Nueva Época
Número 02
Doctora en Economía Política del Desarrollo y Economista. Docente Investigadora de la Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, México.
e-mail: eximi@hotmail.com; elsa.roncal@correo.buap.mx Numero ORCID: 0000-0002-3409-3837
En esta investigación se hace un riguroso recorri- do sobre el desenvolvimiento de la Alianza del Pa- cífico (AP) centrada en sus principales dimensiones empresariales. Se analizan sus objetivos, estructura institucional y avances de las decisiones presidencia- les; el Consejo Empresarial como principal actor de la AP, la integración financiera y el mercado bursátil de la Alianza. Se utilizó el método cualitativo-propo- sitivo para el análisis de los documentos revisados. Los resultados destacaron el carácter empresarial de la AP como dispositivo de los intereses del capital transnacional. En la conclusión se reflexiona sobre los posibles avances de la AP y su respuesta ante la situación histórica de la COVID-19 que refuerza las decisiones del capital privado en el organismo.
Palabras clave: Alianza del Pacifico, integración, Consejo Empresarial de la Alianza del Pacifico.
Abstract:
This research is a rigorous review of the deve- lopment of the Pacific Alliance (PA) focusing on its main business dimensions. It analyzes its objectives, institutional structure and progress of presidential decisions; the Business Council as the main actor of the PA, the financial in- tegration and the stock market of the Alliance. The qualitative-propositive method was used to analyze the documents reviewed. The results hi- ghlighted the entrepreneurial character of the PA as a device for the interests of transnational ca- pital. The conclusion reflects on the possible ad- vances of the PA and its response to the historical situation of COVID-19 that reinforces the deci- sions of private capital in the organization.
Key words: Pacific Alliance, integration, Paci- fic Alliance Business Council.
Con características similares al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), pero con mayores niveles de subordinación a los esque- mas hegemónicos y de control territorial, y con el propósito de contrarrestar y frenar los procesos de integración regionales denominados autóno- mos que se desarrollaban en América Latina y el Caribe desde la primera década del siglo XXI, en 2010 se iniciaban las negociaciones en el marco del Arco del Pacífico que daría origen en el 2011 a la Alianza del Pacífico (AP) (Roncal, 2018).
Desde su creación, la Alianza del Pacifico se proclamaba como un proyecto innovador que te- nía entre sus objetivos el convertirse en un refe- rente histórico del Regionalismo en Latinoamé- rica (Pastrana, 2015:p.53.). “Sus líderes aclaman el “pragmatismo” de la AP como algo novedoso y cuya innovación constituye además una clave para un éxito que no lograron los proyectos que se desarrollaron en las dos etapas previas al regio- nalismo latinoamericano”
Sin embargo, el Regionalismo Latinoamericano propuesto por la Alianza del Pacífico dista mucho de ser un proyecto innovador, sus principales ca- racterísticas de libre comercio, libre flujo de capi- tales y de apertura a las inversiones (sobre todo norteamericanas) están en concordancia con los postulados del Regionalismo Abierto de la Comi- sión Económica para América Latina (CEPAL) y, sobre todo, como una versión actualizada a los tiempos contemporáneos del proyecto norteame- ricano del Área de Libre Comercio de las Améri- cas (ALCA) con el cual Estados Unidos pretendía establecer un área de libre comercio para América Latina y el Caribe. En todo caso, lo novedoso de la AP es la idea de constituir la primera iniciativa dirigida a articular posiciones comunes frente a los países de Asia y el Pacífico (Roncal, 2018).
El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Eco- nómica (TPP por sus siglas en inglés) fortalece- ría una vez más a EE.UU. (sin China) para defi- nir las reglas comerciales del siglo XXI, sobre todo
en una región con tanto dinamismo como la de Asia-Pacífico. Pese a la salida de Donald Trump del TPP y su proteccionismo económico, la Alian- za del Pacífico ha continuado en el camino.
Tanto del Regionalismo Latinoamericano como del Regionalismo Abierto pretendieron conciliar, por un lado, la interdependencia resultante de los pactos de libre comercio y, por otro, las inter- dependencias impuestas por las condiciones de mercado resultante de la liberalización del comer- cio en general, donde los proyectos de inserción a la economía mundial debían ser compatibles con políticas de incremento del libre flujo de capitales, la productividad y la competencia internacional (CEPAL, 1994).
En esta geopolítica de la integración regional impactada por el enfrentamiento de intereses en- tre el proyecto hegemónico de Estados Unidos y los proyectos con características autonómicas, los alcances de la internacionalización de la AP
—abierta y liberal— daban impulso a una regio- nalización funcional a las empresas transnaciona- les que establecía las condiciones de ocupación de los territorios ricos en recurso naturales, la viola- ción de la soberanía y la restricción de ejecución de políticas nacionales de gobierno.
En los hechos, la AP sería la plataforma para articular a América Latina y el Caribe (ALC) con inversores internacionales y de fácil intervención a los intereses norteamericanos. Así, la integra- ción abierta se posicionaría como un gestor de los mercados internacionales hacia esquemas de libre mercado respondiendo, por un lado, a las exigen- cias que plantea la acumulación del capitalismo mundial y, por el otro, en alianza no solo de cua- tro países, sino también con Estados Unidos.
Desde una perspectiva global, la AP podría in- tegrarse de una manera más rápida a mega blo- ques de libre comercio como el que puede sur- gir de una articulación entre el Tratado de Libre Comercio entre la UE y EU (Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP) y el Acuerdo Transpacífico (Trans-Pacific Partnership, TPP).
Así como a las instituciones de gobernanza re- gional económica de Asia-Pacífico, verbigracia, el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC por sus siglas en inglés). (Pastrana, 2015: p. 58).
Sin cuestionar el orden de periferia en el orden mundial y el papel en la división internacional del trabajo (Merino, 2017), la CEPAL con el Regio- nalismo Abierto pretendió redefinir el rumbo de la integración latinoamericana e incorporarla a las nuevas características de la reestructuración capitalista: la desaparición del mundo bipolar; la concentración económica del norte; desarrollo sostenido del sistema Asia-Pacífico; la creación del NAFTA; las nuevas características de la inte- gración europea y su penetración en el comercio mundial.
Acompañada de políticas de apertura hacia el mundo, con lo cual supuestamente ALC se forta- lecería ante la existencia de los diversos bloques económicos y tendría la posibilidad de hacer fren- te a mecanismos como el comercio discriminato- rio y el elevado proteccionismo por parte de los países centrales (Roncal, 2014), el Regionalismo Abierto concebía a la integración como un proce- so netamente comercial orientada en la liberación de los mercados, la promoción de las exportacio- nes y de las inversiones internacionales, y en el libre mercado, “en la integración de las cadenas globales de valor dominadas por el capital trans- nacional” (Merino, 2017: 19).
Con el argumento de transformar el hemisfe- rio en un área de libre comercio desde Alaska a Tierra de Fuego, la fórmula ALCA fue presentada en el año 1990 por el entonces presidente nortea- mericano George W. Bush también como una no- vedosa propuesta de integración económica. La reestructuración del Sistema Interamericano te- nía claridad en sus objetivos de liberalización del comercio y la apertura a las inversiones particu- larmente estadounidenses mediante un proyecto en el cual se constituiría la zona de comercio más grande del mundo.
El liderazgo de Estados Unidos para confor- mar el ALCA lo colocaría en una posición de po- der extraordinaria en las negociaciones con otros bloques comerciales, tal como expresara Collin Powell al Wall Street Journal en 2001: “Nuestro objetivo con el ALCA, es garantizar para las em- presas norteamericanas, el control del territorio que va desde el polo Ártico, hasta la Antártica y el libre acceso sin ningún obstáculo o dificultad a nuestros productores, servicios, tecnología y ca- pital en todo el hemisferio”.
El Área de Libre Comercio operaría de acuer- do con las reglas multilaterales y con apego a las estipulaciones del Acuerdo General sobre Aran- celes Aduaneros y Comercio (GATT) y de la Or- ganización Mundial del Comercio (OMC), aun- que también se consideraba que las decisiones de los acuerdos comerciales seguirían siendo un de- recho soberano de cada país. Las estrategias pro- puestas sobre las cuales se discutirían en las me- sas de trabajo —acceso a mercados, inversiones, políticas de competencia, servicios, derechos de propiedad y servicios públicos— definieron los alcances del ALCA al imponer el orden económi- co neoliberal en todos los países del hemisferio, otorgar privilegios extraordinarios, permanentes y definitivos a las empresas trasnacionales, y eli- minar categóricamente la soberanía de los esta- dos nacionales (Roncal, 2014). Como bien señala Pastrana (2015), de haberse concretado, la pro- puesta estadounidense del ALCA habría sido la cúspide del Regionalismo Abierto.
