Nueva Época
Número 03
Máster en Historia Contemporánea y Relaciones Internacionales. Licenciado en Periodismo. Investigador y
Profesor del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) e-mail: eliopererapena@gmail.com
Número ORCID: 0000- 0003-1086-2854
La guerra no convencional ha evolucionado en su forma de manifestación. Gran interés prestan las potencias y sus servicios especiales por intentar revertir los procesos políticos sociales en algunos paí- ses. Esta variante de agresión se viene aplicando contra Venezuela desde el triunfo del presidente Chá- vez. Se han recrudecido las técnicas desestabilizadoras mediante el empleo de la Agnotología,1 parte integrante de la guerra no convencional, se trata de la intensificación del desgaste, fundamentalmente psicológico, y desempeña su función primordial cuando las anteriores técnicas de dicha guerra no han brindado los resultados esperados.
Abstract
Unconventional warfare make progress both in the form of manifestation and in its study. The powers and their special services are very interested in trying to reverse the political and social processes in some countries. This variant of aggression has been applied against Venezuela since the triumph of president Chávez. The destabilizing techniques have been intensified through the use of Agnotology, an integral part of non-conventional warfare, it is the intensification of deterioration, fundamentally psychological, and it plays its main role when the previous techniques of such warfare have not provided the expected results.
Key words: Agnotology, Ignorance, Psychology, Psychological Operations, Venezuela.
1 El historiador científico de la universidad de Stanford, Robert Proctor, la define como el estudio de actos deliberados para sembrar la confusión y el engaño. Proviene de agnosis, la palabra griega neoclásica que se refiere a la ignorancia, y ontología, la rama de la metafísica que trata la naturaleza del ser.
La guerra está intimamente relacionada con la historia de la humanidad. No es simplemente un instrumento político, es también un amplio espec- tro de agresiones de toda índole que abarca los as- pectos de la vida de un grupo, etnia, comunidad, clase social, pueblo, nación o país, incluyendo el uso de las tecnologías de avanzadas y el compo- nente psicológico, para lograr sus propósitos.
Los psiquiatras, psicólogos y sociólogos nortea- mericanos hicieron significativos aportes al desarro- llo de la psiquiatría militar durante la II Guerra Mundial. Esto se tradujo, mediante el empleo de cuestionarios especiales, en la implementación de sistemas de detección de probables psicopato- logías en los soldados antes de enviarlos al frente de batalla. Especialistas en salud mental concen- traron sus intenciones en lograr una pronta recu- peración psíquica de los soldados afectados.
La presencia de la ciencia psiquiátrica y psico- lógica aumentó en las fuerzas armadas norteame- ricanas. En la Marina llegaron a contratar a 980 psiquiatras durante esa contienda, 400 psicólogos clínicos y 700 asistentes psiquiátricos, quienes con- formaron un plan de estudio de las dinámicas agre- sivas de la guerra con el objetivo de convertir estas en resultados positivos para los Estados Unidos.
Así se inicia una nueva época con el reconoci- miento por la comunidad científica de estudiar con más fuerza las diferentes formas de desestabiliza- ción más allá de las situaciones bélicas. Durante la II Guerra Mundial, los servicios de inteligencia, fundamentalmente norteamericanos, alertaron de esa necesidad como algo imperioso.
El denominado síndrome post Vietnam contri- buyó a que en 1980 la Asociación de Psiquiatría Americana aceptara este tipo de estrés como una patología. Los estudios orientados en este sentido por los servicios especiales, fundamentalmente la CIA, indicaban la necesidad de que ese estrés se revirtiera hacia el enemigo, o sea que con todo el arsenal de conclusiones obtenidas de los soldados en la guerra se pusieran en práctica nuevas for- mas de desestabilización hacia el enemigo, estrés inducido, entre otras, reiterando que esas formas debían seguirse perfeccionando con el objetivo de
aplicarse a la sociedad en general (Peña, Casas y Mena, 2009).
Lo anterior contribuyó, entre otros aspectos, a la conceptualización del término guerra no conven- cional, que según el diccionario de términos mili- tares del Departamento de defensa de los Estados Unidos, es el conjunto de actividades dirigidas a posibilitar el desarrollo de un movimiento de re- sistencia o de insurgencia, para coaccionar, alterar o derrocar a un gobierno, o a tomar el poder me- diante el empleo de una fuerza de guerrilla, auxi- liar y clandestina en un área denegada.
Pretendemos analizar algunos elementos acer- ca de la conceptualización y manifestaciones de la guerra no convencional, con énfasis contra Ve- nezuela, cómo los servicios especiales y tanques pensantes actúan con fines desestabilizadores; así como explicar el empleo de la Agnotología como parte integrante de la guerra no convencional. Es una aproximación inicial al tema.
