alcance global. Evidentemente los Estados Unidos de América (EE.UU.) tienen diseñada una compleja estrategia, que le facilita el fortalecimiento de alianzas e implementar y fortalecer mecanismos o reajustes ante la presencia desafiante en su área de “influencia natural de actores extra regionales, la República Popular China con marcado interés económico y en menor medida la Federación de Rusia, en la esfera de seguridad.
El verdadero interés de la potencia hegemónica con su indeseada presencia militar responde a varias causas: la progresiva autonomía de América del Sur, las enormes riquezas en recursos naturales de valor estratégico y deficitarios para la industria imperial y la creciente actividad de actores extra regionales5.
En la última estrategia de Seguridad Nacional6 (2022) hay un elemento, que resulta de sumo interés para la región vinculado al lugar privilegiado que le otorgan al hemisferio occidental al menos de manera explícita al declarar que “Ninguna región impacta a los Estados Unidos más directamente que el hemisferio occidental, de cuya estabilidad democrática e institucional este país obtiene beneficios económicos y de seguridad.... Juntos –continúa el documento– apoyaremos una gobernabilidad democrática efectiva y protegeremos a la región contra la interferencia o la coerción externas, incluso de la República Popular China, Rusia o Irán al paso que apoyaremos la autodeterminación democrática de los pueblos de Venezuela, Cuba, Nicaragua y cualquier país donde se suprima la voluntad popular”7.
El Comando Sur había lanzado una estrategia previa para la década 2008-2018, llamada “Estrategia del Comando Sur de los Estados Unidos 2018. Amistad y Cooperación por las Américas” (US Southern Command Strategy 2018. Partnership for the America) en la que sin perder oportunidad y ante la sed insaciable de petróleo y gas señalaba ”América Latina se convierte en un líder mundial de energía con sus enormes reservas de petróleo y producción y suministros de gas y petróleo. Debemos trabajar juntos para garantizar que estos recursos energéticos y la infraestructura que los respaldan permitan la prosperidad regional”, argumentaba entonces este documento oficial.
No debe asombrarnos entonces, que la desafiante jefa del Comando Sur la General Laura Richardson se refiriera con marcado sarcasmo a la región como “nuestro vecindario” al presentar, ante el Comité de Servicios Armados del Congreso, “Postura del Comando Sur 2022” y alertara sobre la creciente presencia y el avance de Rusia y especialmente China. No cabe dudas que, además de la presencia de estos actores internacionales en su área de influencia histórica, les preocupa la competencia por el acceso a los recursos naturales imprescindibles para mantener la supremacía tecnológica.
El investigador Rodrigo Yedra llamaba la atención en su ponencia a la X Conferencia de Estudios Americanos acerca de los pasos emprendidos desde hace unos años por parte de Estados Unidos para lograr un reposicionamiento político—militar en la región a partir de la creciente importancia de su dotación de recursos naturales y de la entrada de nuevos actores que pretenden acceder a ellos.8
Ante estos nuevos escenarios que evidencian que la región, como sostienen diversos especialistas, está siendo disputada, el pentágono y los halcones de la Casa Blanca han rediseñado un agresivo cambio de enfoque bajo el cual intentan justificar una mayor militarización de América Latina, acorde a los dictámenes de la Estrategia de Seguridad Nacional y de Defensa Nacional lanzadas por la Administración Trump en 2018 y la nueva estrategia (2017-2027 THEATER STRATEGY).
En esta versión más atemperada a los desafíos actuales en términos geoestratégicos, y como parte de un corolario que otorga razón de ser a un ciclo de mayor militarización estadounidense, el Comando Sur coloca su foco sobre un conjunto de "amenazas" que van desde "redes transnacionales" dedicadas al narcotráfico y al contrabando, la penetración del "terrorismo de origen islámico" (haciendo referencia a Daesh y Hezbolá), la creciente presencia de Rusia, China e Irán y los desastres naturales y crisis humanitarias que potencian los flujos migratorios ilegales hacia EEUU.
De esta manera intentan describir una zona inestable, donde impera el caos y donde grupos irregulares modelan el comercio ilícito de drogas y armas y son latentes las "amenazas terroristas" y las disputas internacionales por los recursos naturales. O lo que es igual al reforzamiento del complejo industrial-militar-energético estableciéndose o complementándose a bases militares en América Latina, ubicadas alrededor de los campos petroleros, las cuencas hidrográficas, los acuíferos subterráneos y zonas de biodiversidad entre otras.
Estados Unidos y los Bienes globales Comunes. EEUU y su dependencia de recursos naturales críticos, abundantes en América Latina.
