Cuadernos de Nuestra América/Nueva Época/No. 013 / octubre-diciembre 2024/
RNPS: 2529 /ISSN: 2959-9849/123 pp.

Contigo o sin ti: la revolución farmacéutica cubana no podía esperar

With you or without you: Cuban pharmaceutical revolution could not wait

Charles Arthur

Escritor, editor e investigador. Fue editor en la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), y trabajó en Programas de desarrollo de Naciones Unidas en Haití y Palestina

Fecha de recepción: noviembre 2024

Fecha de aceptación: noviembre 2024

A finales de la década de 1970, para minimizar el impacto del embargo estadounidense, el Gobierno cubano inició sus primeras inversiones en plantas de producción farmacéutica. Un proyecto de la ONUDI, iniciado en 1978, recurrió a la experiencia de una empresa india, Sarabhai Chemicals, para ayudar a Cuba a crear su primera planta de síntesis química para la producción de productos farmacéuticos genéricos.

En aquella época, el líder cubano Fidel Castro dedicó especial atención a la investigación de vacunas y tratamientos para combatir diversos tipos de cáncer y, en 1981, instaló a seis investigadores cubanos en un pequeño laboratorio en una casa de La Habana. “Solía visitar a los científicos casi todos los días. A menudo venía muy tarde por la noche”, declaró a The Miami Herald, Merardo Pujol Ferrer, director de desarrollo empresarial de Heber Biotec, la empresa comercializadora de productos biotecnológicos cubanos.

En mayo de 1981, los científicos lograron el primer lote de interferón leucocitario, marcando el comienzo de los esfuerzos de Cuba por desarrollar su propia industria biotecnológica. El interferón no resultó ser una cura para el cáncer, como esperaban los médicos, pero sí resultó beneficioso contra la fiebre del dengue que estalló en Cuba en la década de 1980. El pequeño laboratorio de La Habana se modernizó y se convirtió en el Centro de Investigaciones Biológicas (CIB).

El potencial de la biotecnología

A principios de los años ochenta, en todo el mundo se reconocía cada vez más el potencial de la biotecnología. Un grupo de científicos, preocupados por la gran diferencia de conocimientos técnicos entre los países desarrollados y los países en vías de desarrollo, recomendó a la ONUDI que creara un centro internacional en un país en vías de desarrollo para ayudar a cerrar esa brecha.

En una reunión celebrada en Belgrado en diciembre de 1982, los países interesados apoyaron con entusiasmo la iniciativa de la ONUDI de ofrecer subvenciones mediante un proceso de solicitud competitivo para facilitar la creación de un centro de desarrollo biotecnológico.

Se encargó a un comité de expertos, coordinado por la ONUDI, que visitara y evaluara la idoneidad de los países propuestos para albergar el centro internacional: Bélgica, Cuba, India, Italia, Pakistán y Tailandia, y que pasaran de siete a diez días en cada país entre marzo y mayo de 1983.

Una delegación de la ONUDI viajó a La Habana en abril. Sergio Jorge Pastrana era, en aquel momento, jefe del departamento de cooperación internacional de la Academia de Ciencias de Cuba, una institución con rango de ministerio, que se ocupa de todas las actividades científicas y tecnológicas del país. Se le encomendó acompañar a la delegación en las visitas sobre el terreno y le pidieron que sirviera de intérprete cuando la delegación se entrevistó con el presidente Castro.

Lo que Castro dijo a la ONUDI

Pastrana recuerda que durante la reunión Castro dijo: “Acabamos de empezar a construir y, mientras hablamos, se está preparando el terreno con maquinaria pesada...”. Un miembro de la delegación de la ONUDI le interrumpió diciéndole: “Comandante, aún no se ha hecho el análisis. Informaremos pronto y, en un mes más o menos, la Junta decidirá sobre el emplazamiento... Por favor, no se apuren”.

Según cuenta Pastrana, Castro respondió: “Está bien, no se preocupe. Si ustedes deciden que La Habana sea su sede, compartiremos el Centro con la ONUDI. Si no, será nuestro. ¿Por qué dudar y esperar, cuando se necesita con tanta urgencia? Cuantos más centros podamos tener, cuanto antes, mejor”.

Cuba sigue adelante

En una reunión de la ONUDI celebrada en Madrid, en septiembre de 1983, se acordó la creación de un Centro Internacional de Ingeniería Genética y Biotecnología, pero no se llegó a acuerdo sobre su ubicación. En esa reunión, Cuba retiró su candidatura para albergar el centro y apoyó la de India. Al mismo tiempo, anunció que abriría su propio centro que, sin duda, cooperaría con el de la ONUDI cuando se materializara.

El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Cuba, que absorbió al anterior Centro de Investigaciones Biológicas, abrió sus puertas el 1 de julio de 1986, con unos 300 empleados. “Este centro es grande, pero espero que los resultados científicos que se obtengan también lo sean”, dijo Castro en la ceremonia de inauguración.

En la actualidad, el CIGB, que emplea a unos 1700 trabajadores, es conocido por su labor innovadora en el desarrollo de vacunas, moléculas terapéuticas y otros productos biotecnológicos. Ha desempeñado un papel crucial en la respuesta de Cuba a diversos retos sanitarios, incluida la pandemia covid-19. El sector industrial biotecnológico y farmacéutico cubano cuenta ahora con 21 centros de investigación y 70 fábricas, bajo la sombrilla de BioCubaFarma.

El centro internacional propuesto, el Centro Internacional de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIIGB), fue finalmente coauspiciado por Italia e India, con sedes en Trieste y Nueva Delhi (Pornchai Matangkasombut, que escribe en el Asian Pacific Journal of Allergy and Immunology, ofrece los detalles de cómo se tomó la decisión). Finalmente, el centro empezó a funcionar como programa especial de la ONUDI en 1987. En 1994 se convirtió en una organización internacional independiente.

Agradezco a Sergio Jorge Pastrana, hasta hace poco embajador de Cuba en Barbados, que haya completado algunas lagunas en la historia de la participación de la ONUDI en la pionera industria farmacéutica cubana.

Más información:

Burki, T. (2021). Behind Cuba's successful pandemic response, https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33773131/

Cárdenas O’Farrill, A. (2018). How Cuba Became a Biopharma Juggernaut. https://www.ineteconomics.org/perspectives/blog/how-cuba-became-a-biopharma-juggernaut#:~:text=In%20the%201960s%2C%20the%20government,investments%20in%20pharmaceutical%20production%20plants

Jiménez, Marguerite R. (2011). Cuba’s Pharmaceutical Advantage. https://nacla.org/article/cuba%E2%80 %99s-pharmaceutical-advantage

Larsen, J. (2021). Covid-19: Long-term support for biotech yields vaccine promise in Cuba. https://www.unido.org/stories/covid-19-long-term-support-biotech-yields-vaccine-promise-cuba