Ni lo uno, ni lo otro. El empleo de la Agnotología forma cuerpo consustancial de la guerra no con- vencional, puede estar presente desde el comien- zo; sus tácticas, herramientas y procedimientos se intensifican cuando después de un largo período de tiempo no se han logrado los resultados desea- dos. En síntesis, se trata la Agnotología de una intensificación en las formas de manifestación de la guerra no convencional, encaminada a afectar mucho más la psiquis, crear daños neuronales se- veros en los agredidos, con el objetivo de desvirtuar la realidad y obtener así los beneficios políticos deseados.
¿Quiénes posicionan este término y cuál es el po- sible trasfondo o intención de su uso? El término fue acuñado en 1995 por Robert Proctor, historia- dor de las ciencias en la universidad de Stanford, con la ayuda de Lain Boal, lingüista de la universi- dad de Berkeley. Desde hacía décadas venía Proctor analizando las técnicas agnotológicas mediante lo sucedido en el ámbito comercial, y así llegó a la conclusión de que se estaba produciendo algo parecido en las relaciones políticas, mediante el
análisis de las acciones desestabilizadoras de algu- nos gobiernos.
Previamente, William Lind (1989), político con- servador e investigador estadounidense, deriva- do de sus múltiples estudios sobre los fenómenos políticos y sociales, y su influencia en la guerra, escribió un articulo junto a cuatro oficiales nor- teamericanos, dos del ejército y dos de la infante- ría de marina.
Al ser presentado en un seminario sobre el aná- lisis de la guerra, se debatió acerca de que la guerra de cuarta generación generaría necesariamente la implementación de nuevas tácticas desestabiliza- doras.
En un panel sobre Seguridad y Defensa Nacio- nal, celebrado en Washington en el 2004, se habló de las guerras asimétricas. La comunidad de Inteli- gencia y el Estado Mayor Conjunto norteamerica- no reaccionaron a uno de los informes presentados, se clarificó el concepto de asimetría, y nuevamente salió a relucir la idea de que el estudio de la guerra continuaría evolucionando hacia nuevas formas de manifestación, por lo que era imperioso que frente al terrorismo se unieran el directorio de in- teligencia y sus agencias, con los tanques pensantes y centros de investigación, para conformar grupos de trabajo interdisciplinarios que continuaran es- tudiando el fenómeno de la guerra.
Lo anterior sirve para ilustrar que aun cuando el término Agnotología haya sido acuñado por Proctor y Boal, no quede claro en qué momento se haya decidido utilizar por primera vez e inten- sificar esas técnicas, con fines políticos desestabi- lizadores, puesto que las técnicas agnotológicas no son nuevas, provienen de las mismas herramien- tas, técnicas y procedimientos que utilizan la psi- cología, la sociología, la comunicación social, y otras disciplinas afines.
Esas técnicas se combinan para lograr con ma- yor intensidad la desestabilización política y so-
cial, y forman parte, en alguna índole, de las medidas activas2 en el ambito de la Inteligencia estratégica.
De ahí que la respuesta al posible trasfondo esté precisamente en que la aplicación combinada de dichas técnicas conlleve al logro de los objetivos estratégicos de las grandes potencias que actúan como agresoras, frente a países como Venezuela, entre otros, que son los agredidos.
Los estudiosos consultados de la Agnotología son expertos reconocidos a nivel internacional, ellos plantean que los agnotólogos son investi- gadores prestigiosos al servicio de la ciencia que intentan distorsionar la realidad con fines deses- tabilizadores.
Si nos detenemos en el adjetivo “prestigiosos” nos percatamos del peligro que representa esto para la propia ciencia y para la sociedad. Pudiéramos cuestionarnos ¿son agnotólogos los estudiosos de esos temas? Puedo declarar que, por lo menos los autores consultados que tratan ese asunto sólo se presentan como estudiosos del tema, entonces
¿quiénes son los prestigiosos científicos agnotó- logos? ¿es la ciencia contra la ciencia?
Pues sí, es la ciencia contra la propia ciencia, los expertos agnotólogos trabajan bajo cobertura con- fidencial, el trabajo agnotológico se hace desde las sombras, o sea desde el espectro secreto estratégi- co. Lo que realza aún más el poder y la importancia en el estudio de la guerra no convencional.