La creciente importancia geoeconómica y geopolítica de los recursos naturales estratégicos y el actual contexto internacional caracterizado por una decidida inclinación de la correlación de fuerzas internacionales a favor de las potencias imperialistas, ha contribuido, entre otros factores, al impulso por éstas de algunas peligrosas modificaciones en el campo del Derecho Internacional. Una de las más destacadas y de suma importancia para el tema que nos ocupa, es la relativa a los intentos de sustitución del principio de la soberanía nacional por el de la soberanía limitada.
La promoción de la noción de soberanía limitada se trata de legitimar a partir de la existencia de una serie de importantes problemas globales que trascienden las fronteras y que requerirían una reconsideración del alcance de la soberanía estatal, ya que se plantea que, a veces, la actuación o no actuación de los Estados podría ir en contra del bien público.
Una expresión de los intentos de aplicar el principio de la soberanía limitada en el campo de los recursos naturales es el de la presentación de que grupos de países, orga-nismos internacionales o combinaciones de ambos, sean los que administren determinadas regiones del mundo en las que se concentran importantes recursos naturales, despojando así al (o a los) país(es) en los cuales estos recursos se encuentran geográficamente ubicados.
El caso más conocido de estas pretensiones es el de la conversión de la Amazonía en una zona internacionalmente administrada debido a su riqueza en recursos de la biosfera.
Sobre el tema en cuestión el notable investigador Enrique Martínez,9 nos alertaba sobre la pretensión de Washington al señalar “Durante los últimos años, el término “Global Commons” o “Bienes Comunes Globales”, se ha hecho popular a nivel internacional, debido entre otras cosas por la sospechosa insistencia de los principales representantes de la cúpula, que gobierna el Imperialismo Internacional, en referirse a los mismos y en la necesidad de preservarlos, cuestiones relacionadas con el ADN de la especie humana o de otras especies; los recursos hídricos, las tierras fértiles, y otros más, pueden entrar dentro de las consideraciones de “bienes comunes” para todos los habitantes del planeta, y no sería admisible que se conviertan en propiedades de países o corporaciones, como ya se ha intentado, incluso tratando de patentarla; Esto tiene una doble lectura Si bien, por un lado, la defensa de esta condición “común” de tales bienes puede ser indispensable para la supervivencia humana, también cabe la posibilidad que la defensa de tal “bien común” se convierta en un pretexto por parte de grandes intereses para apropiarse de algunos de ellos, o para despojar a los más débiles de su soberanía sobre determinadas regiones o recursos, supuestamente para preservar el derecho de “todos” a su disfrute; Por solo poner un ejemplo, los grandes recursos hídricos del Acuífero Guaraní pueden ser objeto del interés de las grandes potencias, en particular de EE.UU., que pudiera, asumiendo por cuenta propia el papel de garante de los derechos de toda la humanidad (como generalmente asume en sus documentos doctrinarios), tratar de apropiarse de este en su beneficio”. (Martinez Diaz, 2021).
Al leer estas pretensiones del imperio norteño es evidente que se avecinan conflictos por el control de los recursos naturales, estratégicos en algunos casos, escenario en el cual las grandes reservas de agua, petróleo, recursos minerales y alimenticios podrían ser codiciados por una o más potencias extra regionales y observando que las armas de los más débiles, el Derecho Internacional y las Organizaciones Internacionales, son violadas constantemente por los más poderosos.
Existen estudios serios, a nivel internacional, que demuestran la variedad de recursos que posee nuestra área geográfica donde se aprecia la existencia de un 60 por ciento del total mundial de la biodiversidad concentrado en la Amazonia. Los botánicos estiman que hay más de 125 mil plantas y una diversidad faunística integrada por varios millones de animales. El bosque amazónico ayuda a regular la temperatura del planeta consumiendo bióxido de carbono y produciendo oxígeno.
Aquí están más del 50 por ciento de los bosques tropicales del mundo, además de una quinta parte del total de agua dulce con que cuenta el planeta y que presenta signos de agotamiento. En la actualidad, estudios científicos demuestran que unas 3.000 plantas resultan esenciales para la obtención de medicamentos, pesticidas, colorantes, fibras, aceites, maderas, alimentos.10.
La selva de la Amazonía, que atraviesa el territorio de ocho naciones de la región suramericana, está en la mira del Gobierno estadounidense, es evidente y, así aparece reflejado en diversos documentos de relacionados a la seguridad nacional, que la región amazónica se ha convertido en un activo estratégico para Washington.
