Cuadernos de Nuestra América/Nueva Época/No. 012 / julio-septiembre 2024/
RNPS: 2529 /ISSN: 2959-9849/140 pp.
Irracionalidad Política Fascista contra Venezuela frente al Estado de Derecho de la Revolución Bolivariana
Fascist political irrationality against Venezuela in the face of the rule of law of the Bolivarian Revolution
Fecha de recepción: agosto 2024
Fecha de aceptación: agosto 2024
Ms. C. Elio Perera Pena
Investigador Agregado del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI). Profesor Auxiliar adjunto al Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García” (ISRI). Máster en Historia Contemporánea y Relaciones Internacionales. Licenciado en Periodismo. Coordinador-editor de la Revista Cuadernos de Nuestra América.
Email: eliopererapena@gmail.com
ORCID: 0000-0003-1086-2854
Resumen
En julio de 2024, se produjo contra Venezuela un Golpe de Estado, en el que se aplicaron técnicas y Líneas de Mensaje, recogidas en los Manuales de Desestabilización política, alternando tácticas tradicionales con otras más modernas comprendidas en las denominadas Guerras de Cuarta y Quinta Generación. La Frecuencia y la Intensidad de los mensajes, y las particularidades en el accionar constante fundamentalmente desde el ámbito comunicacional, unido a las manifestaciones extremadamente agresivas llevadas a cabo por elementos paramilitares intentaron infructuosamente alterar el accionar de los Poderes Públicos. Frente a ello desempeñó un papel primordial la Unión Cívico-Militar venezolana como elemento esencial para mantener el orden.
Palabras clave: Venezuela. Golpe de Estado. Fascismo. Unión-Cívico Militar.
Abstract
In July 2024, a coup d'état was carried out against Venezuela in which techniques and Message Lines were applied, as described in the Political Destabilisation Manuals, alternating traditional tactics with other more modern ones included in the so-called Fourth and Fifth Generation Wars. The frequency and intensity of the messages and the particularities of the constant actions, mainly in the field of communications, together with the extremely aggressive manifestations carried out by paramilitary elements, tried unsuccessfully to alter the actions of the public authorities. In the face of this, the Venezuelan Civic Military Union played an essential role in maintaining order
Keywords: Venezuela. Coup d'état. Fascism. Civic-Military Union.
Introducción
Desde que el presidente Hugo Chávez asumió democráticamente la presidencia de Venezuela, los sectores reaccionarios internacionales no cesan en su empeño de lograr un efectivo Golpe de Estado contra la nación sudamericana. Para ello han ejercido sanciones y otras medidas de hostigamiento que han afectado, sin miramiento alguno, tanto a chavistas como a no chavistas, a toda la ciudadanía.
Cuando en 2015, el presidente estadounidense Barack Obama decretó a Venezuela amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional de los Estados Unidos, dio a conocer públicamente ante la comunidad internacional los intereses hegemónicos, injerencistas y el recrudecimiento del odio hacia la República Bolivariana.
Sus argumentos fueron la represión, falta de democracia y libertad de expresión. Esa Declaración y sus justifica-ciones esbozaron las estrategias imperiales procedentes, fundamentalmente, de la hegemonía estadounidense en su afán de intervenir en Venezuela, sustituyendo el uso del armamento tradicional por otras manifestaciones de desestabilización, causantes de similar, y hasta mayor daño, que los proyectiles de combate.
Como expresó Obama:
solo hay que inundar a Venezuela con suficientes “aguas residuales”, hacer a su ciudadanía suficientes preguntas y plantar en Caracas y las principales ciudades teorías de conspiración, hasta lograr que el pueblo no sepa en qué creer, que ese pueblo pierda la confianza en sus líderes, en sus medios de comunicación, instituciones políticas, en que la verdad desaparezca y solo así el juego estará ganado.