Al igual que lo que hoy se plantea en la Alian-
za del Pacífico, en la Iniciativa para las Américas, los alcances se orientaban a la regionalización fun- cional de las empresas transnacionales mediante la ocupación de los territorios ricos en recursos natu- rales, violación de la soberanía y la restricción de ejecución de políticas nacionales de gobierno.
Así la Alianza del Pacífico, de la mano de Washin- gton y bajo el cobijo de la tripe alianza ALCA, TLC y capital empresarial transnacional presentada con fines comerciales para avanzar progresivamente en
la liberalización de bienes y servicios, las inversio- nes y los derechos de propiedad intelectual, es tam- bién “una figura específica de control territorial, de ciertos procesos y de ciertas riquezas. Muy particu- larmente es el brazo territorial para avanzar, lo que no lograron concretar con ALCA, en un corredor de seguridad para Estados Unidos que constituye una amenaza para otros procesos en la región” (Ceceña, en Arellano, 2014).
La AP “es una apuesta geoestratégica funda- mental en un nuevo escenario mundial que vuelve a poner a la región en una encrucijada histórica” (Merino, 2017: p. 20) apoyada por su rápido avan- ce y una campaña comunicacional de grandes ex- pectativas, la AP se constituía en la nueva fuerza motora de acciones estratégicas neocoloniales del capital transnacional en las nuevas dinámicas del sistema mundo capitalista y de sistematización del pensamiento geopolítico transcontinental (Roncal, 2018).
A pesar de la profunda crisis que se vive en Chi- le “donde el pueblo mapuche, los estudiantes y las mujeres exigen transformaciones profundas del modelo económico chileno, cansados de la in- mensa desigualdad, la carencia de empleos y de oportunidades, donde las pensiones, la salud y la educación son privadas sin posibilidad de acce- so a la mayoría social” (Roncal, 2020). Golpeada también por una profunda crisis política y so- cial, y con una tasa de mortalidad per cápita por COVID-19 más alta del mundo, Colombia “sirve como base clave para las maquinaciones militares y de política exterior estadounidenses en Suda- mérica” (James, 2020) Perú, “un país desangrán- dose por el neoliberalismo y sus ejecutores divi- didos por trasnacionales y mafias empresariales o criminales, que se reparten el país, una pande- mia con la mortalidad más alta del mundo” (Lora, 2020) y México que le apuesta a una cuarta trans- formación con el objetivo de construir “un nuevo ordenamiento político y de convivencia acompa- ñado de un modelo viable de desarrollo económi- co” (López, 2019: 63).
La investigación analiza de forma rigurosa el de- senvolvimiento de la Alianza del Pacífico desde su puesta en marcha en el 2012 a partir de lo que se considera son sus principales dimensiones. El traba- jo aspira a aportar al análisis crítico de un espacio de integración latinoamericano promovido por Es- tados Unidos, nación que se ostenta como el garante del sistema mundial y del ideal del libre comercio en un marco de contradicciones entre el utilitaris- mo y el multilaterismo encaminados, cuando así lo conviene, a conciliar con sus intereses nacionales (Roncal, 2018), transgrediendo incluso la capacidad reguladora de los Estados Nación al incorporar en sus acuerdos temas como las compras gubernamen- tales, servicios, inversiones, derechos de propiedad intelectual y acceso a la información.
lativos de Colombia, Chile, México y Perú.
“La Alianza del Pacífico (AP) ha sido postulada por políticos y analistas como una fuerza contra- ria al Mercado Común del Sur (Mercosur)” (Turzi, 2015), asimismo como “una respuesta a la creación de la UNASUR encabezada por Brasil” (Zibechi, 2013) en el marco de una visión geopolítica funda- mentada en el liberalismo económico que pretendía convertirse en el vínculo entre el Norte y el Sur. Este “nuevo agrupamiento sería pragmático en lo políti- co, abierto en lo comercial, liberal en lo financiero y más funcional a los intereses de Estados Unidos en lo geopolítico” (Turzi, 2015), priorizando las arti- culaciones empresariales en un intento de “paraliza- ción” de la integración regional (Karg, 2014).
“La Alianza del Pacífico es fundamentalmente una alianza político-militar, aunque se le pretenda presentar como meramente económica” (Boron, 2013), que debe cumplir funciones de contrapeso a la integración latinoamericana antiimperialista. La AP, dice Emir Sader (2014), “es la versión para el siglo XX de otros proyectos fracasados de Estados Unidos para intentar de extender a todo el conti- nente en un área de libre comercio”. La AP resca- ta, por un lado, los ejes del regionalismo abierto y, por otro, se situaba a “favor de una mayor cercanía geopolítica a Estados Unidos en particular y a Oc- cidente en general” (Merino, 2017: 24).
Con esta base, la AP operaría en tres sentidos: como bastión de defensa de las políticas neolibe- rales; como respuesta a la propuesta antisistémica, anticapitalista y antiimperialista del ALBA-TCP y como “una instancia para tratar de instituciona- lizar un espacio regional a partir del cual nego- ciar con los países del Asia Pacífico, en particular con China” (Briceño, 2010: 55) y al mismo tiempo “centrada, como tal, en la libertad de comercio, la atracción a las inversiones extranjeras, los acuer- dos de libre comercio, la explotación de las venta- jas comparativas (fundamentalmente la explota- ción de recursos naturales) y el desarrollo puesto
en relación con la integración en el capitalismo global del siglo XXI” (Merino, 2017: 24).
En 2011, los entonces presidentes Alan García Pé- rez (Perú), Sebastián Piñera (Chile), Juan Manuel Santos (Colombia) y Felipe Calderón (México) de- ciden conformar un Área de Integración Profunda a través de un proceso de articulación política, eco- nómica y de cooperación e integración en América Latina. En la Primera Declaración Presidencial de la Alianza del Pacífico los presidentes deciden:
Establecer la Alianza del Pacífico para la con- formación de un área de integración profunda (sin especificar los niveles de profundidad) en el marco del Arco del Pacífico Latinoamericano, que aliente la integración regional, así como un mayor crecimiento, desarrollo y competitividad de nuestras economías. A tal efecto, expresamos nuestro firme compromiso de avanzar progresi- vamente hacia el objetivo de alcanzar la libre cir- culación de bienes, servicios, capitales y personas (Presidentes de la Alianza del Pacífico, 2011: 1).
En el Art. 3 del Acuerdo Marco se establecieron tanto los objetivos como las principales acciones de este mecanismo, los cuales se muestran en la tabla 1. Para Zibechi (2013), la Alianza del Pacífico conjuntó tres objetivos: Uno, sujetar a los países
Alianza del Pacífico: objetivos y acciones | |
Objetivos | Acciones |
Construir un área de integración profunda y avan- zar de manera progresiva hacia la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas.
Impulsar el crecimiento, desarrollo y la competiti- vidad entre los Estados Parte para alcanzar un mayor bienestar.
Constituir a la AP en una plataforma de articu- lación política, de integración económica y comercial con proyección al mundo con énfasis en la región de Asia Pacífico.
Liberalización de bienes y servicios para la conso- lidación de una Zona de Libre Comercio entre los países miembros.
Libre circulación de capitales, promoción del comer- cio y de las inversiones entre las Partes
Libre circulación de las personas a través de la coo- peración entre autoridades migratorias y consulares.
Fortalecimiento de la seguridad pública y procura- ción de justicia mediante la coordinación de tareas para la contención de la delincuencia organizada transnacional.
Desarrollo de mecanismos de cooperación e impul- so a la Plataforma Continental del Pacífico.
del Pacífico como exportadores de bienes natu- rales, consolidarlos como países sin industria y enormes desigualdades y, por lo tanto, con cre- cientes dosis de militarización interna. Dos, im- pedir la consolidación de la integración regional y aislar a Brasil, pero también a Argentina y Vene- zuela. Tres, y esto nunca lo dicen sus defensores: formar la pata americana de la Alianza Transpa- cífico (TPP, por sus siglas en inglés), que Estados Unidos pretende convertir en el brazo económico de su megaproyecto militar para contener a China (en línea).
La AP definió dos tipos de estatus: la de miem- bro pleno y el de país observador. El requisito para ser miembro pleno o para participar como observador en el organismo, además de que los candidatos tengan vigente un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, los países deben contar con una estructura de democracia sólida y de Estado de Derecho con presidentes elegidos periódicamente. Una democracia que refuerce el despliegue del proyecto norteamericano.
Forman parte del organismo: Chile, Colombia, México y Perú. Bajo el estatus de Candidatos a Estado Asociado (CEA) se encuentran: Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Singapur, Corea y Ecua- dor. Actualmente la AP cuenta con más de 59 paí- ses en calidad de Observadores.