En julio del año en curso, 2023, representantes del Departamento de Defensa de EE.UU. y del Ejercito de Brasil (en especial el Comando norte) acordaron de manera inédita y por primera vez efectuar el un ejercicio militar en la selva Amazónica con el objetivo de concretar acciones para “salvaguardar” el preciado pulmón del planeta, así lo hizo con Colombia, y es público, el despliegue de tropas en Perú con el mismo propósito
La maniobra, con despliegue militar, se denominará CORE 23 (Combined Operation and Rotation Exercise)11 y se efectuará entre los meses de octubre y noviembre del 2023.12
Es un hecho concebir los bienes comunes globales en clave geopolítica en su oscura proyección de geopolítica ambiental.
El concejal de Bogotá Manuel Sarmiento, en entrevista con Rusia Today, declaro de manera directa… ”concebir a la Amazonía como un 'bien común' de toda la humanidad sirve de coartada para que EE.UU. intervenga de forma directa en la toma de decisiones más allá de sus fronteras, relegando a un segundo plano a los Gobiernos nacionales”13
EEUU y su dependencia de recursos naturales críticos, abundantes en América Latina. y el Caribe
Los minerales, por su importancia para el desarrollo industrial, han estado en la esfera de atención de la humanidad desde el tiempo de la colonia y aún hoy en día son protagonistas de numerosos conflictos por su explotación.
Los tiempos en que Estados Unidos hallaba en su propio subsuelo los recursos de los cuales se abastecía su industria constituyen un recuerdo del pasado lejano. Una explotación irracional y un enorme despilfarro han reducido sensiblemente las reservas conocidas, pero sobre todo un consumo siempre creciente es lo que ha obligado a este país a buscar, más allá de sus fronteras, las materias primas que no posee en su territorio en cantidad suficiente o de las que, incluso, carece totalmente. Diversos estudios señalan que no está lejano el día en puedan verse imposibilitados de acceder a fuentes lejanas de aprovisionamiento, por lo que saquea con prioridad los yacimientos extranjeros con el fin de economizar sus reservas nacionales.
Se trata de un hecho que desde la Segunda Guerra Mundial ya era reconocido por William Clayton, entonces subsecretario de Estado de Estados Unidos cuando indicó que “debido al serio desgaste de nuestros recursos naturales durante la guerra, debemos ahora importar muchos minerales y metales […]. Ciertamente hoy somos importadores netos de casi todos los metales y minerales importantes, excepto dos, el carbón y el petróleo. Quién sabe por cuánto tiempo podremos seguir adelante sin importar petróleo”.14
Estados Unidos fue el primer país en establecer una reserva de minerales estratégicos. Después de la Segunda Guerra Mundial se almacenaron y administraron diversos materiales bajo la hipótesis de que los Estados Unidos entrasen en un conflicto bélico de una duración mínima de cinco años, y que ocupase a 10 millones de hombres. A partir de 1958 se cambió esta política, procediéndose a la venta de una parte importante de las reservas, hasta que en octubre de 1976 se establecieron nuevos objetivos, tanto en determinación del número de minerales y metales a almacenar como de las cantidades almacenadas de los mismos.
Saxe Fernández, coordinador del programa “El mundo en el siglo XXI” del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM, revela en su estudio América Latina: ¿reserva estratégica de Estados Unidos? (2009) que en 1980, el general Alton D Slay, entonces a cargo del Comando de Sistemas de la Fuerza Aérea, advirtió al congreso de su país que la dependencia de las importaciones petroleras no sólo representaba serios problemas para Estados Unidos, sino también la carencia de al menos 40 minerales “esenciales para una defensa adecuada y una economía fuerte”. Entonces, Alton recordó que la superpotencia importaba más de la mitad de 20 minerales esenciales para preservar su hegemonía.
Antes de que se hiciera pública esa advertencia sobre su vulnerabilidad en minerales, Estados Unidos había emitido, en 1979, la Ley de Almacenamiento, que logró almacenar reservas de ciertos materiales estratégicos obtenidos de todas las latitudes del planeta. El objetivo era satisfacer las necesidades de defensa de los Estados Unidos durante los tres primeros años de una posible guerra.
A principios del siglo XXI, lo anterior se coloca como una cuestión de preocupación mayor, más cuando se registra un aumento considerable del consumo de dichos materiales por parte de países como China, ya que las necesidades de países metropolitanos son cada vez más abrumadoras.
Por ejemplo, se estima que cada año se requieren alrededor de 11.3 toneladas métricas de minerales no energéticos para satisfacer las necesidades voraces de cada estadounidense.15 No extraña, entonces, que la dependencia de EE.UU. sea en efecto ascendente. En 1980, EE.UU. dependía al cien por ciento de cuatro minerales y de 16 más en el orden de un 30 y un 99 %. En 1992, la dependencia era de 8 y 22 minerales respectivamente y, para 2008, de 18 y 30 respectivamente.