Desarrollo
Los Servicios de Inteligencia estadounidenses apostaron a que, después del 5 de marzo del 2013, el pueblo venezolano quedaría a merced de dirigentes opositores, que desde hacía años habían demostrado tener aceptación entre la ciudadanía; con el triunfo de esos cabecillas, se obtendría el objetivo primordial, proveniente de sectores de la extrema derecha internacional, vinculados con el trabajo de análisis y desestabilización, instigado, y puesto en práctica, por los Servicios de Inteligencia: el fin de la ideología chavista, el desmoronamiento hasta la desaparición de un proyecto ideológico bolivariano, y por tanto, el cese de fuerzas políticas y sociales defensoras de sentimientos de integración y concertación, latinoamericanos.
Con una fuerte escuela de pensamiento y estudio del efecto de las Plataformas Sociales Digitales, conscientes de la influencia sobre los individuos de los mensajes a través de los medios de comunicación, desde la cúpula hegemónica comunicacional se empeñaron en utilizar, lo más posible, el desarrollo tecnológico y las investigaciones científicas, para desvirtuar la realidad, crear un sentimiento de ignorancia generalizado, que permitiese, en los momentos más oportunos, la difusión de mensajes desestabilizadores en contra del gobierno venezolano.
La República Bolivariana de Venezuela se hizo apetecible para el imperio por su posición geoestratégica continental, y por la tenencia de petróleo y otros recursos importantes comprendidos en las denominadas Tierras Raras; elementos necesarios para el desarrollo de la industria aeroespacial y de tecnologías de punta, estadounidense y europea, un entramado al servicio del Complejo Militar Industrial con la participación de compañías transnacionales y fondos procedentes del Departamento de Defensa de los Estados Unidos y organizaciones abastecidas desde sus Servicios de Inteligencia, fundamentalmente la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) y la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés), Open Society, Wilson Center, entre otras.
Desde Europa, los Servicios de Inteligencia estadounidenses trabajaron en consonancia con sus homólogos europeos, y organizaciones como Atlas Network (Red Atlas), en la formación de líderes emergentes venezolanos. Fruto de esa colaboración se conoció la conformación de la denominada Generación del 2007, que dio vida política a Juan Guaidó y otros jóvenes opositores, causantes de buena parte de la agresividad y el desorden político en Venezuela.
La Generación del 2007, se vinculó desde los primeros momentos con Leopoldo López, Antonio Ledezma y otros opositores violentos, para crear guarimbas (protestas fascistas y sanguinarias en su gran mayoría), mediante las cuales se trata de cumplir con lo que los Manuales de Desestabilización política catalogan la subversión del régimen, o sea, el derrocamiento, en este caso del gobierno venezolano, con métodos extremadamente agresivos.
La intensificación de la violencia en las calles venezolanas se logró con apoyo y financiamiento de otras instituciones, apoyadas desde las estructuras de Inteligencia, con fines desestabilizadores, entre ellas, las ultrarreaccionarias Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), de José María Aznar, y la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA).
Lo anterior sirve de introducción, para que se tenga noción acerca de la manera en que el poder imperial viene combatiendo, en condiciones desiguales, a los sentimientos de la ciudadanía venezolana, la que desea —en su inmensa mayoría—, vivir en paz y tranquilidad, sin injerencia externa y, por ende, con total apego al respeto de su soberanía. Y también para que pensemos en la forma que actuaron desde los sectores reaccionarios, en los días previos y posteriores al Golpe de Estado perpetrado a raíz de las elecciones presidenciales del 28 de julio del 2024.
Desde antes del 28 de julio se conoció que, una vez más, la extrema derecha radical no reconocería los resultados electorales, bajo el pretexto de que el presidente Nicolás Maduro cometería fraude.
Basados en un documento del citado Wilson Center, Tanque Pensante encargado de difundir determinados intereses estadounidenses, expresaron voceros de la opositora Plataforma de la Unidad Democrática, que harían conteos rápidos (para intentar justificar las actas falsas), y declaraciones, antes que se pronunciasen las autoridades oficiales.
