Cuadernos de Nuestra América/Nueva Época/No. 011 / abril-junio 2024/
RNPS: 2529 /ISSN: 2959-9849/97 pp.
Aportes político-militares de la Revolución Bolivariana
Political-military contributions of the Bolivarian Revolution
Fecha de recepción: marzo 2024
Fecha de aceptación: abril 2024
Ms. C. Elio Perera Pena
Investigador Agregado del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI). Profesor Auxiliar adjunto al Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI) “Raúl Roa García”. Máster en Historia Contemporánea y Relaciones Internacionales. Licenciado en Periodismo. Coordinador- editor de la Revista Cuadernos de Nuestra América.
e-mail: eliopererapena@gmail.com
ORCID: 0000-0003-1086-2854
Resumen
Hugo Chávez crea un pensamiento político integral de avanzada, en el que resalta, sobremanera, la concepción de la Unión Cívico Militar adaptada a los propósitos de la Revolución Bolivariana para lograr la sostenibilidad del estado y mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía venezolana. Para ello formuló un proyecto nacional revolucionario, bolivariano y de alcance continental que ha sido desarrollado y sustentado desde sus preceptos originales, por el Gobierno del presidente Nicolás Maduro. Consecuencia de ese pensamiento han sido detectados y frustrados Atentados, intentos de otros Golpes de Estado desde la extrema Derecha, y varios Planes desestabilizadores, por lo que el presidente Maduro continúa la profundización en el estudio de las Amenazas.
Palabras Claves: Hugo Chávez. Unión Cívico Militar. Aportes. Nicolás Maduro.
Abstract
Hugo Chávez created a comprehensive and advanced political thinking, in which the concept of the Civic-Military Union adapted to the purposes of the Bolivarian Revolution to achieve the sustainability of the state and improve the living conditions of Venezuelan citizens stands out above all. To this end, it formulated a revolutionary, Bolivarian national project of continental scope that has been developed and sustained from its original precepts by the government of President Nicolás Maduro. As a result of this thinking, attacks, attempted coups d'état from the extreme Right, and various destabilising plans have been detected and thwarted, which is why President Maduro continues to study threats in depth.
Keywords: Hugo Chávez. Civil Military Union. Contributions. Nicolás Maduro.
Desarrollo
Un pensamiento estratégico efectivo permite a una nación organizar y apuntalar el poder nacional en la dirección correcta de su Defensa. Una de las claves de todo esfuerzo defensivo es establecer de manera certera las amenazas que se ciernen sobre la República.
La definición más aceptada sobre Defensa es la que se caracteriza como una acción conformada por medidas coordinadas, planificadas sobre la base de una estrategia que el estado adopta para lograr la Seguridad Nacional. La Defensa tiene por objetivo la protección activa de las vidas y recursos de que dispone la nación (Regos, 2013).
La enunciación de amenazas redirige el tratamiento del tema Defensa hacia el cómo proceder y reaccionar políticamente en el análisis de la situación interna. Venezuela hasta 1998 se caracterizó mayormente a nivel popular por una desidia política, rechazo a toda acción partidista como respuesta anémica de actores sociales ante expectativas creadas a nivel social, insatisfacción individual y colectiva, abandono de espacios políticos y una inconformidad cada vez más creciente. (Jácome, 2013)
Hugo Chávez como mesías de una “Venezuela Heroica”, alusión a la obra del escritor Eduardo Blanco, enarboló la bandera de un nuevo pensamiento en el campo de la cultura política, propuso crear un proyecto social revolucionario con la integración de todos los actores incluidos los eclesiásticos y otorgar una predominancia participativa en tanto real fuerza inclusiva a los diversos componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.1
Se estableció así el punto de partida de unas fuerzas armadas renovadas (destacando y unificando el concepto de Fuerzas Armadas (plural e individuales en su accionar a una Sola Fuerza armada Nacional Bolivariana) no solo en sus elementos estructurales sino también formadora de una conciencia social revolucionaria, sin descartar al decir del propio Hugo Chávez, el dios mediante que debe enarbolarse como figura central a través de los capellanes militares, y consciente porque fue un hombre de pensamiento culto de lo planteado por la filosofía marxista: la conciencia social se relega en relación con el ser lo cual abre espacios para debates oportunos sobre los objetivos propuestos.
Defendió desde el inicio la formulación de postulados militares prácticos a mediano y largo plazo con una concepción analítica en los tres campos del conocimiento: político, ideológico y psicológico. Su propósito esencial, llegar a fines de la década del veinte, la actual, con una Fuerza Armada consolidada, traducido como mejoras en tanto las grandes masas contarían con una institución inspiradora de confianza y de mayor estabilidad para el país.
En síntesis, el presidente Chávez propuso incluir a la Fuerza Armada venezolana dentro de la teoría revolucionaria mediante el planteamiento conceptual de la unidad como principio evidente, necesario, transformador de una Revolución con un Partido que la sostuviera, y que su base social participativa fuese amplia, con predomino popular, un pensamiento cristiano y socialista.