En el 2008, el Pentágono clasificó como estratégicos a los minerales, críticos y esenciales, siendo los primeros los que permiten mantener la hegemonía mundial y regional al tiempo que sus reservas son limitadas o de difícil explotación por resistencias sociales. Los críticos son también de carácter estratégico pero además permiten ventajas en el sector militar; como es el caso del berilio que se utiliza en las cabezas nucleares. Y finalmente, los esenciales son aquellos que dan forma a la economía, como el hierro y el cobre.
Los expertos establecen que son 28 los minerales, considerados como imprescindibles para el funcionamiento de la economía mundial. Aparecen en primer término el cobre, plomo, zinc, estaño, platino y uranio, siguiéndoles rápidamente en la escala de preferencias la plata, las calizas y las tierras raras. Minerales como el coltán, niobio, berilio o molibdeno han ingresado en esta lista debido a los últimos avances tecnológicos.
Tal es el apetito de los Estados Unidos que garantizar el acceso a las fuentes de energía y a los minerales estratégicos constituye un asunto de seguridad nacional por lo tanto la seguridad y soberanía de ese país es inversamente proporcional a la independencia y soberanía de quienes controlan los recursos y espacios que son de su interés.
En el año 2022 El Servicio Geológico de los Estados Unidos publicó una nueva lista de 50 productos minerales críticos para la economía y la seguridad nacional de los Estados Unidos después de una extensa evaluación de múltiples agencias.
Entre ellos señalaremos en la tabla, quizás los más conocidos. Observaran la concentración de muchos de ellos en la región de AL y C o países considerados adversarios.
Dependencia de EU en minerales no energéticos y origen de importaciones (2022) |
||||
Mineral |
% |
Principales países de origen |
Principales usos |
|
1 |
Bauxita Alumina |
100 |
Jamaica (26%), Guinea (16%), Brasil (16%), |
Producción de aluminio, abrasivos, refractarios, químicos. |
2 |
Fluorospato |
100 |
China (58%), México (26%), Sudáfrica (10%), |
En Estados Unidos se usa 85 por procesar aluminio y uranio |
3 |
Grafito natural |
100 |
China (46%), México (24%), Canadá (20%), Brasil (5%) |
fundición, baterías y lubricantes. |
4 |
Niobio |
100 |
Brasil (82%), Canadá (9%), Estonia (2%). |
Útil a la industria del acero bajo y superalea-ciones en la industria aero-espacial |
5 |
Tierras Raras |
100 |
China (87%), Francia (5%), Japón (4%), Rusia (2%) |
Electrónicos, radares, comunicaciones, óptica catálisis, fármacos, refinación de petróleo. |
6 |
Estroncio |
100 |
México (79%), |
Pirotecnia, celdas de combustible de temperatura media y alta, |
7 |
Tantalio |
100 |
Brasil (12%), |
Aceros especiales, capacitadores electrónicos para automóviles, computadoras personales y celulares. |
8 |
Renio |
87 |
Polvo metálico: Chile (85%), |
Aceros especiales, superalea-ciones y revestimientos resistentes a altas temperaturas, |
9 |
Zinc |
73 |
Canadá (50%), Perú (17%), México (15%), Irlanda (3%) |
Baterías, galvanizados, pinturas, metales orgánicos |
10 |
Plata |
60 |
México (50%), Canadá (31%), Perú (13%), Chile (2%) |
joyería, aplicaciones médicas, convertidores catalíticos, celdas solares |
11 |
Litio |
50 |
Chile, Argentina, China |
Transferencia de calor, baterías eléctricas, bombas de calor, tratamiento de la manía y la depresión bipolar y otras psicopatologías; lubricante, síntesis de compuestos orgánicos; naves espaciales y submarinos; construcción aeronáutica; cerámicas y lentes; aplicaciones nucleares. |
12 |
tungsteno |
50 |
China, Canadá, Bolivia, |
Lámparas, hornos eléctricos; industria automotriz; tubos de rayos X; aleaciones, escudos contra la radiación, soldadura, industria militar; fabricación de dardos, joyas, herraduras, cerámicas. |
13 |
Cesio |
Canadá |
usado como patrón de frecuencia de resonancia atómica en la fabricación de relojes atómicos, que juegan un rol vital en el posicionamiento global de satélites, internet y transmisores de teléfonos celulares y sistema de guías de aviones, además de otras aplicaciones como investigación biomédica, detectores infrarrojo, instrumentos de visión nocturna |
|
14 |
Paladio |
45 |
Rusia |
Convertidores catalíticos, joyería, odontología, relojería; tiras reactivas para comprobar los niveles de azúcar en la sangre; aviones, instrumentos quirúrgicos y contactos eléctricos |
Elaboración propia. tomado de https://www.usgs.gov/news/national-news-release/us-geological-survey-releases-2022-list-critical-minerals