Otro propósito anunciado de antemano, también por la extrema derecha incentivada por el Wilson Center, fue utilizar resultados parciales de las Encuestadoras, falseando esos resultados, no solo para ir adelantando que las fuerzas del Gobierno perderían sino, más que todo, ir poniendo casi parejo los resultados, creando un clima psicológico de alteración emocional, que “calentara” los ánimos, y que una vez decretados oficialmente los resultados, incluso horas antes, llamar a acciones violentas.
Y el propósito final, una vez lograda la violencia, decretado el supuesto fraude por el Gobierno, esos sectores de la extrema derecha radical buscarían el reconocimiento y el pronunciamiento de la comunidad internacional.
Si en algo hay que resaltar a la extrema derecha radical, venezolana e internacional, es que actuó en consecuencia. Inmediatamente que se dieron los resultados por el organismo rector, el Consejo Nacional Electoral (CNE), pusieron en práctica el plan desestabilizador, buscando ejecutar un Golpe de Estado.
Unos mil grupos conformados por los Comanditos opositores, con características paramilitares, pagados según el delito que cometieran, y bajo los efectos de algunas drogas potentes como el Captagon (estudiada y analizada en sus efectos por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos) atacaron violentamente instituciones públicas, asesinaron a 27 personas, y causaron heridas a 196 (cien de ellas pertenecientes a los cuerpos de seguridad venezolanos presentes en el Plan República), y daños psicológicos en la población que demorará quizás algún tiempo en reponerse de esos embates violentos.
Entre las líneas de mensaje tradicionales de los Manuales de desestabilización, expuestas en los días previos y posteriores al 28 de julio contra Venezuela, se encuentran:
Es necesario destacar que, coincidentemente con la declaración estadounidense de Venezuela, amenaza inusual y extraordinaria a su Seguridad Nacional, los altos ejecutivos del Sistema de Inteligencia crearon el Directorio de Innovación Digital para unificar y fortalecer los trabajos de análisis, logísticos y operativos en el terreno con fines desestabilizadores, todo parece indicar que fue este Directorio el responsable y contribuyente principal de buena parte de las fallidas acciones contra la estabilidad de la ciudadanía venezolana.
Las anteriores Líneas de mensaje pueden ubicarse como parte de la Frecuencia en el mensaje desestabilizador, según plantean los principios establecidos por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos para la Guerra de Cuarta Generación.
El objetivo primario de los sectores extremistas fue lograr el apagón electrónico general, para que no pudieran ser trasmitidos técnicamente los datos resultantes del proceso electoral. En tanto fallaron en ese aspecto, una vez lograda la constancia comunicacional en la Frecuencia comunicacional, comenzaron a emplear las Líneas de mensaje comprendidas en la Guerra de Quinta Generación, caracterizadas por la Intensidad, intentando crear daños neuronales que desubiquen a los individuos, atemoricen en extremo y los desorienten, lo que permitiría, según los planes golpistas, aceptar las manifestaciones violentas por esos individuos.
De entre las Líneas de mensaje detectadas como parte de la Intensidad desestabilizadora, seleccionamos para su análisis las siguientes:
1. El caos se desató en Venezuela cuando miles de personas protestaron abiertamente en las calles.
Lo que hubo en las calles, durante cuarenta y ocho horas posteriores al resultado de las elecciones, no fue una protesta, fueron unos mil microgrupos paramilitares, entrenados por la extrema derecha internacional, causando violencia. A pesar de los intentos en las plataformas sociales por intentar silenciar lo sucedido, fue tal la agresividad y la brutalidad, vulgarmente expresada, que dejaron traslucir, hasta por los denominados grandes medios, parte de lo sucedido.
O es que no se vio a la joven en la Guaira que estaba “protestando” y enfrente de ella invadieron y acabaron con su negocio particular; sus muestras de dolor, sus lágrimas, hablaron por sí solas. Dijo después que no se explicaba el comportamiento personal, ni el colectivo. Y mucho menos que, si ella estaba protestando, ¿cómo iban a destruir su negocio?
El que quiso, pudo ver a los representantes de la oposición, recién concluidas sus funciones como candidatos presidenciales, primero que todo, llamando a la calma y al cese de la violencia, responsabilizando a Edmundo González Urrutia y María Corina Machado por el fascismo cometido.