Una Fuerza Armada incorporada activamente a la toma de decisiones de los clásicos poderes gubernamentales, y como elemento social definitorio del proceso, una Constitución avalada y defendida por la mayoría, con estimulación a la industria petrolera, en particular a su empresa insigne, PDVSA, como sostén fundamental y corazón económico.
Visión a través de la historia
La presencia de Francisco de Miranda en la preparación y formación de Milicias, así como la adopción por Simón Bolívar del Manual de Estados Mayores en el Ejército constituyen fuentes primarias de las principales innovaciones en las Fuerzas Armadas venezolanas. El 20 de febrero de 1873 se dicta un Código Militar con artículos aún a semejanza de las ordenanzas españolas, aunque con un lenguaje más nacional (Franceschi, 2010).
Durante el período colonial las Fuerzas Armadas, promulgaban la obediencia mediante la subordinación y el espíritu de servicio disciplinario. El 19 de abril de 1810 se modifica radicalmente la historia militar venezolana, y de servir a la monarquía borbónica las Fuerzas Armadas pasan a ser defensoras de su patria.
Ese espíritu contribuye a la conformación definitiva de un nacionalismo entre los hombres de una institución que prepara por primera vez a un cuerpo de oficiales bajo una unidad doctrinal. Se reactiva la Academia Militar y se promulga un nuevo código militar en 1904.
Un reporte militar sobre Venezuela, elaborado en 1906 por el alto mando del ejército británico, señaló la alta capacidad de las tropas venezolanas para constituirse en hábiles enemigos. Esto, aún cuando su organización militar y entrenamiento no fuesen altamente calificados.
Se promulgaron otros dos códigos militares, en 1923 y 1930; sus aportes más importantes, la creación del ejército de reserva y el servicio militar obligatorio como pasos consolidados en la maduración de las Fuerzas Armadas modernas.
La Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas venezolanas en 1939 fue más avanzada que su similar en Norteamérica. Los militares estadounidenses se basaron en ella para unificar mejor el cuerpo legislativo de su estructura de Defensa y para crear en 1947 el Consejo de Seguridad de los Estados Unidos.
Con el tiempo, las Fuerzas Armadas de Venezuela adquirieron una capacidad intelectual superior. En la década de los 70, los planes de formación en las academias militares son estructurados para otorgar títulos universitarios. Se crea el Instituto Politécnico de las Fuerzas Armadas, en el que se imparten maestrías y carreras como ingeniería naval, civil, mecánica y electrónica, y el Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional donde se imparten maestrías y doctorados en seguridad y defensa nacional.
La bonanza económica, consecuencia del aumento de los precios del petróleo, favoreció una mayor capacidad presupuestaria para atender las necesidades de las Fuerzas Armadas en cuanto a la adquisición de modernos equipos y para atender las necesidades socioeconómicas de su personal en función de una casta militar, apolítica por reglamento y sólo en apariencias.
La revolución bolivariana, consciente de las debilidades existentes en el seno militar, priorizó la necesidad de una nueva organización, estructura, y de un contenido patriótico bolivariano en la Fuerza Armada para enfrentar las nuevas amenazas. Esto se concretó, en parte, en la nueva Constitución promulgada en el año 1999. Art. 328: La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y la soberanía de la nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional, de acuerdo con esta Constitución y la ley.
A pesar de ello, en abril de 2002 fallaron las estructuras para la sostenibilidad del Estado, con casi cuatro años de revolución en el poder la sociedad civil se vio desprotegida, las grandes masas claras de su propósito, pero aún no completamente organizadas, respondieron con cierta lentitud a la marcha de los acontecimientos.2
En el orden de la cultura política se cumplió la máxima de que la conciencia en tanto reflejo subjetivo de la realidad objetiva contempla principios y retos que en el transcurso del tiempo son necesarios entrenar, profundizar en ellos y practicar hasta la saciedad para que el individuo y los colectivos lleguen a alcanzar en el menor tiempo posible su necesaria responsabilidad social. De ahí la importancia que el presidente Chávez otorgara a la reformulación constante de los preceptos estatales en su interacción con los componentes armados.3
Breves antecedentes en el contexto internacional
A partir de la Segunda Guerra Mundial se fraguó una estructura de Defensa con notables desacuerdos entre los países, fundamentalmente en cuanto al medio a utilizar para enfrentar al enemigo, esto repercutió en el tipo de fuerzas armadas de cada país, en su estructura y hasta en su pensamiento.
La política de los Estados Unidos en ocasiones encontró convergencias en países latinoamericanos, los militares norteamericanos antes del triunfo de Hugo Chávez gozaron de la admiración del militar venezolano, viéndose esa potencia en su estructura y alcance como un modelo a seguir para llevar adelante la defensa de una nación, un sentimiento que caló en varias generaciones y que Chávez intentó transformar mediante una necesaria preparación político-ideológica en los componentes armados y en las masas populares.