Esto ha motivado que diversas personalidades del establishment de la potencia del norte alerten, sobre necesidad de garantizar acceso a fuentes aun fuera de sus fronteras como es el caso de la Subsecretaria del Interior para agua y ciencia que expresó "Los minerales críticos juegan un papel importante en nuestra seguridad nacional, economía, desarrollo de energía renovable e infraestructura…. La recopilación y el análisis de datos del USGS escanean el horizonte en busca de problemas emergentes en cadenas de suministro cruciales, y cada tres años identifica las vulnerabilidades actuales de la nación a posibles interrupciones".16
En el caso que nos ocupa señalaremos algunos aspectos de tres minerales de los cuales dos son considerados críticos y estratégicos por los EEUU, como es el caso del cromo, mineral sumamente esencial para la industria militar y aeroespacial del cual el gigante del norte produce solamente el 8% mundial y consume el 70 % aproximadamente, así como el cobalto que sus mayores concentraciones se encuentran ubicadas en países de AL y C o en el espacio geográfico de sus adversarios estratégicos (Rusia, China)
Cobalto
El cobalto no se encuentra como metal nativo en la Tierra a excepción del que se presenta, en cantidades mínimas, en fases metálicas de los meteoritos. La mayor demanda mundial de cobalto se genera en el sector industrial dedicado a la fabricación de aleaciones, súper aleaciones, carburos cementados y tratamiento de aceros. En cuanto a la localización geográfica de los mayores depósitos mundiales de cobalto, destaca en primer lugar el Cinturón Cuprífero Centroafricano, además otros pises poseen cantidades significativas como Brasil, Canadá, China, Cuba y Rusia
Tungsteno
No se produce, por sí mismo en la naturaleza. Solo está presente en diversos compuestos químicos. Para uso industrial el mineral que más se extrae para producirlo es la Wolframita. El Wolframio es un material estratégico y ha estado en la lista de productos más codiciados desde la segunda guerra mundial. Por ejemplo, el gobierno de Estados Unidos mantiene unas reservas nacionales que están previstas para un periodo de hasta 6 meses junto a otros productos considerados de primera necesidad para su supervivencia.
Este metal es fundamental para entender las sociedades modernas. Sin él no se podrían producir de una forma económica todas las máquinas que nos rodean y las cosas que se pueden producir con ellas. Desde la Segunda Guerra Mundial se usa para blindar la punta de los proyectiles antitanque y en la coraza de los blindados. Alrededor de una veintena de países producen minerales de Wolframio, y solo seis superan las 1000t/año de metal contenido. Entre ellos están tres países latinoamericanos Bolivia, Brasil, Perú y los dos rivales de EE.UU., China y Rusia
Cromo
El Cromo (Cr) es un elemento natural ubicuo que se encuentra en las rocas, plantas, suelos, animales y en los humos y gases volcánicos. Fue identificado por primera vez y aislado como un elemento metálico en 1789 utilizado en las llamadas "superaleaciones", para la fabricación de componentes de los motores de combustión interna. Sudáfrica, que posee el 84% de la reserva mundial y produce el 34%, le provee a Estados Unidos el 59% de su demanda, y el restante 22% procede de Rusia y China.
El apetito de las poderosas industrias dedicadas a la producción, de armamentos, medicinas, electrónica, conservación de alimentos, entre otras ha sido la razón que un recurso natural (RN) haya mutado a recurso estratégico como bienes estratégicos.17 Dicho en otras palabras, la consideración de un recurso natural como estratégico ha variado en dependencia de las condiciones históricas y en ello han incidido las modificaciones que se han presentado en relación con algunas de sus características.
Un ejemplo que valida lo anterior lo vemos en la necesidad que tiene el Complejo Militar Industrial de los EEUU en relación al déficit de “tierras raras”. Tal es así que bajo el título III de la Ley de producción de Defensa el Pentágono anuncio que a “Lynas USA LLC”18 se le otorgo un acuerdo de inversión en tecnología, de más de 30 millones de dólares, que le permitirá establecer capacidades de procesamiento nacional para elementos ligeros de tierras raras (LREE). Los LREE son críticos para numerosas aplicaciones comerciales y de defensa, incluida la refinación de petróleo, aditivos de vidrio e imanes utilizados en motores de transmisión de vehículos eléctricos y municiones guiadas con precisión, gafas de visión nocturna y tecnología de sigilo, por nombrar algunos.