Luis Eduardo Martínez y José Brito, entre otros candidatos presidenciales, expresaron públicamente, y lo reforzaron en la Asamblea Nacional: una cosa es la oposición, y otra bien distinta es la extrema derecha opositora causante de muestras de violencia sin razón, y que costaron la vida a 25 personas, heridas a 192, de ellas, 98 pertenecientes a los cuerpos de seguridad venezolanos.
2. El chavismo no ha podido con la oposición y por ello cometió fraude.
Lo sucedido desde antes de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024 no fue un proceso de polarización política entre chavismo y oposición, fue un proceso amplio, quizás el más diverso entre los 31 procesos electorales que han tenido lugar desde que asumiera el poder el comandante Hugo Chávez en 1999.
Un representante, candidato por el Gobierno, apoyado por unos 13 partidos políticos, Nicolás Maduro Moros, y otros nueve candidatos representados por unos 25 partidos opositores, muestra del respeto más cabal según el esquema democrático venezolano.
Si bien la oposición quiere alcanzar el poder, claro ha quedado al menos en siete de esos representantes que se quiere desde la oposición el alumbramiento de cambios en Venezuela, pero no el oscurecimiento injustificado desde posiciones fascistas.
Remitimos a revisar en YouTube, Misión Verdad, y otras plataformas, las declaraciones de los representantes de la oposición; 33 de los 38 partidos políticos presentes en la contienda electoral, entregaron la documentación requerida ante el Tribunal Supremo de Justicia, y lo hicieron desde sus filas opositoras con total apego a la racionalidad política y acorde con lo establecido por la justicia venezolana.
Desde antes de las elecciones presidenciales, conscientes de los planes fascistas de la extrema derecha radical, y de los objetivos de María Corina Machado, al menos nueve alcaldes opositores y dos de los cuatro gobernadores de la oposición, manifestaron su apoyo al presidente Nicolás Maduro, tal y como expresaron, por el bien de Venezuela.
3. Antes de las elecciones las encuestas indicaban que el candidato opositor Edmundo González ganaría abruptamente, sin embargo, ahora dicen que ganó Maduro. Imposible.
El sistema electoral en Venezuela es de voto directo y secreto, completamente automatizado desde 2004, con un sistema de reconocimiento biométrico, de una tecnología superior. El ex presidente estadounidense, James Carter, entre otros observadores internacionales, celebró en varias ocasiones ese sistema de registro y votación electoral como el más moderno y democrático del mundo.
Y fue el mismo sistema celebrado el que se puso en práctica. No es un secreto que las encuestas se pagan ¿quién no duda de las encuestas, al menos ocasionalmente, cuando se trata de algo completamente infundado con un perfil político agresivo que busca acrecentar lo sufrido por la ciudadanía venezolana, consecuencia de más de 936 medidas coercitivas unilaterales provenientes de los Estados Unidos?
Los resultados electorales fueron expresados, a pesar del intenso ataque cibernético, sostenido en el tiempo, en unas seis horas después de cerrar los colegios electorales. Y de no existir esos ataques hubieran sido expuestos en mucho menos tiempo.
A pesar del hackeo, y del intento generalizado de apagón, que perseguía que no pudieran llegar los resultados de las 36 mil 26 mesas electorales al Consejo Nacional Electoral, no pudieron impedirlo. Y eso constituye un fracaso para los estimuladores del fascismo, pues todo parece indicar que lo ideal para ellos, y ellas, hubiera sido que, mientras se demoraban los resultados, se intensificara el ya slogan del fraude, para justificar la violencia en las calles. Pero reiteramos, ni la oposición se prestó para apoyarlos.
4. Los grupos de observadores insistieron en que la declaración del Gobierno sobre los resultados electorales es falsa.
La inmensa mayoría de los veedores y observadores nacionales e internacionales apoyaron los resultados electorales brindados por el Consejo Nacional Electoral, y declararon, también públicamente, que hasta un momento determinado hubo una total tranquilidad, interrumpida solo por hordas fascistas para deslegitimar el proceso electoral.