Principales aportes del presidente Hugo Chávez como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas
Para las grandes masas venezolanas esto significó un mayor apoyo a la revolución bolivariana y a la figura de Chávez como centro del proceso, en tanto infundía tranquilidad a la población ante el aumento creciente de ejercicios militares provocativos en la región, con la participación de Estados Unidos, Colombia, Brasil, Holanda, entre otros.6
Continuidad del pensamiento de Hugo Chávez
Ante la enfermedad del presidente Chávez, el 8 de diciembre de 2012 se constituye el Comando Político Militar con el fin de tomar decisiones. Conformado por el entonces vicepresidente Nicolás Maduro, directivos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el ministro de Defensa y el presidente de la Asamblea Nacional.
Posterior al fallecimiento del presidente Chávez se le unen los jefes del Comando Estratégico Operacional, de la Milicia Nacional Bolivariana, del Estado Mayor Presidencial, así como los comandantes generales de los cuatro componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Jácome, 2013).
El gobierno, con Nicolás Maduro en funciones, asumió el reto de mantener el esquema de gobernabilidad, tal cual fue diseñado y ejecutado por el presidente Chávez. El 14 de octubre de 2013 Maduro es elegido presidente, miembros de los altos mandos militares pasan a ocupar responsabilidades políticas y económicas, cumpliendo con el precepto chavista de unidad entre los poderes tradicionales con el componente armado.
Desde abril había anunciado su gabinete escogido por el Comando Político Militar. De 20 gobernadores oficialistas, doce militares retirados. Desde el poder ejecutivo se toman decisiones que profundizan la vinculación militar con el poder civil:
Análisis de amenazas potenciales
Desde el triunfo del presidente Chávez funcionarios y representantes diplomáticos estadounidenses, españoles, y de otras naciones libran una guerra sin cuartel contra el aparato político ideológico venezolano, no solo mediante la búsqueda de información para propiciar la desestabilización, sino estimulándola median-te la organización y el financiamiento de la Oposición (Nicholas, 2020).
Acorde con lo planteado en la Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, la guerra sin dejar de ser la extensión de la política por medios violentos adopta nuevas maneras de manifestación.
Los militares participan desde la política en las diferentes formas de guerra, puesto que la diplomacia para ser más efectiva tiene que lograr adecuar el estilo de vida del agredido a sus intereses, atraerlo mediante el estudio y la transformación de su cultura, creencias y modos de pensar. Una vez que la política cumple con su objetivo pasa a ser un elemento secundario y cede el paso a la dirigencia militar para que concluya el escenario. En consecuencia, sobre Venezuela se cierne esa expresión de conflicto armado muchas veces invisible, puesto que el ciudadano promedio no se percata al carecer del complejo de informaciones en ocasiones no públicas, que transcurre un accionar como guerra constante de desgaste psíquico.
Ese intento de desmoronamiento del gobierno venezolano hizo que a través de talleres, conferencias y reuniones de nivel de estado mayor se continuara revisando el estado de las posibles amenazas a enfrentar por Venezuela en el orden militar (Kurmanaev, 2020).
Las amenazas en concordancia con la Doctrina Militar Bolivariana se centraron nuevamente en las tensas relaciones entre los Estados Unidos y Venezuela. Acciones, declaraciones y documentos de organismos y funcionarios norteamericanos indicaban que Venezuela continuaba presente entre las prioridades de la política exterior norteamericana (Kurmanaev, 2021).
El Plan Balboa fue un ejercicio de simulación de operaciones por tierra, mar y aire, realizado en el Comando Base del Estado Mayor de España, entre el 3 y el 18 de mayo de 2001. Se diseñó una estrategia militar de invasión de la zona occidental de Venezuela por parte de fuerzas norteamericanas y aliadas de la Organizació del Tratado del Atlático Norte (OTAN).8
Contiene información secreta sobre las defensas militares venezolanas, puntos críticos y centros de gravedad del poder nacional. Se utilizaron los mismos acrónimos para la designación de operaciones, unidades, actividades y armas que se usan en las fuerzas armadas norteamericanas por lo que se presume que fue ideado en los tanques pensantes o unidades de los servicios de Inteligencia estadounidenses.
El 28 de marzo de 2002, el coronel Michael Rhea, jefe de la Misión Militar norteamericana en Venezuela ofreció un Taller de Uso de Visores Nocturnos para ser dictado antes del 10 de abril, fue aceptado por el gobierno venezolano. Para participar llegaron a Caracas militares procedentes de bases en territorio norteamericano, entre ellos algunos de origen latino.
El 12 de abril de 2002, día del golpe de estado, el coronel Donald F. McCarty, agregado militar de los Estados Unidos, solicitó autorización para sobrevuelos de aviones Galaxy C-17 y Hércules C-130. Desde hacía más de una semana en lugar de los cuatro aviones F-16 que se basificaban permanentemente en Curazao habían concentrado dieciséis caza-bombarderos.
Una nave estadounidense penetró aguas territoriales venezolanas cerca del estado Falcón y desde allí un helicóptero sobrevoló en círculos durante varias horas la isla de La Orchila, donde se encontraba detenido el presidente Chávez.