En cuanto a su estructura institucional, la AP estableció en su Tratado Constitutivo las siguien- tes instancias de toma de decisiones:
Las Cumbres y Reunión de Presidentas y Pre- sidentes de los Estados Miembros son, las instan- cias políticas de más alto nivel cuya coordinación la realiza la Presidencia Pro Tempore, misma que se ejerce anualmente y en orden alfabético.
La Presidencia Pro Tempore que ejerce como representante del organismo en asuntos y áreas de interés común es responsable de organizar tanto la agenda como el calendario de actividades de los distintos órganos de la Alianza.
El Consejo de Ministros donde participan las y los Ministros de Relaciones Exteriores y de Comercio
Exterior como órganos ejecutivos, responsables de hacer cumplir los Mandatos Presidenciales, así como de definir los lineamientos políticos de la AP en su relación con terceros Estados o esquemas de integra- ción; define los grupos de trabajo que considere per- tinentes para el logro de los objetivos y la realización de las acciones establecidas para tal fin.
El Grupo de Alto Nivel (GAN), como órgano técnico de la AP, es conformado por los Vicemi- nistros de Relaciones Exteriores y Viceministros de Comercio Exterior. El GAN se encarga de rea- lizar seguimiento para el cumplimiento de los compromisos de la AP y los avances de los Gru- pos Técnicos.
Los Coordinadores Nacionales, cuya función es la misma que realizan los integrantes del GAN.
Los Grupos técnicos: la AP cuenta con 29 grupos de trabajo, tienen como responsabilidad la ejecución de los distintos mandatos presiden- ciales, de los cuales el Grupo de Relacionamiento Externo (GRE) es el encargado de consolidar una agenda de trabajo con los Estados observadores, terceros Estados y otros foros regionales, hacien- do énfasis en Asia-Pacífico.
En su desenvolvimiento y en el marco de la XI reunión de Grupos Técnicos y XVII Reunión del Grupo de Alto nivel de Alianza Pacífico, y como parte del proceso de cooperación regulatoria se suscribe en junio de 2013 el Acuerdo Interinsti- tucional de Cooperación entre las Autoridades Sanitarias de los Países de la Alianza del Pacífico, documento que define las bases de cooperación para facilitar los procesos de registro sanitario de medicamentos y de certificación de Buenas Prác- ticas de Manufactura de Medicamentos de sín- tesis química (Alianza del Pacífico, 2013). En el 2014 inicia la prueba piloto en nueve laboratorios mexicanos y en 2015 el mismo proceso se aplicó en siete laboratorios colombianos.
El 10 de febrero de 2014, los países miem- bros suscriben un —“Protocolo Adicional”— al Acuerdo Marco con la finalidad de profundizar y establecer la hoja de ruta del organismo. El 1ro
de mayo de 2016 entra en vigor el Documento, en cuyas Disposiciones Generales, las Partes deciden apegarse al Artículo XXIV del Acuerdo General so- bre Aranceles Aduaneros y Comercio de 1994 y al Artículo V del Acuerdo General sobre el Comer- cio de Servicios para establecer una Zona de Li- bre Comercio (Alianza del Pacífico, 2014). El Pro- tocolo Adicional señala que los países AP deben armonizar sus disposiciones y definir estándares comunes, específicamente en las áreas comercia- les con lo cual debía avanzarse en: “incrementar el comercio y la inversión intra-Alianza del Pacífico; lograr economías de escala y desarrollar cadenas de suministro más integradas respondiendo a las nuevas formas de organización de la producción mundial; e impulsar una mayor integración co- mercial en la región con miras a alcanzar niveles más elevados de competitividad en los mercados de terceros países, con especial énfasis en los del Asia-Pacífico” (Alianza del Pacífico, 2014: 1).
Los lineamientos del Protocolo Adicional con-
tienen 19 capítulos, 16 destinados a las áreas es- tratégicas comerciales, como: Acceso a merca- dos; Reglas de origen; Facilitación del comercio y cooperación aduanera; Medidas sanitarias y fitosanitarias; Obstáculos técnicos al comercio; Contratación pública; Comercio transfronteri- zo de servicios; Inversión; Servicios financieros; Servicios marítimos; Comercio electrónico; Tele- comunicaciones; Transparencia; Administración del Protocolo Adicional y Solución de diferencias. El Protocolo Adicional sentaría también las ba- ses para el establecimiento de reglas dirigidas a la armonización y tratamiento de temas como “ser- vicios profesionales, los servicios de offshoring, los servicios de telecomunicaciones, los servicios de transporte, entre otros” (Consejo Empresarial
de la Alianza del Pacífico, 2016: 20).
El Protocolo Adicional estableció la redefini- ción de los requisitos de la norma de origen y des- de el 1ro de mayo de 2016, 92% de los produc- tos comerciados entre los cuatro países quedaban libres de aranceles, se otorgó un plazo de 3 a 7
años para que los productos restantes pudiesen eliminar sus aranceles, así como un calendario de desgravación hasta de 17 años de un porcentaje reducido de productos considerados altamente sensibles como el azúcar que fue excluida del tra- to preferencial (Alianza del Pacífico, 2014), ele- mentos considerados como importantes por su capacidad para adaptarse a las cadenas globales de valor, así como para dar impulso a los encade- namientos productivos y la radicación de inver- siones (Zelicovich y Actis, 2013).
En 2014, en la Vigésima Conferencia de las Par- tes de la Convención Marco de las Naciones Uni- das sobre Cambio Climático y la Décima Confe- rencia de las Partes en calidad de reunión de las Partes del Protocolo de Kyoto celebradas en Perú, la y los Mandatarios a través de Declaración de los Presidentes de la Alianza del Pacífico en materia de Cambio Climático en la COP 20/CMP 10 ma- nifestaron su decisión de trabajar en el marco de la AP: con iniciativas que contribuyan a la miti- gación y adaptación del cambio climático y al de- sarrollo sustentable, en particular en intercambio de experiencias, colaboración técnica, transferen- cia e integración tecnológica y planes conjuntos bilaterales o multilaterales, aprovechando la Pla- taforma de Cooperación que hemos construi- do y la experiencia de nuestra Red de Investiga- ción Científica en Materia de Cambio Climático (RICCC) (Presidenta y Presidentes de la Alianza del Pacífico, 2014: 1).
Los países de la Alianza decidieron la creación de una Red de Investigación del Cambio Climáti- co integrada por un Comité Científico cuya fun- ción sería coordinar la investigación de las políti- cas del proyecto “Monitoreo de la biodiversidad: una nueva generación para contribuir a los proce- sos de adaptación y mitigación del cambio climá- tico” (CEAP, 2018).
Al respecto, Zibechi (2013) señalaba que “los cuatro presidentes de la alianza hicieron anuncios ridículos” (en línea) al referirse a la creación de un fondo de un millón de dólares (250 000 dólares por
país) “para brindar apoyos a proyectos contra el cambio climático, a favor de la ciencia y la tecnolo- gía, las pymes y el desarrollo social”
Más allá de los aspectos mencionados, el valor central de la AP ha sido el vínculo del comercio, la producción y los servicios, así como las cadenas globales de valor y la segmentación geográfica de la producción que apuntaba a la inserción de las empresas locales y una mayor participación de las economías locales. Sin embargo, no puede negar- se su gran valor geoestratégico, ya que debía opera como: engranaje para constituir en la práctica un área de libre comercio a lo largo de toda la costa del Pacífico del hemisferio americano, desde Alas- ka hasta la Patagonia (con excepción de Ecuador), porque los cuatro fantásticos de la Alianza tienen TLC con Estados Unidos, Canadá y Centroaméri- ca. Esa es su mayor afinidad, sirve además de base territorial para el temido y obscuro TPP (Trans- PacificPartnership) aislando a Brasil y partiendo a América Latina en dos (Bedoya, 2015).
Alianza del Pacífico: Cumbres Presidenciales | ||
Cumbres | Documento Suscrito | Definiciones Relevantes |
XV Cumbre 2020 Virtual | Declaración de Santiago | -Destacan el impulso a la Transformación Digital de la Alianza del Pacífico. suscrita el 25 de septiembre de 2019. |
XIV Cumbre 2019 Perú | Declaración de Lima | -Los Mandatarios destacan el inicio del funcionamiento del Consejo de Cooperación. les de la Alianza del Pacífico. |
Entra en vigor del Fondo de Cooperación, así como la puesta en marcha del Consejo de Cooperación.
Los mandatarios suscriben la Declaración sobre el desarrollo del mercado digital y la Declaración sobre igualdad de género.
Deciden adoptar una Hoja de Ruta de la Declaración Presidencial sobre la Gestión Sostenible de Plásticos.
Destacan la adopción de la Declaración Conjunta sobre una Asociación entre los Estados parte del Acuerdo Marco de la AP y la Unión Europea,
Destacan la entrada en vigor del Acuerdo para el establecimiento del Fon- do de Cooperación de la AP.