Los veedores y observadores de Chile, Argentina, Rumania, por solo citar algunos ejemplos, reiteraron inmediatamente sus posturas de apoyo al proceso eleccionario venezolano, y a la validez de lo acontecido. Pero si alguien o algunos pretenden hacer creer que solo dos o tres son la mayoría es porque sencillamente no quieren que se conozca la verdad.
El Centro Carter no es al parecer el mismo de antes. Su directora ejecutiva, Paige Alexander, trabajó para la USAID por más de quince años; en 2017 aconsejó a la policía local que infiltrara agentes encubiertos en organizaciones antirracistas en Estados Unidos.
Jennie K. Lincoln, asesora principal del Centro Carter para América Latina y el Caribe, es una ex consultora de la Organización de Estados Americanos (OEA). Las fuentes de financiamiento del Centro Carter incluyen al Departamento de Estado de los Estados Unidos, a la Unión Europea, a la USAID y al gobierno del Reino Unido.
En ningún momento el Centro Carter se ha pronunciado sobre los ataques de las turbas fascistas conformadas por los Comanditos de María Corina Machado contra los veedores y observadores nacionales e internacionales, ni de las amenazas proferidas en contra de quienes estaban acogidos por las autoridades electorales venezolanas. Sin embargo, ese Centro ha reiterado, sin presentar prueba alguna, que los ciberataques fueron un engaño.
La afirmación del Centro Carter de que no pudieron corroborar los resultados, carece también de lógica, puesto que no ha expirado el tiempo transcurrido por ley para obrar con los resultados, y por demás, actualmente esos resultados están siendo verificados por el Tribunal Supremo de Justicia, mediante una comisión de expertos nacionales e internacionales.
5. Los resultados electorales fueron ampliamente disputados por el Consejo Permanente de la OEA.
La Resolución aprobada por la OEA, insta al Consejo Nacional Electoral a publicar las actas con los resultados de las elecciones. En la ley venezolana no aparece la publicación de las actas, solo de los resultados electorales y en un plazo de 30 días. Pero esa matriz es la que han impulsado desde los sectores golpistas internacionales, que una vez más han uti-lizado a la OEA.
Dos intentos se suscitaron en esa Organización; la Resolución se aprobó a petición del representante de los Estados Unidos, secundado por algunos en copatrocinio; y el representante estadounidense tuvo que llamar a su aprobación casi en tono amenazante.
Algunos embajadores no se presentaron, otros mostraron cierto desinterés; el embajador brasileño hizo saber, dentro de la propia OEA, que ese tipo de medidas no surte efecto, porque Venezuela no es miembro, y agregó que estaba en desacuerdo a instar al Consejo Nacional Electoral a realizar la verificación con observadores internacionales, puesto que eso es solo una decisión concerniente al gobierno venezolano.
Pero el plan estaba claro. Se aprobaba la Resolución, se avivaba nuevamente la agresividad en las calles, se hacía un llamado por la OEA a las organizaciones internacionales, y de alguna manera se apelaba a la intervención en mayor medida, contra la República Bolivariana de Venezuela.
Fracasaron en sus intentos, puesto que la ciudadanía venezolana está harta de violencia, la situación nacional urge por la paz, la armonía y la tranquilidad espiritual.
La economía venezolana goza de signos evidentes de recuperación —el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), pronostican un crecimiento anual alrededor de un 8 %— y, pragmáticamente, la población venezolana busca un consenso armonioso en su estabilidad social.
María Corina Machado ha intentado internacionalizar la agenda venezolana para el cambio de régimen. Ni la Resolución de la OEA logró ese objetivo. La situación internacional, caracterizada por una serie de conflictos, cercanas las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, y hasta la existencia de la viruela del mono, hacen colmar las preocupaciones internacionales.