Con esta inversión el Pentágono intenta asegurar una cadena de suministro confiable de tierras raras para la industria de defensa de los Estados Unidos pues se estima que el 85% del suministro mundial de óxido de tierras raras se produce en China, su rival estratégico (ryan-williams, 2021).
Las acciones específicas incluyen el almacenamiento, la implementación de las reglas del Suplemento de Regulaciones de Adquisiciones Federales de Defensa (DFARS) para la transición de las cadenas de suministro de defensa a fuentes no chinas de imanes de elementos de tierras raras, el lanzamiento de estudios de ingeniería con el programa de Análisis y Mantenimiento de Base Industrial centrado en restablecer el procesamiento nacional de elementos pesados de tierras raras, la asociación con la industria para restablecer la producción nacional de imanes de neodimio-hierro-boro y el aprovechamiento de la innovación de las pequeñas empresas.
Evidentemente EEUU se preocupa por los adelantos en ciencia y tecnologías militares que han alcanzado los países a los cuales considera enemigos o rivales estratégicos. En su alocución ante la Directiva de la Heritage Foundation, el entonces Secretario de Defensa Mark Esper expreso "Estados Unidos ha mantenido la superioridad militar durante tanto tiempo que muchos lo dan por sentado. Pero está lejos de estar garantizado"19.
La “lista” de recursos estratégicos ha ido variando con el paso de los años a partir de los cambios en la situación internacional y por los intereses de las grandes potencias. Estas condiciones a las que se le pueden agregar a otras como las oportunidades tecnológicas, los precios relativos, la estructura de la propiedad y el sistema de valores definen que tipo de substancias o procesos naturales son apetecidos, buscados y puestos en valor.
En tiempos más recientes, la nómina de recursos naturales estratégicos se ha visto ampliada por nuevos productos que han accedido a ésta debido a la toma de consciencia por parte tanto de políticos, empresarios, como del público en general, acerca de la importancia vital de éstos. Tal es el caso de los alimentos y el agua. Acerca de la importancia estratégica de los alimentos, Henry Kissinger dijo en una ocasión que si se controla el petróleo se controla a las naciones, pero, si se controlan los alimentos, se controla a la gente.
Un recurso abundante para todos no es un elemento de poder, y por ende tampoco es un factor de conflicto. El problema surge cuando para un país un recurso natural es abundante (en un espacio geográfico determinado) y para otro escaso. Lo geográfico es fundamental para entender la naturaleza del conflicto por el control de un recurso, puesto que será el lugar donde se desarrollará el conflicto y la solución del mismo no admite cambios geográficos.
Resulta interesante la valoración que sobre la distribución del agua revela el investigador mexicano Gian Carlo Delgado. El problema estratégico no es sólo la escasez del agua, sino su distribución y calidad. Por un lado, “hay un alto índice de contaminación, mientras que, por el otro, está comenzando una reubicación espacial de las precipitaciones y, así, del agua dulce.” Mientras el 85% del agua dulce es acaparado por el 12% de la población, América del Sur con el 6% de la población posee el 26% del total de los recursos hídricos mundiales. La relación en los otros continentes es la siguiente:
América del Norte y Central 8% de población tiene el 15% del agua
Asia 60% de población tiene el 36% del agua
Europa 13% de la población tiene el 8% del agua
África 13% de la población tiene el 11% del agua
De acuerdo con estas cifras, el continente asiático es el que tiene la peor relación entre cantidad de población y los recursos de agua disponibles. Sin embargo, la situación de los países desarrollados no es mejor, porque únicamente 5 de los 55 ríos europeos no están contaminados. Por su parte, EE.UU. “soporta la virtual desesperación de ver que sus reservas se acaban y se ven ante un horizonte estéril y seco.” Según la investigadora argentina Elsa Bruzzone, “el 40% de los ríos y los lagos de EE.UU. están contaminados, al igual que acuíferos como el Ogallala, que se extiende por ocho estados desde Dakota del Sur hasta Texas y que en algunas zonas ha disminuido su caudal hasta 30 metros.”20
En el año 2000, en los países en desarrollo hubo por un lado, más de 1.000 millones de personas que no tenían acceso al agua potable y a sistemas de sanidad adecuados. Por el otro lado, alrededor de 4 millones de niños murieron a causa de enfermedades vinculadas por la falta o la calidad del agua. (Jáuregui, 2000).21 En 2003, eran 2.400 millones los que no tenían acceso al agua y a los sistemas de saneamiento y 30.000 morían diariamente por esta causa.