Destacan la publicación del Índice de Políticas Públicas para el Desarrollo de la Pyme, así como la Guía de Contrataciones Públicas de la AP.
Destacan la suscripción del Memorando de Entendimiento para la Creación de la Red de Plataformas Tecnológicas para Trámites Empresaria-
Hasta la fecha, la Alianza del Pacífico ha rea- lizado 15 cumbres, más de trece Reuniones Mi- nisteriales, así como distintas reuniones de los Grupos de Alto Nivel (GAN) y Rondas de Nego- ciación de los Grupos Técnicos, en cada una de ellas se han emitido declaraciones en las cuales los Presidentes reconocen y destacan los avances del desenvolvimiento del organismo y exponen sus mandatos a las distintas instancias del orga- nismo.
Las Cumbres Presidenciales
Los Mandatarios del organismo han refrenda- do a la AP como parte de la red global del capita- lismo, de dominio del capital transnacional y su compromiso de incrementar y brindar garantías a la inversión extranjera, enfatizando la democracia del mercado “y la integración en los organismos políticos internacionales bajo la influencia decisi- va de Occidente” (Merino, 2017: 32).
Como resultado de las Cumbres Presidenciales se destacan las siguientes definiciones relevantes:
Cumbres | Documento Suscrito | Definiciones Relevantes |
- Destacan el apoyo financiero y de capacitación del Banco de Desarrollo de Latinoamérica (CAF) para la internacionalización de las PYMES de los países AP. | ||
XIII Cumbre 2018 México | Declaración de Puerto Vallarta | Acuícola de la AP con el objetivo de potenciar la oferta exportable. |
XII Cumbre 2017 Colombia | Declaración Final | del Pacífico (IFIAP). |
XI Cumbre 2016 Chile | Declaración de Puerto Varas | -La Suscripción del Memorándum de Entendimiento sobre el Procedimien- to Acelerado de Patentes. |
X Cumbre 2015 Perú | Declaración de Paracas | lización y la inserción de las PYMEs en las cadenas globales de valor. |
Las y los Mandatarios celebran los siete años de la AP.
Destacan la creación de la Comunidad Mujeres Empresarias la AP.
Destacan los avances en la integración financiera de la AP y la eliminación de barreras a la inversión a los Fondos de Pensiones para su participación en los mercados de capitales regionales.
Celebran la adopción para la regulación de Fintech promotores de servi- cios financieros basados en innovaciones tecnológicas.
Destacan la creación de una Red de Centros de Investigación Pesquera y
Las y los Mandatarios reconocen los avances y logros de la AP e instru- yen la realización de un análisis para la proyección estratégica al 2030 de la Alianza en coordinación con el sector privado de los países miembros.
Destacan el primer año de la puesta en marcha de la zona de libre comercio a través de la implementación del Protocolo Adicional al Acuerdo Marco.
Destacan la consolidación de la Plataforma de Movilidad Estudiantil y Académica y el otorgamiento de 1.440 becas.
La implementación del Acuerdo sobre el Procedimiento Acelerado de Patentes.
La creación de la Iniciativa de Facilitación de las Inversiones de la Alianza
Los Mandatarios destacan los avances de la AP en materia de integración económica y financiera.
Destacan el Acuerdo Institucional sobre la implementación de un Mecanis- mo de Consulta de Información con fines Migratorios.
La institucionalización de la Plataforma de Movilidad Estudiantil Académica y el otorgamiento de 1.200 becas en un periodo de tres años.
La consolidación del Fondo de Capital Emprendedor para el acceso al financiamiento de las PYMES.
Se destacan los avances para la creación de un fondo de infraestructura.
Se destaca la Reunión de Ministros de la Alianza del Pacífico y la Asocia- ción de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) como apertura a un nuevo espacio de cooperación entre ambos mecanismos.
Se celebra la Reunión Ministerial Informativa de la AP y el Mercosur de- sarrollada, así como la realización del seminario “Diálogo sobre Integración regional: AP y Mercosur”, ambas en 2014.
Destacan la firma del Acuerdo Marco de Cooperación para el Apoyo Fi- nanciero a las empresas de los países AP.
Destacan la creación de los Grupos Técnicos de Desarrollo Minero, Res- ponsabilidad Social y Sustentabilidad y de Educación.
Celebran la realización del estudio de la OCDE para la internaciona-
Cumbres | Documento Suscrito | Definiciones Relevantes |
IX Cumbre 2014 México | Declaración de Punta Mita | |
VIII Cumbre 2014 Colombia | Declaración de Cartagena de Indias | Marruecos y Singapur, que fueron aceptados durante la Cumbre. |
VII Cumbre 2013 Colombia | Declaración de Cali | e implementación de un plan con acciones conjuntas y de cooperación entre las oficinas de propiedad intelectual. |
VI Cumbre 2013 Chile | Declaración de Santiago |
Celebran el inicio de trabajos con la OCDE, como facilitadora para el de- sarrollo de políticas de competitividad e internacionalización de las PYMES, en la promoción de sus exportaciones y su incorporación en las cadenas globales de valor.
Se destacan los cuatro pilares de la Alianza del Pacífico: circulación, coo- peración, integración profunda en América Latina y fortalecimiento de la integración en el marco del regionalismo abierto.
Se presenta el programa de trabajo del Grupo Técnico de Innovación.
Bélgica y Trinidad y Tobago se incorporan como Estados Observadores.
Suscriben el Protocolo Adicional al Acuerdo Marco de la AP que se cons- tituye el instrumento para la liberalización de personas, bienes, servicios e inversiones.
Destacan el otorgamiento de 258 becas en 2013 a estudiantes de pre y pos- grado de los cuatro países de la Alianza.
Destacan el lanzamiento de la “Guía del Viajero de la Alianza del Pacífico”, con la finalidad de facilitar el movimiento de personas.
Destacan la implementación de la plataforma de interoperabilidad de Ven- tanillas Únicas de Comercio Exterior para facilitar los trámites derivados del comercio entre las Partes.
Se incorporan como Estados Observadores: Alemania, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Italia, Países Bajos, Reino Unido, Suiza, Turquía, Fin- landia, India, Israel, Marruecos y Singapur, así como Finlandia, India, Israel,
Resaltan los avances en las negociaciones en materia arancelaria, Reglas de Origen, Facilitación de Comercio y Cooperación Aduanera, Medidas Sani- tarias y Fitosanitarias, y Obstáculos Técnicos al Comercio.
Celebran la suscripción del Acuerdo para el establecimiento del Fondo de Cooperación de la AP.
Celebran la puesta en marcha del proyecto Sinergia entre los países de la AP para el mejoramiento de la competitividad de las Mipymes.
Destacan la creación de la “Red de Investigación Científica en materia de Cambio Climático”.
Anuncian el lanzamiento del Portal de la Alianza en internet, así como una cuenta oficial en Twitter tanto en español como en inglés.
Instruyen al Grupo de Trabajo sobre Propiedad Intelectual la preparación
Los Mandatarios ratifican los acuerdos realizados por los Viceministros del Grupo de Alto Nivel, resaltan el avance de las negociaciones en materia de liberalización arancelaria.
Proponen agilizar la puesta en marcha del Fondo Común de Cooperación de la AP.
Destacan la reunión sostenida con el Consejo Empresarial de la AP y el avance de la vinculación con el sector privado.
Japón y Guatemala son aceptados como Socios Observadores.
Cumbres | Documento Suscrito | Definiciones Relevantes |
V Cumbre 2012 España | Declaración de Cádiz | vinculación entre el organismo y el sector privado. |
IV Cumbre 2012 Chile | Declaración de Paranal | -Los Mandatarios instruyen avanzar en las negociaciones sobre eliminación de aranceles y reglas de origen, incorar la acumulación de origen. entre América y el Asia Pacífico. |
III Cumbre 2012 | Declaración de la Cumbre Virtual | |
II Cumbre 2011 México | Declaración de Mérida | mentación local de Ventanillas Únicas. |
I Cumbre 2011 Perú | Declaración Presidencial sobre la Alianza del Pacífico |
Los Mandatarios reafirman a la AP como plataforma estratégica de coordi- nación y de integración económica abierta al libre comercio.
Refrendan el compromiso para terminar las negociaciones en materia de Acceso a Mercados.
En relación con Servicios y Capitales, resaltan el inicio de actividades del Comité Público-Privado, responsable en diseñar estrategias para el aprove- chamiento de los empresarios, de los capítulos de inversión y de servicios tanto en los TLC y Acuerdos Bilaterales de Inversión de los países de la Alianza del Pacífico.
Celebran la constitución del Consejo Empresarial de la AP que robustece la
Los Mandatarios celebran la suscripción del Acuerdo Marco de la Alianza del Pacífico.
Se instruye la creación del Grupo Técnico de Asuntos Institucionales para la negociación de un régimen de solución de controversias.