El petróleo venezolano desempeña un papel importante en todo esto, puesto que transversaliza la mayoría de esos conflictos. Es de destacar que continúan los acuerdos entre Petróleos de Venezuela (PDVSA) y grandes compañías internacionales, los petroleros de Texas inmediatamente reconocieron y felicitaron al gobierno del presidente Nicolás Maduro, quien ha dicho que continúan los convenios con los sectores económicos estadounidenses y europeos que se han interesado por continuar negociando económicamente con Venezuela.
En el orden nacional, el presidente Nicolás Maduro solicitó a los integrantes del Consejo Nacional de la Economía Productiva, que buscaran las vías para continuar desarrollando la economía, mientras el Gobierno se ocupa de las cuestiones políticas. Fedecámaras, Consecomercio, y otras tantas instituciones empresariales apoyaron ese planteamiento.
6. Maduro y González afirman estar seguros de la victoria; ambos deberían dar la bienvenida a un proceso de verificación que confirme su posición, y gobernar en conjunto.
Ese planteamiento es quizás una de las cuestiones que más nos hacen dudar de aquellos que (en minoría) no reconocieron los resultados electorales venezolanos.
Se cumple aquello de que ante la Frustración creada por las Plataformas Sociales (y ante las presiones ejercidas por grupos y sectores monopólicos) la irracionalidad no deja lugar al mejor intelecto político. Nos preguntamos si alguna vez en la historia, si al menos en una, en esos países miembros de la OEA cuando han existido fuertes disputas, ataques de violencia instigados y practicados por los propios candidatos presidenciales, acciones que han sido fuertemente criticadas por la comunidad internacional y por supuesto en primer lugar por Venezuela incluida, si algún representante de la OEA ha enunciado semejante frase de incoherencia
¿Es que acaso quien gane una elección presidencial a partir de ahora va a compartir el poder con el que, de los que no ganaron, es el único que alimentó, y sigue llamando a la violencia, hasta declarar que no cesará esa violencia hasta el triunfo final? Semejante muestra de vaciamiento político, no solo es incoherente, es alarmante.
A pesar de las matrices de opinión desfavorables al gobierno venezolano y a la ciudadanía venezolana en su conjunto, incluida la oposición, el sector extremista radical no pudo poner en juego la estabilidad del proceso venezolano.
Conclusiones
La rápida reacción de las estructuras cívico-militares, puestas en práctica por los poderes públicos venezolanos, impidió el logro del objetivo inicial de las fuerzas reaccionarias durante el Golpe de Estado: el apagón general, que de producirse, hubiera imposibilitado demostrar la veracidad de los resultados en el acto de votación.
Desde la extrema derecha internacional se apeló a la modalidad de judicialización de la política, intentando, fallidamente, poner en jaque a los poderes públicos venezolanos, destacándose la actuación de esos poderes, incluida la Fuerza Armada Nacional Bolivariana que, de manera general y reiterada, dio el apoyo al presidente Maduro y participó eficazmente en el Plan República.
Los sectores reaccionarios intentaron quebrantar a Venezuela por medio de la OEA, mediante la unión de varios países al estilo del fracasado Grupo de Lima; en respuesta el Gobierno del presidente Nicolás Maduro impulsó las siete transformaciones presentes en el Plan de la Patria, y cuenta con el apoyo de la inmensa mayoría de sus ciudadanos (comprendida la casi totalidad de la oposición).
Venezuela fue invitada por Rusia a participar en la Cumbre de los BRICS, con lo cual se pudiera contrarrestar también uno de los objetivos del Golpe de Estado: impedir que los recursos económicos se compartan para beneficio mutuo, venezolano y de otras potencias como Rusia y China. Con la entrada posible de Venezuela a los BRICS, el efecto sancionador de las medidas unilaterales carecería casi de lógica.
Como expresó el presidente, Nicolás Maduro, al cierre de su campaña, desde la misma tribuna en la que habló por última vez el presidente Chávez: “Todo eso y más le debe Venezuela al Socialismo cristiano y al pensamiento bolivariano de Hugo Rafael Chávez Frías, en el aniversario de su 70 Cumpleaños”.
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