En el 2005, como elemento preventivo, se profundizó en el estudio de aquellas amenazas que de manera colateral pudieran dañar la soberanía, entre ellas: las provenientes de la problemática fronteriza,9 la presión de potencias extranjeras en busca de apoyo a su política exterior que afecten los intereses nacionales, terrorismo, corrupción, las drogas, inmigración ilegal, minería ilegal, legitimización de capitales, secuestro, extorsión, delincuencia común, inseguridad jurídica y personal (Kurmanaev, 2021).
El Plan Colombia II presentado en 2007 fue una continuación del acuerdo bilateral constituido entre los Estados Unidos y Colombia en 1999, plataforma de agresión para Venezuela. En este contexto el Pentágono propuso 46 millones de dólares para mejorar la base de Palanquero en Colombia.
El Entorno Operacional Conjunto 2010 es un documento publicado por el Comando de Fuerzas Conjuntas de los Estados Unidos en el que se indica a Cuba y Venezuela como posibles amenazas, menciona que el petróleo venezolano es utilizado para financiar actividades antinorteamericanas y es una oportunidad de crear una coalición antiestadounidense en la región.
En 2012, David Petraeus, director de Inteligencia norteamericana califica ante el Senado a Venezuela como un gobierno populista y autoritario con débiles instituciones antidemocráticas y una política exterior en contra de los Estados Unidos.
El general Douglas Fraser, siendo jefe del Comando Sur, señaló a Venezuela como puente de cocaína para África, Europa y Asia, y como legitimadora de capitales. Acusó a altos funcionarios del gobierno venezolano de apoyar a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y de estar implicados en el tráfico de drogas y armas. Alertó sobre potenciales turbulencias geopolíticas para los ciudadanos y militares norteamericanos en la región, en especial en Venezuela por la inestabilidad económica y elevados niveles de violencia, relaciones con Irán y compra de armas a Rusia.
En 2015, Estados Unidos impuso nuevas sanciones económicas a Venezuela, se plegaron a una Asamblea Nacional (Gobierno paralelo) conformada por Guaidó y otros opositores radicales, reconocido por la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos, todo un esquema político para desestabilizar al gobierno venezolano (The Washington Post, 2020).
El presidente Nicolás Maduro tuvo que enfrentarse así a una fortísima caída del precio del petróleo y de la producción petrolera, lo que impactó profundamente en la capacidad de maniobra internacional de Venezuela. A medida que tuvo menor acceso a divisas extranjeras se vio obligada a realizar cortes en el suministro de petróleo subsidiado a países de Petrocaribe, así como a reducir el alcance de su capacidad diplomática.
En mayo de 2019, Mike Pompeo, refiriéndose a Venezuela, expresó a la cadena Fox Business, “la acción militar es posible. Si eso es lo que se necesita se hará. El presidente Trump finalmente tendrá que tomar esa decisión, está preparado para hacerlo si eso es lo que se requiere” (BBC News, 2020).
Unos días después la Fuerza Armada Nacional Bolivariana hizo fracasar la Operación Gedeón, un intento de golpe de estado, cuyo objetivo fundamental era el asesinato del presidente Maduro. Ejecutado por exiliados ex miembros de los servicios armados venezolanos y de efectivos de las fuerzas especiales norteamericanas. Organizado desde los Estados Unidos (The Washington Post, 2020).
El Consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, dijo que los militares norteamericanos debían estar listos para ir a Venezuela si fuera necesario. Aunque el Pentágono negó que tuviera órdenes para una acción militar, el secretario interino de Defensa, Patrick Shanahan, canceló un viaje a Europa para coordinar con los equipos de Bolton y Pompeo sobre Venezuela (Bolton, 2020).
Previamente había declarado en una audiencia ante el Congreso, “hemos hecho una planificación exhaustiva sobre Venezuela así que no hay una situación o escenario para el cual no tengamos una contingencia”.
El militar de mayor rango de los Estados Unidos, general Joseph Dunford, sostuvo que el Pentágono está concentrado en recabar información de Inteligencia sobre Venezuela. “Es muy importante que trabajemos con otros para resolver el problema”.
El tema provocó fricciones entre el Pentágono y el equipo del Consejero de Seguridad. El general norteamericano Paul Selva, segundo militar de mayor rango, se enfureció con asesores de Bolton que lo presionaban para que presentara opciones militares contra Venezuela.
Fueron congelados fondos de activos venezolanos en bancos londinenses y en Portugal, lo cual impidió el acceso a divisas por parte del gobierno, con esa acción imposibilitaron que Venezuela comprara vacunas anticovid.
Los estadounidenses expropiaron las instalaciones de CITGO en su propio territorio, se apropiaron de sus fondos y de las grandes reservas petroleras de esa empresa, filial legal de la PDVSA venezolana. En los Estados Unidos crearon la llamada Iniciativa para la Recuperación de Activos Venezolanos, todo un montaje creado por tanques pensantes con apoyo de sectores de la derecha norteamericana. Propagandísticamente plantearon que el Departamento de Justicia norteamericano ha incautado y congelado 1 500 millones de dólares como consecuencia de la corrupción en el país sudamericano.