Se establece una hoja de ruta con acciones concretas, que agregue valor en relación con Medidas Sanitarias y Fitosanitarias.
Establecen un programa conjunto de actividades culturales, priorizan una exposición itinerante, con colecciones de los cuatro países AP que muestre el patrimonio cultural común y la influencia de los intercambios culturales
Se aprueba el Acuerdo Marco de la Alianza del Pacífico.
México anuncia el otorgamiento de visas de negocios gratuitas de la AP, válidas por un periodo de diez años.
Se instruye a los Cancilleres de los Estados Parte a coordinar e impulsar la cooperación en materia de Seguridad Pública.
Los Mandatarios acuerdan el ingreso de Costa Rica a la Alianza del Pacífi- co, con el estatus de país observador.
Se reconoce la suscripción del Memorándum de Entendimiento sobre la Plataforma de Cooperación del Pacifico.
Se instruye a los Ministros de Comercio y Relaciones Exteriores la con- clusión del Acuerdo Marco en un plazo no mayor a seis meses.
Se instruye el inicio de las negociaciones sobre Comercio Electrónico y la evaluación de incorporar en los acuerdos cláusulas de la última generación.
Se instruye establecer un sistema de certificación de origen y dar inicio a la implementación del Operador Económico Autorizado con miras a la imple-
Los Presidentes de Colombia, Chile, México y Perú deciden conformar un área de integración profunda en el marco del Arco del Pacifico Latinoameri- cano llamada Alianza del Pacífico.
Se instruye a los Ministros de Comercio y Relaciones Exteriores la elabo- ración del Acuerdo Marco de la AP considerando la homologación de los acuerdos de libre comercio existentes.
Cumbres | Documento Suscrito | Definiciones Relevantes |
Se instruye la conformación de un Grupo de Alto Nivel a nivel viceministe- rial en las áreas de Relaciones Exteriores y de Comercio Exterior.
Se acepta el apoyo brindado por los organismos financieros internacionales en calidad de observadores.
Con la finalidad de consolidarse como una comu- nidad empresarial mundial, la Alianza del Pací- fico es el único mecanismo que incorpora en su estructura organizacional al sector privado y lo hace a través de un Consejo Empresarial (CEAP), el cual se instituye en 2012 y se le reconoce como un espacio que conjunta un grupo de cuatro hom- bres de negocio/por país de “reconocida trayecto- ria” y presidentes de asociaciones empresariales, con el objetivo de promover a la AP en los países integrantes y en la comunidad empresarial.
Al Consejo Empresarial de la Alianza del Pa- cífico se le atribuye la responsabilidad de sugerir y recomendar a los gobiernos acciones y temas que impulsen la competitividad entre las empre- sas —en el marco de sus áreas principales y estra- tégicas— con el propósito de otorgar facilidades para el comercio, la regulación de la cooperación económico-comercial y aspectos tributarios; así como impulsar el desarrollo de acciones conjun- tas hacia terceros mercados que desde la perspec- tiva empresarial de la AP coadyuvan a una mejor marcha del proceso de integración. La coordina- ción del Consejo es rotativa y en concordancia con la Presidencia Protémpore (Consejo Empre- sarial de la Alianza del Pacífico, 2012).
Según Sergio Contreras, coordinador de los empresarios mexicanos en la Alianza del Pacífi- co, entrevistado por Gabriela Gándara (2020), “el Consejo Empresarial se divide en varios capítulos
o temáticas, cada uno de ellos encabezado por un país distinto. Así, Chile lidera temas como la facili- tación de la inversión, la integración financiera, las compras públicas, el emprendimiento y la innova- ción. Colombia es responsable de temas como el comercio ilícito y el control del contrabando. Mé- xico, por su parte, preside temas de la agenda di- gital o sectores específicos como el de dispositivos médicos y el cosmético, entre otros. Finalmente, Perú lidera la propuesta de ventanillas únicas de comercio interior y la de sistemas de monitoreo de competitividad, así como el apoyo a las pequeñas y medianas empresas, entre otros temas”.
Como una clara muestra de atención a las de- mandas de reproducción del capital, en el Conse- jo Empresarial, la definición de los sectores clave están en función de las oportunidades y ventajas que tengan los inversionistas privados; pero consi- derado también en su agenda, el apoyo a las peque- ñas y medianas empresas a las que consideran de suma importancia para el desarrollo de la región. Por esta razón, se establecieron cuatro entidades de promoción comercial, una por cada Estado parte, que en conjunto se encargan de brindar asistencia y orientación a los inversionistas en el estableci- miento de sus proyectos, organizar seminarios y eventos en diferentes partes del mundo para pro- mover las oportunidades en los países miembros de la Alianza del Pacífico. ProChile, ProColombia, ProMéxico y ProPerú (Muñoz, 2017: 120).
Así como una especie de capítulos nacionales que operan como “oficinas de promoción y también tienen como función expandir las exportaciones,
atraer inversión extranjera directa, la internaciona- lización de empresas nacionales y promocionar la llegada de turistas hacia los países miembros” (Mu- ñoz, 2017: 120).
Con el propósito de impulsar la integración para
un crecimiento productivo, el CEAP en alianza con de la Red Global de PwC escogieron nueve secto- res prioritarios a los que llamaron líderes no solo por su relevancia en la integración de la cadena de valor entre los países AP, sino por su impacto en la productividad y facilitadores para establecer ne-
xos con y entre los negocios globales. La Educación,
Salud, Minería, Manufactura de valor agregado, Petróleo y gas, Electricidad y energías renovables, Servicios financieros, Conectividad física, Conec- tividad digital, son sectores que desde la perspec- tiva del CEAP influyen en las tasas de crecimiento sostenido y en el desarrollo de la productividad, pero fundamentalmente representan importan- tes oportunidades para el sector privado y los go- biernos del organismo (Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico, 2016). El CEAP se afilaba para la ampliación y alcance de sus negocios, re- forzando las exportaciones de los commodities.
En la Dimensión Económica son cuatro los temas estratégicos para los empresarios: Manu- facturas de valor agregado, Petróleo y gas, Elec- tricidad y Energías renovables, y Minería. Las principales áreas de negociaciones del Consejo Empresarial son:
Manufacturas de valor agregado: para pro- mover las inversiones de las empresas multinacio- nales y facilitar su expansión. El CEAP sostiene que las economías AP deben priorizar la produc- tividad a través de potenciar a las industrias ma- nufactureras, para ello delinean las denominadas apuestas estratégicas en el sector manufacturero y “tienen como objetivo las áreas que contribuyen y se benefician de la productividad intelectual” (CEAP, 2016: 65).
Para el Consejo (2016), las apuestas estratégicas para el sector manufacturero son las siguientes: cambiar el enfoque de producto a proveedor de
soluciones; formar asociaciones no tradicionales; cambio a productos de alta tecnología, formación de clústeres de proveedores regionales industria- les; extensión de la cadena de valor y el uso de tecnologías avanzadas de manufactura que agilice la producción, los costos y diseños.
Al respecto, Pastrana (2015: 33) hace referencia a la identificación de 4 sectores con posibilidades de encadenamientos productivos de bienes de va- lor agregado intermedio: “fibras y alfombras de poliéster entre Perú y Chile; fosfatos y detergentes entre México y Perú; pasta química de madera y papel y cartón entre Chile y Colombia y políme- ros de propileno y envases entre Colombia y Mé- xico”.
Petróleo y gas: En su diagnóstico, el CEAP (2016) ha considerado la necesidad de explorar en nuevos descubrimientos de estos recursos con los cuales los gobiernos aseguran sus ingresos y las empresas locales aseguran sus fuentes de recursos primarios, para ellos las condiciones estaban da- das para la creación de nuevas oportunidades de inversión a través de clústeres en la industria ups- tream, que atienda a los grandes operadores in- ternacionales en licitaciones para la exploración y producción, así como el diseño e implementación de nuevos modelos de negocio y de licitación que refuercen la confiabilidad de la cadena de valor de petróleo y del gas.
Electricidad y energías renovables: “el desa- rrollo de energías renovables no convencionales y verdes (especialmente hidroeléctrica, solar, eólica y geotérmica) es fundamental para la Alianza del Pacífico” (CEAP, 2016: 82). Por lo tanto, las apues- tas estratégicas en este sector tienen entre sus ob- jetivos la interconexión de productores de energía renovable y el desarrollo de redes nacionales de gasoductos que abastezcan tanto las zonas indus- triales como las residenciales, además consideran necesaria la implementación de redes inteligentes en este sector.triales como las residenciales, ade- más consideran necesaria la implementación de redes inteligentes en este sector.