Distorsionar la realidad por parte de la Agnoto- logía consiste en no llegar a la verdadera realidad científica sino a otra bien distinta, lo que adquiere un peligro mucho mayor si tenemos en cuenta que la interpretación de la realidad forma parte de la vida cotidiana de aquellos que deben interactuar para conformar líneas de pensamiento o de inves- tigación: científicos, profesores, investigadores.
2 Colocación de una situación política, social, o psicológica en un escenario determinado, con el objetivo de provocar una reacción de la contraparte. Desempeña un papel importante el experimento, la generalización de la información referente a la situación causal de la medida, y la modelación posterior. Al final, como resultado del comportamiento de la contraparte, se analiza si el resultado se corresponde con lo planteado en la modelación. Es un ejercicio en el que resaltan los elementos psicológicos en función de la obten- ción de información.
Desde los Tanques Pensantes con el apoyo so- licitado por servicios especiales de los países más desarrollados se otorgan a científicos dedicados a la práctica de la Agnotología fuertes sumas mo- netarias para financiar determinados proyectos que basados en el crédito de prestigiosas institu- ciones obedezcan a marcados intereses políticos. En el campo de la desestabilización política los re- sultados mediante la aplicación de esas técnicas son diversos, desde el éxito por sobrevaloración o subvaloración humana hasta el crédito positivo por la solicitud de una intervención militar, o de ayuda humanitaria, entre otros.
Robert Proctor defiende que la Agnotología es una estrategia para engañar y sembrar dudas so- bre los hechos observados y sobre el conocimien- to científico. En los tanques pensantes un grupo cada vez más creciente de científicos se dedica a sembrar esas dudas partiendo del ámbito de los se- cretos militares, de ahí que se aprecie actualmente una relación cada vez más estrecha entre los tan- ques pensantes y los llamados servicios especiales a merced de la Inteligencia, la ciencia que aprove- cha y trabaja desde un ángulo secreto el campo de la información estratégica (Kent, 1948).
De la denuncia de tales propósitos se han en- cargado, entre otros, investigadores y profesores de la talla de Danah Boyd, profesora de tecnolo- gía y medios sociales de la Universidad de Nueva York, Linsey Mc Goey, especialista en psicología de la Universidad de Essex, Naomi Oreskes, pro- fesora de historia de las ciencias en la universidad de Harvard, Stephan Lewandowsky, psicólogo de la Universidad de Bristol.
Los autores citados coinciden en que la Agnoto- logía es una forma más profunda de modelar los propósitos desestabilizadores. Las tácticas se van componiendo en dependencia de los resultados parciales que se vayan obteniendo, se incorporan nuevas técnicas para ir obteniendo paulatinamen- te otros resultados parciales hasta que finalmente se va desmoronando, cercenando la superestruc- tura de la modelación y se llegue al resultado final, al estado deseado.
Danah Boyd se pregunta ¿qué ocurre si las herra- mientas de producción de contenido se pervierten
para desvirtuar el conocimiento? ¿Qué pasa cuan- do la creación de falsedades se convierte en una estrategia de quienes ostentan el poder? Poco a poco, como un virus se propaga la campaña que utiliza la tecnología para desgarrar el tejido social de la vida pública (Jenkins, Ito y Boyd, 2015).
Las líneas agnotológicas han influido en las nue- vas generaciones de estudiantes norteamericanos a quienes han hecho creer que los Estados Unidos fueron vencedores en Vietnam, lo que nos hace pen- sar que en los años venideros pueda la ciudadanía escuchar o leer, y creer, que los estadounidenses también fueron gallardos combatientes vencedo- res en Afganistán y en los otros países agredidos, cuando es de sobras conocido que desde hace más de veinte años no ganan una guerra a pesar de su inmenso poderío económico, militar y científico. La Agnotología entre sus intereses pretende tam- bién que las redes sociales realcen su prestigio, sean más creíbles, sobre todo en el terreno de las campa- ñas desestabilizadoras propias de la guerra no con- vencional. Para ello la Agnotología crea estudios de matrices de opinión, primero las presenta, des- pués busca influir en la opinión pública aplicando los resultados derivados de los estudios realizados; resultados que aunque inciertos en su desenlace o rasgos debido a que conllevan un afán puramente manipulador, serán dados por validos sin que des-
pierten dudas (McGoey, 2019).
Resulta fácil decirle algo a un vecino contrario a lo que quiere oír o en lo que cree, contrarrestar des- de un laboratorio mediante la conformación de una matriz la opinión de un periodista o de un analis- ta también es fácil, pero que un ciudadano común tenga las herramientas para percatarse que es falso o no completamente real lo que dice un científi- co o grupo de científicos renombrados, gobiernos industrializados, bancos prestigiosos, instituciones financieras internacionales, es algo para lo que la sociedad en su conjunto aún no está preparada.