Ante tal situación, las principales autoridades de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana coincidieron en que las actuales amenazas obedecen a nuevas formas de violencia política y determinaron posibles escenarios de conflicto en Venezuela:
El alto mando militar venezolano analizó que las amenazas a enfrentar procedían de naturaleza diversa y con un alcance multidimensional, ante lo cual cambiaron el enfoque tradicional de su tratamiento y ampliaron el espectro de análisis hacia aspectos sociales, de salud, ambientales, entre otros.
Al considerar las acciones bélicas bajo tutelaje norteamericano en Afganistán, Iraq, Libia y Siria se desarrolló un procedimiento metodológico para la apreciación estratégica llamado: Periodización de la Guerra.
Los posibles conflictos según dicho documento se dividieron en períodos y etapas, con el objetivo de permitir al Estado venezolano planificar sus acciones y operaciones militares para el paso a la guerra. El esquema contempla tres etapas: crisis, primer y segundo períodos de la guerra. En el período de crisis se contemplan acciones enemigas de subversión y hostigamiento, bloqueo militar y creación de condiciones políticas y técnico militares favorables por el agresor (Cartaya, 2017).
Durante el primer período de la guerra se prevé el inicio de las hostilidades a través de una invasión de las fuerzas armadas enemigas y acciones de desgaste sistemático. Durante el segundo período de la guerra prevén la ocupación y la pacificación, con la continuación de las actividades de desgaste sistemático.
La actuación bélica de los Estados Unidos en sus últimas intervenciones han mantenido un mismo esquema o patrón de desarrollo, no obstante las experiencias en el campo de batalla le han permitido una mutación estratégica y táctica para el logro de ciertos éxitos, elemento advertido por los estrategas militares venezolanos quienes en sus consideraciones contemplaron que los combatientes regulares no serían los únicos protagonistas, se sumarían mercenarios, caudillos locales, bandas criminales, paramilitares, contraban-distas y traficantes de drogas.
Por lo que representa el proceso bolivariano en la escena internacional es de esperar la posible realiza-ción de cualesquiera de los tipos de guerra instaurados, desde los que comienzan experimentándose en los laboratorios norteamericanos hasta otros más tradicionales.10
Las Fuerzas Armadas colombianas la conforman unos 145 mil efectivos en activo y otros 100 mil como personal de apoyo. Algunos de los que se jubilan unidos a ex guerrilleros, narcotraficantes y delincuentes conforman las filas del Paramilitarismo en la llamada Media Luna en la parte fronteriza con los estados venezolanos de Zulia, Táchira y Apure. Desde 2019, los paramilitares pretenden ampliarse hacia los estados venezolanos de Amazonas y Bolívar. Una de las razones fundamentales para su existencia es la custodia de extensas áreas de coca en los pueblos fronterizos de esos estados, San Antonio, La Victoria, Maicao, San Fernando, donde los campos se extienden a lo largo entre las dos fronteras.
Son entrenados, fundamentalmente, por el ejército colombiano o por Contratistas Militares Privados y pagados por empresas gringas e israelitas asentadas en Colombia. En este contexto se involucran también efectivos de la OTAN, abastecedores de logística de diferente tipo.
Con el triunfo del presidente Gustavo Petro, Colombia poco a poco ha venido tomando medidas para dejar de ser epicentro de actividades ilícitas, así como una potencial fuente para el recrudecimiento de la conflictividad interestatal; hasta ese momento Colombia ante cada incidente apelaba a la OEA como fuerza regional, intentando conformar un consenso internacional en contra de Venezuela.
A los fenómenos históricos de enfrentamiento bilateral se sumaron la emigración de venezolanos y unos cinco millones de desplazados a lo largo de la frontera, residentes de ambos lados que en dependencia del actuar de los paramilitares se trasladaron hacia el área opuesta fronteriza como acto de supervivencia, huyendo de la violencia.
En una gira por varios países latinoamericanos, el vicepresidente estadounidense Mike Pence visitó un albergue brasileño para recién llegados de Venezuela, planteó que donaría 10 millones de dólares, con el claro objetivo de estimular con fines políticos subversivos. Medios de prensa opositores intentaron difundir la matriz de que los que arriben a Brasil gozarían de permiso de trabajo y residencia temporal.
Una vez identificadas las principales amenazas, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana continuó desarrollando un trabajo de preparación intensa por acoplarse de manera más efectiva al cumplimiento de sus principales misiones. Ante el aumento de la agresividad estadounidense y la peligrosidad alrededor de sus fronteras aprovecharon las experiencias transmitidas por el presidente Chávez para mantener un polo de resistencia ante cualesquiera de las agresiones externas.
Como respuesta a las amenazas detectadas desarrollaron ejercicios anuales de defensa de la soberanía y de patrullaje de zonas fronterizas con apoyo de la población. En 2019 realizaron tres ciclos de ejercicios cívico-militares para enfrentar a supuestos agresores.
Se efectuaron los ejercicios Escudo Bolivariano en homenaje a Hugo Chávez. Maduro como Comandante en Jefe orientó al ministro de Defensa Vladimir Padrino López que en lo sucesivo sería sorpresiva la orden para la realización de maniobras, de manera que los efectivos militares y el pueblo estuviesen en completa disposición combativa ante una inminencia militar (Bayoud, 2020).