“El extractivismo es un rasgo estructural del capitalismo como sistema de acumulación mun- dial. Para que se produzca esa acumulación es ne- cesario que haya zonas de sacrificio, coloniales, que provean los subsidios ecológicos de ese con- sumo desigual del mundo” (Aranda, 2021:1). Para el CEAP (2016:56) la minería no solo se consti- tuye en un importante impulsor del crecimiento de los países de la AP, sino también en un área relevante de participación activa del sector pri- vado. El CEAP, en sus imperativos estratégicos, plantea fundamentalmente “promover las asocia- ciones público-privadas, en un marco de cauteri- zación para promover el desarrollo sustentable a largo plazo”. Desde su perspectiva, el sector mi- nero debe continuar siendo el promotor del cre- cimiento solo que con un alcance más holístico a partir del fortalecimiento de la productividad y la innovación en este sector.
Así el dinamismo de la Alianza del Pacífico y las apuesta estratégicas de los grupos empresariales1 del CEAP, en su esfuerzo para promover la pros- peridad a través de la integración económica y el libre comercio, dejan al descubierto el sentido de la inversión como dispositivo de la ofensiva del capital transnacional con la que se proponen el saqueo de los recursos naturales y la negociación de la anexión de los territorios, “buscando garan- tizar la más irrestricta libertad para los inversio- nistas internacionales (extranjeros y nacionales)” (Valencia, 2018:25) e interviniendo en el diseño y la ejecución de políticas de gobierno de Estado. En el contexto del libre comercio la compe- tencia es entendida como un concepto estrecha- mente relacionado con el acceso al mercado, lo cual otorga a las empresas extranjeras, a sus pro- ductos y servicios el derecho a competir libre- mente con las firmas nacionales obligando a las micro y pequeñas empresas, “competir” al mis- mo nivel que las “grandes” empresas o empresas
transnacionales, las cuales está dotadas de tec- nología de punta, acceso fácil al financiamiento y apoyo mercadotécnico a sus redes de comer- cialización, etcétera (Roncal, 2020: 317).
Sobre la base a su propuesta extractivista, el CEAP conduce a la AP a constituirse en el puente de los commodities, obstaculizando la transforma- ción de la matriz productiva de la oferta exporta- ble de los países de la Alianza (Pastrana, 2015), la acumulación por desposesión, además de destruir el patrimonio natural y de fortalecer el despojo de los medios de vida que aún subsisten en manos de campesinos y comunidades indígenas.
cifico, 2018: 20).
En este contexto, en 2017 se forma el Grupo Pú- blico-Privado de Integración Financiera (GPP), integrado por las autoridades de los gobiernos y representantes del sector privado de los países de la AP. El Grupo considera las iniciativas existentes y es responsable de diseñar otras iniciativas, pro- puestas, acciones y recomendaciones puntuales con miras a avanzar en la integración financiera del organismo en estricta coordinación entre el sector público y privado (Alianza del Pacífico, 2018).
1Entre los principales grupos empresariales que participan en el Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico des- tacan: los mexicanos Grupo Carzo, Comce, Softtek y Kalus; de Colombia, la Asociación Nacional de Empresarios y la Federación Nacional de Empresarios; de Chile, la Sociedad de Fomento Fabril.
Es así que el GT de integración financiera del CEAP traza una Hoja de Ruta de Integración Fi- nanciera en la Alianza del Pacífico (2018), en cuya elaboración intervinieron también el Banco Inte- ramericano de Desarrollo (BID), el Observatorio Estratégico de la AP (OEAP) y el Centro Latinoa- mericano de Políticas Económicas y Sociales de la Universidad Católica de Chile (CLAPES UC). El di- seño de la Hoja de Ruta contó con el asesoramiento técnico y de recursos del BID y de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras de Chile (ABIF) y la Fundación chilena del Pacífico. El documento sostiene que: “La integración financiera (IF) cons- tituye uno de los pilares fundamentales de la AP. Establecer un mercado financiero integrado de la AP, que comprenda tanto instrumentos de renta fija como variable, así como servicios financieros, es clave para lograr el objetivo estratégico acordado por los gobiernos de los países miembros (…) Para que ocurra IF se requiere coordinación entre los agentes reguladores y la unificación de las infraes- tructuras de mercado, para que los pagos y liquida- ciones asociadas puedan hacerse a un bajo riesgo de contraparte” (Alianza del Pacífico, 2018: 9).
La IF, desde la Alianza del Pacífico, está enca- minada a favorecer la apertura de cuentas de ca- pitales, las cuentas de comercio exterior, la desre- gulación y la liberación de los mercados; así como incrementar los flujos de inversión extranjera y la expansión de las inversiones transfronterizas a los otros países de la región, para lo cual es funda- mental la eliminación de obstáculos, barreras gu- bernamentales y restricciones discriminatorias. Para la AP, la Inversión Extranjera Directa (IED) es uno de los ejes centrales para la integración profunda y la competitividad regional.
De acuerdo con la Hoja de Ruta de Integración
Financiera la importancia de este proceso radica en avanzar hacia la simplificación de los marcos tributarios, armonizar los marcos regulatorios y una regulación prudencial basada en riesgo; ade- más de perfeccionar sus sistemas de pagos locales en moneda extranjera (dólar).
La Alianza del Pacífico trabaja en la iniciativa del Mercado Integrado Latinoamericano (MILA), la cual es considerada como “la primera iniciativa de integración bursátil transnacional sin fusión o integración corporativa a nivel global, mediante el uso de herramientas tecnológicas y la adecua- ción y armonización de la regulación para la ne- gociación de mercados de capitales y custodia de títulos en las 4 naciones” (Zambrano, 2015).
Tanto en la página web del Mercado Integrado Latinoamericano como en la Hoja de Ruta para la Integración Financiera en la Alianza del Pací- fico (2018) se sostiene que el MILA es el resul- tado del acuerdo suscrito en 2009 entre la Bolsa
de Comercio de Santiago, la Bolsa de Valores de Colombia y la Bolsa de Valores de Lima, además de los Depósitos Centrales de Valores —Dece- val (Colombia), DCV (Chile) y Cavali (Perú)—, con estas últimas instituciones financieras se fir- ma el acuerdo de implementación del Mercado Integrado en 2010. El MILA impulsa un espacio que facilite y promueva las transacciones sobre acciones de las empresas que forman parte de las bolsas de valores de los cuatro miembros pleno, además de convertir a la región en un área de atracción para los inversionistas de todas las la- titudes. Asimismo: Espera generar beneficios a los intermediarios, debido a que la integración fomenta plazas bursátiles más atractivas y com- petitivas, incrementa el tipo y número de pro- ductos para distribuir, brinda la posibilidad de ofrecer nuevos portafolios diversificados por sectores según el tipo de emisores con los que cuenta cada bolsa y fortalece el sector tecnoló- gico replicando estándares internacionales. Por otra parte, para los emisores de valores se redu- cen los costos de capital, se amplía la demanda y mejora la competitividad al existir la posibilidad de hacer comparaciones con pares regionales (Sandoval y Soto, 2016: 5).
Entre las iniciativas de la integración financiera se encuentra la industria previsional, cuya inten- ción es transformar la regulación de inversiones en el extranjero de los fondos de pensiones para facilitar su inversión intrarregional. En la plata- forma del MILA, las cuatro Bolsas se interconec- tan a través de un sistema de “order-routing”, de modo que cada participante tiene la posibilidad de observar en sus terminales los precios y operar con las otras tres bolsas, además de realizar una transacción transfronteriza colocando órdenes de compra y venta a través de un corredor corres- ponsal sin necesidad de registro previo de los in- versionistas (Alianza del Pacífico, 2018).
La primera operación del MILA se realizó en mayo de 2011 con las bolsas y depósitos de Chile, Colombia y Perú. El volumen negociado entre los tres países fue de USD $20.1millones y su capitali- zación de USD$599.271 millones. Ese mismo año se hizo oficial el índice bursátil del MILA —S&P MILA 40—, el cual fue elaborado por la agencia calificadora Standard & Poor's. El índice mide el rendimiento de las 40 acciones de mayor liquidez negociadas en el MILA.
El surgimiento del MILA se atribuye también a la amenaza que representa para los cuatro paí- ses la Bolsa de Valores de Brasil (BOVESPA) que concentra aproximadamente el 90% de la deman- da de acciones latinoamericanas convirtiéndola en el mercado bursátil dominante en la región. El MILA, por su parte, se constituía como la primera bolsa en términos de capitalización y la segunda en términos de compañías registradas (Marczak y George, 2016), una nueva opción para los intere- ses de los inversionistas internacionales que “les daría a los cuatro países más poder y más flexibi- lidad para invertir y mover inversiones de lugar” (Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico, 2016: 99).
En el caso de un posible avance en torno a las negociaciones de acercamiento entre la Alianza del Pacifico y el Mercosur, la incorporación de Brasil al MILA podría significar un importante
incremento tanto de la diversificación del riesgo como del tamaño del mercado. Brasil en el Mer- cosur y México en la Alianza del Pacifico se cons- tituyen en los países más grandes de cada uno de los respectivos espacios de integración. Sin em- bargo tanto Brasil como el propio Mercosur se en- cuentran sumidos en una profunda crisis.