Tendrían que existir aparatos de contra respues- ta a las investigaciones a nivel mundial conforma- dos por científicos de mayor valía investigativa, o analistas que sean capaces de determinar cuándo una información es por conveniencia, sin siquiera contar con los datos reales por cuanto los procesa-
mientos, distribución y generalización de los da- tos agnotológicos suelen ser manejados de forma confidencial.
El mundo no se adapta a que como parte de una campaña de desestabilización se articulen herra- mientas modeladas por psiquiatras, sociólogos, psi- cólogos, periodistas, entre otros especialistas, que incidan como forma de agresión de manera vio- lenta en el cambio de actitud y comportamiento ante determinadas situaciones.
¿Existe guerra contra Venezuela?
La Biblia menciona a Gedeón, excluyó a 25 000 soldados de los 40 000 a seleccionar porque me- diante una evaluación psicológica detectó que te- nían miedo. El estratega chino Sun Tzu propuso subyugar al enemigo sin disparar un tiro. Genhis Khan, general mongol, debilitó la voluntad com- bativa del enemigo diseminando rumores acerca de la fuerza y ferocidad de su propio ejército.
Mediante una guerra de zapa, de puros nervios a prueba, llegó San Martín a Lima sin disparar un solo proyectil. Contra Venezuela se han desatado tanto las tácticas mencionadas, exclusión, estudio psicológico, guerra sin proyectiles, teoría del rumor, y cuantas otras tácticas psicológicas, sociológi- cas y comunicacionales pueda ocurrírsele a espe- cialista alguno. Desde el triunfo del presidente Chávez ha estado latente el accionar desestabili- zador puesto en función de derrocar a la revolu- ción bolivariana.
Los servicios de inteligencia de diferentes poten- cias, los tanques pensantes que responden a esos servicios, centros de estudios y de investigación que auxilian a los aparatos gubernamentales en la toma de decisiones, han puesto todo su empeño por lograr esos objetivos, sin resultados palpables. Significa que sobre Venezuela, sí existe una guerra. Al respecto, el experto cubano en Psicología, profesor Manuel Calviño, puntualiza: “Nosotros los psicólogos tenemos una razón más, bien espe- cífica y propia, para dejar a un lado la ingenuidad, la despreocupación. Se trata de que estamos en el mismo centro como producción “científica” de la
producción de “guerra” (Calviño, 2017).
Ha sido una guerra no convencional por parte de fuerzas locales o internacionales, que han hos-
tigado presionando a la poblacion civil venezolana para afectarla económica y socialmente, a través de una campaña mediática con informaciones fal- sas o tergiversadas acerca de la escasez e inflación inducida, de ataques y sabotajes a servicios básicos del país, para desesperar a la sociedad y generar escenarios que permitan un golpe de estado, o el mantenimiento de un férreo bloqueo como el que sufre Venezuela, impuesto unilateralmente por los Estados Unidos.
Y en mención a Boneau, agrega Calviño: “Las ciencias de la comunicación, en franco y eviden- temente declarado contubernio con la Psicología, cuyo desarrollo ha dirigido la CIA, han sido un instrumento esencial de la guerra psicológica con- tra los gobiernos. En colaboración entre el ejército norteamericano y los servicios secretos, los espe- cialistas del comportamiento ayudaron a recoger información sobre el “enemigo” para elaborar la propaganda… llegando incluso a servir de conse- jeros a los expertos en torturas. Esta alianza entre lo científico y lo político dio lugar a un dispositivo que aún se utiliza hoy en día”.
Los psicólogos norteamericanos, miembros de la Asociacion Norteamericana de Psicología (APA), en el 2000, abrieron la llamada Década de la Con- ducta, un esfuerzo multiorganizacional y multidis- ciplinario para demostrar como los hallazgos de las ciencias sociales y de la investigación de la conduc- ta permiten entender, prevenir y también preparar un amplio rango de eventos críticos. El congresista norteamericano David Price enfatizó en que me- diante el entendimiento de la conducta se espera mejorar la conducta humana para beneficiar a la sociedad estadounidense (Boneau, 2005).
El jefe del Comando Sur, Craig Faller reiteró en dos ocasiones ante el comité de servicios armados del senado norteamericano: “en Venezuela tene- mos que intensificar la forma de lograr la táctica porque a pesar de las medidas impuestas, no he- mos obtenido los objetivos propuestos y en con- traposición, el gobierno de Maduro se consolida cada vez más y por día”.
La nación bolivariana ha sido sometida a una guerra no convencional que se intensificó en el 2014 con las llamadas guarimbas, y en el 2015 alcanzó
su máximo de agresividad con la imposición del Bloqueo.