Trabajos investigativos entre militares y académicos de las principales universidades salen a la luz para desarrollar el pensamiento en el arte militar. Resalta el concepto de Militaridad en dos grandes dimensiones, la cultura militar bolivariana dialéctica y establecimiento de una Metodología para lograr que la Militaridad sea una concepción adoptada por el pueblo, con mayor capacidad defensiva y comprometimiento patriótico para defender a la revolución bolivariana11 (Assal, 2020).
Más de cincuenta militares de los cinco componentes militares participaron en el Curso sobre Estándares Internacionales en materia del uso de la fuerza, organizado por la Delegación Regional para Venezuela y Estados de la Comunidad del Caribe (CARICOM) del Comité Internacional de la Cruz Roja.
En paralelo se efectuó, en el Hospital Militar de Venezuela, un seminario sobre cirugías para el manejo de heridos por armas de fuego y explosiones en conflictos armados y otras situaciones. Participaron 60 médicos adscritos al sistema de salud de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
Vladimir Padrino enfatizó en la necesidad de colocar un escudo a la patria contra la agresión permanente en todas sus formas. Maduro dijo que hay grupos terroristas en territorio brasileño preparando ataques e incursiones militares contra Venezuela (Bayoud, 2020).
Se realizaron prácticas militares en el Palacio Legislativo, Banco Central de Venezuela, Alcaldía de Caracas y en ciudades del interior del país como Puerto Cabello y San Cristóbal, esta última fronteriza con Colombia.
La industria militar trabajó en la construcción de una fábrica de fusiles AKM, en el estado de Aragua, y junto con el componente de servicio logístico laboraron para la repotenciación y adquisición de equipos necesarios con vistas a mantener a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en completa disposición combativa. En tal sentido:
Al ser entrevistado sobre la perdurabilidad de la obra y el pensamiento de Hugo Rafael Chávez Frías, el presidente Nicolás Maduro refirió: “sobresale desde joven por su pasión hacia esas tradiciones de luchas y rebeldías, y de admiración a los héroes nacionales. Logra expresar el orgullo y la sabiduría populares alrededor de nuestra historia y convertirla en energía transformadora, en grandes metas y causas que eran necesarias para cambiar de manera radical la nación postrada y desesperanzada. Postrada frente al saqueo realizado por la burguesía y desesperanzada sobre todo después de las masacres de los años ochenta, en particular la del 27 de febrero de 1989 que la deja llena de miedo colectivo a nuevas represalias por parte del Estado” (Sánchez Otero, 2014).
En Venezuela, la Izquierda nunca había tenido, ni sabíamos, lo que era tener un líder, no sabíamos lo que era eso. Más bien, las tesis predominantes después de la derrota de los años sesenta del pasado siglo fueron las del antilíder y del antijefe: nadie es jefe y nadie es líder, todo es colectivo. La izquierda en general no comprendió a Chávez en los primeros días después del 4 de febrero. Y algunas organizaciones o dirigentes trataron de manipular esa fuerza para sus intereses, tipo Bandera Roja o parte de la dirigencia de Causa R.
Él rompe con los viejos paradigmas con los que se elaboraba, y hacía la política, con las antiguas metodologías y el viejo discurso. Nutre su proyecto de las raíces nacionales, lo conecta con nuestra historia, y trae las banderas y los símbolos históricos al presente. Exalta la música recia venezolana, el sentimiento llanero y popular auténtico, recupera ingredientes esenciales de la cultura nacional. Y hasta venezolaniza el lenguaje y los modos de comunicarse de un líder con su pueblo.
Escribía en clave de poesía, sus escritos son como dictámenes, exponía con absoluta certeza lo que estaba pasando y lo que debía suceder para cambiarlo todo, porque logró vincularse con el corazón de los aconteceres de la historia en los momentos que le tocó vivir.
Chávez superó ampliamente las visiones dogmáticas, fue capaz de trabajar y lograr alianzas con diversos sectores, sabiendo quién era cada quien tenía una gran capacidad para ser fiel a los principios y además buscar el objetivo que quería tácticamente en función del proyecto político. Creó un pensamiento político integral de avanzada. Formuló por primera vez un proyecto nacional revolucionario y bolivariano de alcance continental.
Perfila un nuevo antiimperialismo, profundamente humanista, y del nuevo antimperialismo de Chávez han surgido los conceptos de erigir un mundo pluripolar, multicéntrico, recuperó el concepto bolivariano del equilibrio del universo como forma de hacer funcionar bajo un nuevo esquema a los poderes mundiales, y el planteamiento central de la construcción en nuestra región de un poder de paz que pueda equilibrar al resto del mundo.
Conclusiones
Hugo Chávez perfiló una revolución político-ideológica bolivariana como instrumento político más eficaz para aglutinar a las grandes masas en el logro de sus reivindicaciones sociales.
En el orden interno, la vinculación entre pueblo y Fuerza Armada Nacional Bolivariana unido al desarrollo de la industria petrolera, y en lo externo la conformación de alianzas regionales, así como la identificación certera y la concepción del enfrentamiento ante las amenazas fueron sus principales pilares para otorgar a Venezuela una posición cimera en la geopolítica continental y en la garantía de la estabilidad de la Revolución bolivariana.