El origen del MILA es privado y su objetivo es establecer las bases para el funcionamiento de un mercado bursátil integrado a través de la armo- nización regulatoria, normativa y tributaria entre los mercados de valores de los cuatro países. La coordinación del MILA está a cargo de un Comité Ejecutivo constituido por directores y gerentes de las Bolsas de Valores y de las instituciones finan- cieras participantes y su principal responsabili- dad es la definición de la Planificación Estratégica de MILA, operativizada por cuatro subcomités de trabajo: temas comerciales, legales, temas opera- tivos y tecnológicos (Alianza del Pacífico, 2018). Una vez que los gobiernos de la AP se orienten en el establecimiento de patrones de políticas que aseguren un Movimiento sin obstáculos (Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico, 2018), los beneficios y ventajas que traería el MILA serían los siguientes:
Mayores fuentes de financiamiento a menores costos.
Un aumento de alternativas de inversión.
Un incremento de la liquidez y profundidad de mercado.
Una adecuada formación de precios.
Una reducción de los costos de transacción.
Con la creación del MILA se instaura el primer proyecto de integración bursátil transnacional de- sarrollado a nivel regional, aunque en otras lati- tudes existen experiencias como NYSE Euronext, una corporación con fines de lucro creada en 2007 como resultado de la fusión de Euronext, el primer mercado bursátil de Europa y la Bolsa de Valores de Nueva York. Existen autores que señalan que el funcionamiento de este Mercado cumpliría con los principios teóricos desarrollados por Eugene Fama,
que desde la perspectiva de Pauline Hyme (2003) establece una asociación entre mercado y eficien- cia. Por su parte, Quiroga (2017), quien interpreta a Fama señala que: “los mercados son eficientes si los precios de los títulos reflejan toda la informa- ción disponible, o sea, que estarían correctamen- te valorados dada su relación rendimiento-riesgo. Considera que la inexistencia de costos de transac- ción, la libre disposición de la información en el mercado y la coincidencia de los agentes en que los precios actuales reflejan plenamente la informa- ción respecto de las expectativas futuras son con- diciones suficientes, pero no necesarias para que se cumpla la eficiencia” (Quiroga, 2017: pp. 48-49).
La visión del MILA, como esquema de integra- ción financiera, es facilitar el cumplimiento finan- ciero de los intereses y necesidades tanto de los inversores como de los emisores en las negocia- ciones de títulos de renta variable sobre la base de un espacio único para realizar las transacciones, la existencia de una mayor cantidad de productos e instrumentos, reglas operativas unificadas y la diversificación de portafolios que tienen los inter- mediarios, y la inexistencia de barreras de entrada o de salida.
Sin embargo, la misma Hoja de Ruta para la
Integración Financiera en la Alianza del Pacífico (2018), sostiene que los alcances del MILA des- de su puesta en funcionamiento han sido limita- dos y no han tenido el éxito esperado. Primero, porque: el MILA solo sirvió para la interconexión de los cuatro mercados bursátiles, ya que funcio- nan como mercados separados. En seguida, su implementación no estuvo acompañada por un proceso de armonización tributaria y regulatoria. En tercer lugar, la ausencia de integración impo- sibilita aprovechar las potenciales economías de escala en el suministro de servicios de custodia y, finalmente, porque, las transacciones realizadas en el MILA se encontraron significativamente por debajo de los volúmenes negociados en las dife- rentes Bolsas, sobre todo debido al tamaño de las bolsas que lo conforman.
Para el Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico (2018), el MILA está estancado no solo por la burocracia de los Estados Parte que les obli- ga a reducir las regulaciones existentes, sino tam- bién por la falta de ambición del sector privado que tiene que ejercer presión a los gobiernos me- diante el diálogo para que trabajen más y al inte- rior del MILA.
Por su parte, el Informe del Atlantic Council y la Fundación Bertelsmann, trabajado por Marc- zak y George (2016), manifiestan que, pese a los logros del MILA, existen barreras que limitan la integración financiera más profunda como: “La liquidez: Aunque el MILA inicialmente generó un interés significativo, la falta de liquidez en los distintos mercados previno que “despegara.” La iniciativa perdió algo de momentum en 2015 con la caída en los precios del petróleo, y con la desa- celeración de la economía china, que llevó al fin del auge de las materias primas. Este fenómeno a su vez afectó negativamente a varias de las com- pañías cotizadas en la bolsa del MILA (Marczak y George 2016:p. 5).
La burocracia compleja: “Los trámites burocrá- ticos evitan que el potencial de la integración fi- nanciera se convierta en realidad. En particular, los problemas regulatorios han truncado la inte- gración de los fondos de pensiones (…) Los obs- táculos burocráticos no son enteramente autoim- puestos; algunos de los trámites provienen de regulaciones internacionales” (Marczak y George 2016:p. 5).Por ejemplo, la OCDE mantiene lími- tes para las inversiones en fondos de pensiones internacionales, creando una capa adicional de burocracia para Chile y México.
La volatilidad de capitales: “La integración fi- nanciera ofrece oportunidades de crecimiento, pero limitar los controles acarrea riesgos conside- rables (…). La volatilidad de capitales es por ende un factor importante a considerar por aquellos a cargo de crear políticas de integración financiera, pero también contribuye a la explicación de por qué los flujos han sido decepcionantes durante los
primeros años del proyecto” (Marczak y George 2016:p. 5).
La diferencia de políticas: “Aunque los líderes de la Alianza del Pacífico apoyen la integración financiera, esto no se ha traducido en coordina- ción de políticas nacionales fiscales o monetarias (…) el cuarteto sigue teniendo tasas de impuestos diferentes sobre el patrimonio, dividendos y tran- sacciones bursátiles. Existe una falta de armoniza- ción similar en el lado monetario, específicamen- te en la fijación de los referentes para las tasas de interés” (Marczak y George 2016:p. 5).Aunado a los anterior, de los tres mercados de los países AP relativamente pequeños y con problemas de liqui- dez, solo a México le corresponde cerca de 50% de la capitalización del MILA. En 2019, del valor total de la capitalización de las Bolsa del MILA, a la Bolsa Mexicana de Valores le correspondía 413, 323 millones de dólares, seguido de la Bolsa de Comercio de Santiago de Chile con 203, 791 millones de dólares, la Bolsa de Valores de Bogo- tá con un monto de 132, 040 millones de dólares y finalmente la Bolsa de Valores de Lima con 98, 964 millones de dólares.
Al respecto, el Consejo Empresarial de la Alian-
za del Pacífico (2016:94) sostiene que: “En cuanto a las inversiones en el sector financiero, cada uno de los mercados de valores de los países de la Alianza del Pacífico no solo es pequeño en tamaño (com- binados tienen el tamaño del mercado de Brasil), sino altamente ilíquido con un gran grado de con- centración. Los mercados de valores son uni o bi- dimensionales; en Chile el 32% corresponde a ven- tas al menudeo y servicios, en Colombia un 78% de su capitalización es finanzas y energía, y en Perú el 53% corresponde a la minería” .
A esto se debe agregar que las caídas de los mercados de valores van de la mano del fortale- cimiento del dólar. Los países de la AP no cuen- tan con mercados cambiarios entre las monedas locales y sus transacciones financieras se llevan a cabo con la divisa norteamericana, situación que conlleva al debilitamiento de las funciones de las
monedas locales, haciendo del dólar la moneda esencial por encima de las monedas nacionales y anulando la soberanía de los países en materia fi- nanciera.
En marzo del 2020 se quedaban atrás los es- cenarios positivos de recuperación proyectada y las esperanzas por encontrar estrategias para la recuperación económica. La Organización Mun- dial de la Salud (OMS) declaraba pandemia mun- dial como resultado del incremento de muertes y propagación exponencial del virus COVID-19 en medio de grandes enfrentamientos, polémicas, culpas, agresiones verbales y señalamiento de res- ponsabilidades entre Estados Unidos y China.
Ante un escenario de crisis sorpresiva, el cierre total o parcial de pequeños negocios, fábricas y empresas fue inminente en un contexto de parali- zación de los distintitos sectores económicos y la improvisación de protocolos para atender una si- tuación inesperada e incierta de pandemia global. Los gobiernos y las empresas empezaron a definir medidas de distinto tipo, no solo para atender la emergencia sanitaria, sino para continuar con las actividades durante el aislamiento (Roncal, 2020). Millones de personas perdieron sus trabajos y otras continúan subsistiendo con salarios preca- rios, ahondado las terribles desigualdades econó- micas y sociales, además de la implementación de mecanismos de control y geolocalización.