Así, según la UNESCO, “el desajuste entre el aumento de los que necesitan agua y la disminución de la oferta hará que este recurso pase a ser una fuente de conflictos, incluso de guerras, como prevén algunos especialistas”.22 Por su parte, el director general del Programa Ambiental de Naciones Unidas, Klaus Toepfer, sostuvo en enero de 1999 que “todo el mundo sabe que hay un aumento de la población, pero no tenemos el correspondiente incremento del agua para tomar; por lo tanto el resultado, en la dimensión regional, es el conflicto”. Y agregó que “estaba completamente convencido de que surgirán disputas por los recursos naturales, en especial por el agua, su posesión y su uso”.23
Esta afirmación parece confirmarse por la actitud de los Estados Unidos. Ya en 1996, la Estrategia de Seguridad del mencionado país reconoció, entre los riesgos no militares, la existencia de un emergente problema de recursos naturales y asuntos ambientales transnacionales, y declaró la necesidad de abocarse a los problemas ambientales internos e internacionales. Por ello, el presidente William Clinton creó una oficina cuyo objetivo era el análisis de la problemática ecológica y la protección del medio ambiente en el Departamento de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional24. Asimismo, otros gobiernos evidenciaron su preocupación a través de la firma de acuerdos y tratados, que a la fecha suman alrededor de 170 (según el Registro de Acuerdos Internacionales del Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas).
Para colmo y como expresión del más puro intervencionismo bélico el General norteamericano Patrick Hughes, Jefe del órgano central de informaciones de las Fuerzas Armadas, declaró, en abril de 1998, en una conferencia brindada en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (IMT) acerca de las amenazas posibles para los Estados Unidos hasta el 2018, que las Fuerzas Armadas de ese país intervendrían en Brasil en caso de que el uso que haga éste del agua del Amazonas ponga en riesgo el medio ambiente.25 En este escenario, no extraña la advertencia del consejero del Pentágono, Andrew Marshall, sobre la falta de agua potable en el corto plazo y ante la cual Estados Unidos debía prepararse para estar en condiciones de “apropiarse” del líquido, “allí donde estuviese” y cuando “fuese necesario”.26
El conocido Documento Santa Fe IV señala que uno de los principios geoestratégicos era “garantizar que los países del hemisferio no sean hostiles a nuestra preocupaciones de seguridad nacional.” Agregando en otro punto que “EE.UU. debía asegurarse que los recursos naturales del hemisferio estén disponibles para responder a nuestras prioridades nacionales.”
Conclusiones.
Cuando se analiza la geopolítica de los recursos naturales (estratégicos) se debe tener en cuenta la concentración de los mismos en una determinada región del mundo. y en el caso que nos ocupa, América Latina está considerada como una importante región por la cantidad de recursos de valor estratégico y deficitarios para la industria imperial, y por ello está en la mira de la mayoría de las principales potencias mundiales.
Esta percepción geopolítica ha intensificado la competencia por el acceso a recursos vitales: entre los cuales el agua, la biodiversidad y los minerales, entre otros, se encuentran en el vórtice de una geografía de conflictos, matizada por la incidencia de actores extrarregionales (China, Rusia, Irán, UE…) con intereses que se mueven, entre las cuestiones de índole comercial y los planes estratégicos.
El verdadero interés de la potencia hegemónica con su indeseada presencia militar responde a varias causas: la progresiva autonomía de América del Sur, las enormes riquezas en recursos naturales de valor estratégico y deficitarios para la industria imperial y la creciente actividad de actores extra regionales que le disputan el acceso a los recursos de la región.
Son variados los proyectos estratégicos que EE.UU. aplica para de que los países del hemisferio no sean hostiles a sus preocupaciones de seguridad nacional; y que los recursos naturales del hemisferio estén disponibles para responder a sus prioridades nacionales, América Latina, en este contexto es, clara reserva estratégica de EEUU en vísperas de ser crecientemente expoliada. La Cuenca del Caribe, Centroamérica y el Cono Sur han sido igualmente involucrados en la geopolítica estadounidense por la vía del Comando Sur sus bases y emplazamientos militares y otros esquemas como el Plan Colombia (paz Colombia). Canadá y México ya lo están por medio del Comando Norte, y, para el caso de México, también a través de la Iniciativa Mérida. Evidentemente la militarización es la respuesta.
Bibliografía.