La solicitud de apoyo popular para la gestión gubernamental de Nicolás Maduro sintetiza su confianza en las nuevas generaciones y la convicción de un relevo político garantizado. Ese apoyo popular que se sumó al elemento doctrinal que el presidente Chávez inspiró con su pensamiento y estudio fue el elemento fundamental que hizo fracasar, entre otras, a la Operación Gedeón, organizada desde el directorio de Inteligencia de los Estados Unidos con un fuerte apoyo del Ejecutivo de ese país, con el objetivo de destruir a la revolución bolivariana y sacar del poder al presidente Maduro.
Se pusieron en práctica, sin resultados positivos, técnicas de desestabilización que habían tenido éxito en otros países, se desplegó en el Caribe la IV Flota con el pretexto de la lucha antidrogas; junto a los efectivos militares estadounidenses estaban holandeses y colombianos, entre otros, ya que se ideó que cuando el presidente Maduro denunciara el uso de la fuerza militar, la justificación escogida sería que esas fuerzas militares se encontraban en la realización de ejercicios militares conjuntos.
Unido al componente militar, tal y como se estipula en el Manual de Operaciones Psicológicas del ejército de los Estados Unidos, se adoptaron principios expuestos en ese Documento conceptualizados en las guerras de Cuarta y Quinta Generación, operaciones psicológicas crecientes con el objetivo de amordazar el pensamiento, y rendir por cansancio y temor a los individuos, tratando de apropiarse de la mente de esos individuos para manejarla a su antojo. En el caso descrito, el antojo sería hacer creer a la opinión pública que el presidente Maduro no era querido por la ciudadanía venezolana.
A todo lo anterior se sumó la OEA invocando al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, y toda una labor de perversidad ideológica y moral por parte del secretario general, Luis Almagro, en contra del presidente Nicolás Maduro.
En relación con esa Operación y desde una postura de fuerza, el presidente de entonces, Donald Trump, declaró que todas las cartas estaban sobre la Mesa, pero sus asesores no le habían informado del férreo espíritu de unidad entre el componente popular y el militar venezolano, con unas Milicias dispuestas a defender un Legado chavista, cuya raíz está, entre otros, en Simón Rodríguez, Ezequiel Zamora, y Simón Bolívar.
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1 Opiniones del autor.
2 En opinión del autor, si bien en el aspecto estratégico cada militar conocía qué era lo correcto, en el orden operativo y táctico para épocas de crisis desconocían en buena medida su función, misión (la nueva Constitución y nuevas funciones de la Fuerza armada Nacional solo tenían dos años de su promulgación), y esto atentó contra el proceso bolivariano. Nos referimos fundamentalmente a los soldados y militares de bajo rango porque en el intermedio y el superior el actuar de los que se sumaron al Golpe, obedeció más al hecho de responder a los generales golpistas, por confusión o por convicción.
Las masas organizadas en los círculos bolivarianos, con el empleo de redes sociales a su favor, tardaron también en reaccionar, aunque política e ideológicamente había consenso, existía disenso en cuanto a la hora de actuar, no sabían exactamente cuándo obrar, el cómo ni el para dónde, ni quién del escalón de mando popular sería el encargado de darles la orden para movilizarse. Mención aparte merecen los llamados Héroes de Puente Llaguno, quienes sí respondieron rápidamente.
En menos de cuarenta y ocho horas se desató una revuelta popular desde los barrios populares, 23 de enero, Catia, Petare, bajaron grandes masas desde los cerros caraqueños, apostándose en las entradas de la Presidencia, cubriendo buena parte de la Avenida Urdaneta, lo que causó temor entre los golpistas. El pueblo permaneció allí hasta el retorno del presidente Chávez.
Dicha reacción con un alto grado de espontaneidad hizo fracasar el golpe de estado junto con el actuar consciente y valiente de algunos de los principales jefes militares, sargentos y soldados. Se cumplió así, aunque con las imperfecciones lógicas del momento, el mandato de Chávez, el pueblo y sus fuerzas armadas deben ser y actuar como uno solo.
La despolitización en el orden institucional trajo consecuencias hacia lo interno, la cancillería venezolana fue de las primeras que cayeron en cierto vacío de poder, ante el asalto a la embajada de la India por grupos vandálicos y efectivos de la Policía Metropolitana no reaccionó, similar actitud tuvo cuando el asedio y agresión durante más de cinco días a la embajada cubana.
3 Opinión del autor.
4 Chávez dirige un Taller de Alto Nivel, los días 12 y 13 de noviembre de 2004, en el que plantea desarrollar los estudios para el nuevo pensamiento militar venezolano sobre la base de las experiencias del pensamiento de Bolívar, Miranda, Guaicaipuro, Sucre y Zamora. Explicó la necesidad de desarrollar la industria militar y la integración militar latinoamericana.