En la misma medida que el COVID 19 se exten- día, se aceleraban los cambios que ya se encontra- ban en curso en la geopolítica mundial y el capi- talismo contemporáneo de las últimas décadas: el declive de la hegemonía del capitalismo de merca- do norteamericano, la caída de su crecimiento, su importante superávit comercial y sus contradiccio- nes internas; aunado al ascenso del capitalismo de Estado Chino, su nivel de adelanto científico y tec- nológico, y el rol asumido en el control y combate de la epidemia, sus perspectivas de recuperación
económica a pesar de la pandemia y una mayor presencia en el hemisferio Latinoamericano y su objetivo encaminado a la recuperación de su espa- cio económico como potencia global.
Como respuesta a esta compleja situación, en marzo de 2020, la Alianza del Pacífico, el Grupo de Alto Nivel que integra a las y los viceministros de Comercio Exterior y de Relaciones Exteriores de Chile, celebraron su LIII reunión virtual en Lima, la cual concluyó con la firma de la Declara-
ción de la Alianza del Pacífico sobre la Pandemia
del COVID-19.
En el Documento, los funcionarios ratifican los valores compartidos por los países miembros de la AP y acuerdan evaluar los posibles impactos de la pandemia sobre las economías de la región, así como establecer Medidas de Cooperación en Materia de Asistencia Consular con la finalidad de mitigar las distintas áreas logísticas de los sec- tores de la economía y del comercio exterior. De igual manera se comprometieron a impulsar me- didas (sin especificar cuáles) que incidan en una recuperación rápida de la actividad económica (Alianza del Pacífico, 2020).
En el mes de abril del mismo año se llevó a cabo una reunión virtual conjunta entre los Coordina- dores Nacionales de la AP y el representante Ban- co de Desarrollo de América Latina (CAF). En la reunión se definieron áreas de acción con la fina- lidad de brindar apoyo a las pequeñas y medianas empresas en tres posibles áreas para aminorar los efectos de la pandemia: la protección de cadenas de pago; la creación de un modelo de negocios virtual y la reconstrucción de redes empresariales. En diciembre de 2020 se realiza la XV Cumbre de la Alianza del Pacífico (virtual) con la presen- cia de los cuatro presidentes que conforman el or- ganismo. En la Declaración de Santiago (Alianza del Pacífico (2020b), los presidentes expresaron su preocupación por los efectos del COVID19, la pérdida de vidas, el incremento del desempleo y de los niveles de pobreza de los habitantes de la
región.
Los Jefes de Estado se comprometieron a desa- rrollar un trabajo conjunto que lleve a superar los efectos del COVID-19 en base a el fortalecimien- to de la cooperación entre los países AP. Recono- cieron la pronta elaboración e implementación del Plan de Trabajo para responder a los impactos económicos y sociales frente al COVID-19, el cual se centra en 13 acciones, entre las que destacan:
El intercambio de información entre los países miembros sobre las medidas adoptadas a causa de la pandemia sobre todo para “destrabar” el flujo comercial al interior de la AP.
La facilitación del comercio, con la finalidad de evitar el tránsito de las personas se decide aceptar “copias de los certificados de origen no digitales para acogerse al tratamiento arancelario preferen- cial” (Alianza del Pacífico, 2020: 1).
Los encadenamientos productivos, la finali- dad es apoyar el comercio entre los países AP en base a el trabajo del Comité de Expertos del Con- sejo Empresarial de la Alianza del Pacífico (CE CEAP) y las Agencias de Promoción, los tres per- tenecientes al sector privado.
Las pequeñas y medianas empresas, con el apoyo financiero del BID y el CAF, plantearon el desarrollo para fortalecer las habilidades digitales de las pymes.
El desarrollo de un plan de reactivación para turismo, uno de los sectores con mayores afecta- ciones en la pandemia.
Servicios con énfasis en el comercio electróni- co, considerado el eje transversal en la AP.
Como es de notar, en las acciones para comba- tir la pandemia no es raro que en la reunión los presidentes hayan reforzado su convencimiento de las virtudes del libre comercio al que conside- ran un pilar necesario para el desarrollo inclusivo y sostenible. Por tanto, ratificaron su compromiso con el Sistema Multilateral de Comercio (Alianza del Pacífico, 2020 c).
Un hecho a destacar en la XV Cumbre Virtual es la intervención del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien tal vez imprimió
nuevos horizontes de política económica para la AP al expresar: “tenemos cada quién, de acuerdo con su realidad, a su circunstancia, entender que ir a una nueva normalidad después de la pande- mia; implica también aceptar que hay una nue- va realidad en el mundo y en nuestros países. Ya no se puede continuar con las mismas estrategias. Tenemos que reinventarnos en todos los órdenes” (López, 2020).
Además, afirmó que “Tenemos que revisar la estrategia que se ha venido aplicando cada vez que se presenta una crisis económica. Es muy im- portante repensar acerca de lo ineficiente que ha sido el modelo económico neoliberal; desde lue- go, bueno para las minorías, muy malo para los pueblos.” (López, 2020).
La pandemia impacta a las economías de Amé- rica Latina y el Caribe a través de factores externos e internos cuyo efecto ha conducido a la peor re- cesión de las actividades económicas que la región haya sufrido, con políticas fiscales y respuestas in- suficientes, un orden capitalista incierto que pre- tende reestablecerse y anuncia “El Gran Reinicio” ante un escenario de más de dos millones de seres humanos que han fallecido. América Latina está devastada y es el nuevo epicentro del COVID-19.
Al cierre del trabajo Brasil ha superado los 435 700 muertos en medio de protestas para la desti- tución de Jair Bolsonaro y Estados Unidos tiene 588 539 personas fallecidas a causa de esta enfer- medad. De los países de la AP, en México se han registrado aproximadamente 221 647 decesos, Colombia suma más de 84 000 muertes, en Chile se reportan 27 832 personas fallecidas por coro- navirus y en Perú fallecieron 67 034 personas.
Estados Unidos tiene un nuevo presidente, Joe Biden, quien asumió la presidencia de este país con grandes expectativas, crisis sanitaria y rece- sión pandémica. Retornó al Acuerdo de París sobre Cambio Climático y a la Organización Mundial de Salud, intentará reanudar las relaciones con Cuba sin cambios profundos y seguirá la misma línea de Trump con respecto a Venezuela. Continuarán
los TLC y también establecerá alianzas estratégi- cas y “democráticas” para contener la expansión de China y, como es la tradición en la política nortea- mericana, querrá redactar las reglas del comercio internacional e imponer las reglas del juego a los sectores económicos y políticos en resistencia.
Con un Regionalismo Abierto reforzado con el dispositivo empresarial global, para la pragmática y “apolítica” Alianza del Pacífico no existen pro- blemas sociales y América Latina solo es de tipo empresarial. Por lo tanto, los impactos de la pan- demia solo podrán superarse promoviendo facto- res que alienten a las inversiones privadas e incre- menten la flexibilidad de la fuerza laboral. Desde la perspectiva de la AP, el bienestar de la región depende de las mejoras de las condiciones empre- sariales. El capitalismo postpandémico se avizora con mayores niveles de crueldad y con extraor- dinaria acumulación de las ganancias producto de la desposesión digital. De ahí la preocupación de los empresarios AP por asegurar el desarrollo del mercado digital regional, así como acelerar las transformaciones digitales.
En suma, en este recuento del desenvolvimien- to de la Alianza del Pacifico y a diez años de su nacimiento, la Visión Alianza 2030 concibe al or- ganismo como uno de los bloques de integración que marcara un crecimiento comercial sosteni- do, con menos dependencia de los recursos pri- marios, consolidando un mercado competitivo, eficiente, productivo y totalmente integrado. Sin embargo, los países de la AP enfrentan complejos desafíos no solo en el contexto global sino al in- terior de cada uno de sus miembros: la inestabili- dad política de Perú y la encrucijada en las próxi- mas elecciones presidenciales. La brutal represión de las fuerzas militares en Colombia en contra de las manifestaciones populares por la agudización de las políticas neoliberales. Un posible nuevo proyecto en Chile con la refundación del Estado y en México el agravamiento de la inseguridad y la arremetida de la oposición al gobierno de AMLO, evidenciando las discrepancias políticas y las
diferencias de prioridades de los Gobiernos a pe- sar del dinamismo del bloque.
En tal sentido, se considera tres importantes de- safíos de la AP: Primero, tendrá que decidir si solo se limita a una integración comercial o debatir en torno a la integración política considerando el peso comercialista empresarial al interior del bloque.
Segundo el avance en la articulación y convergen- cia con el Mercosur e incluso con otros bloques de integración, así como la incorporación de nuevos miembros para afianzar su crecimiento. Tercero los mecanismos de respuesta ante la crisis comercial de China y Estados Unidos y las implicaciones comer- ciales entre los países de la AP y estos dos países.
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