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1 Doctrina Monroe
2 La doctrina Wilson para Europa fue elaborada en 1918
3 Véase Charles Shrader, A Century of Power Projection, 1989- 1998. En: Landpower Essay Series, Institute of Land Warfare, AUSA, 1998.
4 Comando Unificado de las Fuerzas Armadas estadounidenses para el área que comprende América del Sur, América Central y el Caribe, Es responsable de proporcionar planificación de contingencia, operaciones, y la cooperación de seguridad para América Central y del Sur, el Caribe. Desde 1997 su cuartel general se halla en el estado de la Florida.
5 A opinión del autor, EEUU es un actor extrarregional en América Latina
6 https://www.state.gov/translations/spanish/ficha-informativa-estrategia-de-%e2%81%a0seguridad-nacional-del-gobierno-biden-harris/
7 Idem.
8 Ver Rodrigo Yedra, La Disputa por los territorios en América Latina, ponencia presentada a la X Conferencia de Estudios Americanos, La Habana, noviembre 16-18 de 2011.
Gabriel de Paula, El control sobre los recursos naturales, la seguridad y el conflicto en la seguridad y el conflicto en los países de América del Sur: El caso del gas natural en Bolivia y el agua potable en la Argentina, www.caei, org.ar
9 Investigador del Centro de Investigaciones de política Internacional, experto en seguridad internacional y las estrategias y documentos doctrinales de las Fuerzas armadas de e EEUU
10 Ver Ximena Zúñiga León/ EEUU y su estrategia de dominación de las Américas, (voltairenet.org) https://www.voltairenet.org/article120419.html EUU y su estrategia de dominación de las Américas
11 Ejercicio Combinado de Operación y Rotación
12 https://www.infodefensa.com/texto-diario/mostrar/4299468/ejercito-estadounidense-prepara-brasileno-operacion-core-23
13 https://actualidad.rt.com/actualidad/472333-militarismo-salvar-selva-eeuu-gendarme-amazonia
14 Gabriel Kolko, The limits of Power, Basic Books, E.U, 1972, p. 13.
15 Committee on Critical Mineral Impacts of the US Economy / Committee on Earth Resources / National Research Council, Minerals, critical minerals and the U. S. Economy, The National Academies, EU, 2008, p. 1.
16 El Servicio Geológico de los Estados Unidos publica la lista de minerales críticos 2022 | Servicio Geológico de los Estados Unidos (usgs.gov) https://www.usgs.gov/news/national-news-release/us-geological-survey-releases-2022-list-critical-minerals
17 Luis Arteaga, Sobre la noción de recurso, www.ub.edu.
18 la mayor compañía de minería y procesamiento de elementos de tierras raras fuera de China
19 Secretario de Defensa dice que la preparación militar de EE.UU. puede disuadir a China y Rusia (dailysignal.com)
20 Pomeraniec, Hinde (2005), “El Acuífero Guaraní: tesoro codiciado en tiempos de sed”, Clarín 25 de septiembre/. http://edant.clarin.com/diario/2005/09/25/elmundo/i-02415.htm
21 Conferencia del Ing. Carlos Jáuregui. Informe del Agua 2000: Argentina, situación y perspectiva. Senado de la Nación, 22 de agosto de 2000/ http://www.bvsde.paho.org/bvsacd/cd08/conflictos.pdf
22 Clarín 11/01/00, p. 22. Se prevé que, mientras la oferta se mantendrá constante o disminuirá, la población continuará incrementándose entre un 2 al 5% en los países subdesarrollados y entre un 1 al 2% en los países desarrollados. Conferencia del Ing. Carlos Jáuregui. Informe del agua 2000: Argentina, situación y perspectiva. Senado de la Nación, 22 de agosto de 2000. Ver también La Nación, 8 de noviembre de 2001. Hacia el 2050 la población mundial llegaría a entre 7900 millones y 10900 millones de personas. Para esa misma fecha, se prevé que “(...) 4200 millones de personas (más del 45% del total mundial) estarán viviendo en países que no pueden proporcionar la cuota diaria de 50 litros de agua por persona para satisfacer las necesidades básicas.
23 En la revista Sociedad Americana de Química. Reproducido por Clarín 11/01/00, p.23.
24 El Acuífero Guaraní será codiciado por las grandes potencias/ http://www.regionnortegrande.com.ar/?noticia=12550
25 Tiempos del Mundo, 23 de abril de 1998, p. B17/ ttp://www.elmundo.es/1998/04/23/indice.html
26 Townsend, Mark y Harris, Paul. “Now the Pentagon tells Bush: climate change will destroy us.” The Guardian. 22 de febrero de 2004. / http://www.guardian.co.uk/environment/2004/feb/22/usnews.theobserver