5 Meritorio nombrar la actuación del estado venezolano y los militares durante el paro económico petrolero de diciembre de 2002 a febrero de 2003, ejecutado por la oposición y orquestado por los Estados Unidos, España y otros países europeos. En la opinión testimonial del autor, ejemplar la actitud del presidente Chávez frente al bloqueo norteamericano que impedía la entrada de medios navales al Golfo de Maracaibo así como de personal calificado para las operaciones en las instalaciones de refinamiento. En febrero, el presidente Chávez decreta la derrota del Paro, “Dios mediante al mazo dando, con la Soberana, la Constitución en la mano”, sentenciando la firmeza en la soberanía y defensa de la nación venezolana.
6 Opinión del autor
7 Como promedio ingresan unos 20 mil reclutas en cada convocatoria para el Servicio Militar.
8 El llamado intento de separatismo del Zulia obedece a una tergiversación histórica, si bien es cierto que existieron en los inicios republicanos un intento por independizarse teniendo en cuenta el gran poderío económico de la región y el clima de revuelta social existente en Caracas. El Zulia se encuentra precisamente en la zona occidental, porción geográfica donde se modeló el ejercicio militar.
En los tumultos producidos en la Caracas republicana dieron muerte al delegado de Maracaibo ante los poderes confederados, lo cual hizo que aumentara el rechazo hacia la capital y retomaran la idea de unión interregional para fortalecer la zona occidental. Con el tiempo se crea una alianza regional entre Maracaibo y los estados andinos Táchira, Mérida y Trujillo, aumenta el peso económico de toda esa región contando no solo con el Golfo de Maracaibo, sino también con el Puerto de las Guamas en el Táchira, elemento importante para el comercio con Colombia.
El ambiente de oposición a la fortaleza del Zulia aumentó con los años subsiguientes hasta que se desintegraron las alianzas y se conformó definitivamente una república consolidada, quedando solo en el imaginario popular la idea de un Zulia independiente.
Estrategas y asesores norteamericanos intentan aprovechar para sus propósitos la idea de un separatismo zuliano. El movimiento político Un Rumbo Propio para el Zulia que tiene su sede en Maracaibo ha desarrollado un mecanismo de difusión de la economía liberal o de libre mercado, utilizando la bandera de la secesión como forma de lucha en promoción de lo que denominaron el estatuto autonómico del Zulia, que pensó, infructuosamente, la Oposición llevar a plebiscito el 24 de octubre de 2006..
9 Desde el año 2000 el presidente Chávez decretó de “emergencia” el enfrentamiento al trabajo de las transnacionales que pudieran actuar contra los intereses venezolanos. En síntesis, Chávez planteó que la presencia de esas transnacionales es un peligro para Venezuela porque actúan en mares territoriales frente a costas venezolanas, intentan cerrar el paso hacia el Atlántico, y su peligrosidad aumentaría ante una agresión o provocación externa, incluida de tipo militar.
En 2014, Guyana brindó concesiones a transnacionales petroleras, a la empresa canadiense CGX Energy en el bloque Pomeroon, ocupa 23 mil kilómetros cuadrados, Exxon Mobil y Shell, para explorar el bloque Stabroek, ubicado a unos ciento noventa kilómetros de la costa de Guyana con un yacimiento de crudo de más de noventa metros de alta calidad, ocupa setenta mil kilómetros cuadrados, y la Anadarko Petroleum, ocupa trece mil cien kilómetros cuadrados, además de la petrolera china National Offshore Oil Corporation (CNOOC), especializada en yacimientos costa afuera. China pagó 15 mil millones de dólares en el 2012 para comprar Nexen Petroleum de Canadá, el consorcio chino está compuesto por 40 % de la Exxon, 35 % de la guyanesa Hess, y 25 de la Nexen.
10 Al tener en cuenta las condiciones topográficas de la geografía venezolana, así como su gran extensión territorial no es descartable, en opinión del autor, la realización de acciones militares por parte de los Estados Unidos desde una óptica más tradicional con el apoyo de fuerzas armadas de países vecinos. A pesar de la proliferación de la huella ligera por la Estrategia de Seguridad Nacional estadounidense y el papel predominante de los contratistas militares privados no se puede desechar la idea de que ante un aumento de la conflictividad en el interior del país o mediante la provocación desde el exterior, los Estados Unidos desplieguen el accionar de unidades claves de su primer escalón de asalto, la 82 DAT, la 101 DAT (AA) el 75 Regimiento de Rangers, la 10ma. División de Infantería Ligera de Montaña, y el 5to. Grupo de Fuerzas Especiales.
Los norteamericanos definen su geoestrategia como la realización de operaciones no lineales de amplio espectro, concepto que tiene por objetivo proyectar el poder en cualquier punto del planeta en respuesta a cualquier contingencia o adversario con todas las opciones a su alcance: guerras de falsa bandera, empleo de fuerzas delegadas, aliadas o mercenarias, golpes suaves para cambios de regímenes, chantaje comercial y financiero, entre otras manifestaciones.
11 Militaridad como doctrina, que implica al pueblo como fuerza preponderante en la defensa del Socialismo del siglo xxi, postulado teórico defendido por el presidente Chávez.