Avivaron ese tipo de guerra, declaraciones de Duque y Uribe desde Colombia y en Guyana el ascenso de un gobierno de tendencia más dere- chista. Ambos países constituyen amenazas a los intereses venezolanos frente a las cuales la disten- sión viene siendo el arma más eficaz para evitar un enfrentamiento. Fundamentalmente desde Colom- bia se esgrime la provocación y la creación de pá- nico en la población venezolana como principal arma de enfrentamiento y desgaste. Pero a pesar de todo el gobierno venezolano sigue consolidándose. El presidente venezolano Nicolás Maduro reco- noció públicamente en entrevista con Ignacio Ra- monet, enero 2022, que el gobierno venezolano y la oposición, por separado, habían conversado y con cierto éxito de manera secreta con funcionarios norteamericanos, sin ofrecer detalles de nombres o cargos, y que a partir de esas conversaciones se propiciaron las rondas de conversaciones con la anuencia y el visto bueno del gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador. Eso al parecer
molestó a la extrema derecha.
La Agnotología apela a experimentos operativos diseñados por los diversos órganos de inteligencia norteamericanos, británicos y de otros países. Se trata de modelar una actitud o conjunto de actitu- des para a partir de esa modelación colocar en el centro de atención, al estilo de un laboratorio bio- lógico, pero en este caso psicológico social, a un sujeto o grupo de sujetos objetos del experimento con los que se practican las técnicas de desmontaje de la realidad.
La Agnotología es conocida también como ciencia de la ignorancia puesto que, según Noam Chomsky los que ostentan el poder pretenden sembrar el desconocimiento, no otorgan las herra- mientas para que los individuos puedan analizar la realidad por sí mismos.
Estrategias de manipulación masiva, retomadas por la Agnotología, y argumentadas por Chomsky se encuentran presentes contra Venezuela. Entre ellas, la distracción, intentan que el venezolano piense en las cuestiones más banales, y así lo van llevando por una misma dirección de pensamien-
to, para irlo reorientando, paulatinamente, en sus líneas de conducta.
La gradualidad está presente cuando se intro- ducen líneas de ideas, mensajes que normalmente no son aceptados, pero que de manera gradual van influyendo en la psiquis. Con la técnica de diferir, se intenta justificar el bloqueo norteamericano y el robo de activos, hacen pensar a los ciudadanos que es positivo tomar una medida que temporal- mente resulta perjudicial, pero que hacia el futuro traerá grandes beneficios.
La promoción de públicos complacientes en las redes sociales y resto de los medios, genera mo- das y tendencias creadas desde los centros de po- der, que logran en el individuo pensar que razona y opina por sí mismo, cuando en realidad lo que hace es repetir lo que “complacientemente” le es- tán mostrando (Chomsky, 2018).
Entre otras técnicas aplicadas por la Agnotolo- gía resaltan, la del “Héroe y Antihéroe”. Tomado fundamentalmente de la literatura la figura del hé- roe y el antihéroe es bastante aceptada, en el caso de su manejo psicosocial se vincula, entre otras, con la del “Bueno y el Malo”, utilizada esta última también en los interrogatorios y que aparece explí- citamente explicada en el Manual de Operaciones Psicológicas del ejército de los Estados Unidos.
A diferencia de los interrogatorios en que el objetivo es la obtención o contrastación de infor- mación en el menor tiempo posible, en el orden psicológico como objetivo de las campañas difa- matorias el héroe y el antihéroe se emplean en la Agnotología fundamentalmente para confundir y crear falsas matrices de opinión, intentando que la confusión parta precisamente en la mayoría de las ocasiones de personas que apoyan a dos o más contendientes; habría que subvalorar psicológi- camente a uno de ellos en beneficio del o de los otros (Cowan y Cook, 2009).
Comienza a presentarse a Chávez como bueno, contrario a como se le catalogaba hasta ese momen- to por los sectores reaccionarios y entonces pasa a ser Maduro el malo. Medios de comunicación tradicionales y las redes sociales comienzan a ha- cerse eco de, “esto pasa ahora para colmo, cuando en realidad con Chávez no sucedía”, o, “este socia-
lismo no es el socialismo que predicó Chávez, en- tonces no se sabe ni qué nombre tiene, ni adónde nos va a llevar”. Omiten las consecuencias de las presiones sobre Venezuela y las reales causas de la mayoría de las carencias materiales. Y han logra- do cierto éxito en estos propósitos.
En la citada entrevista de Nicolás Maduro con Ignacio Ramonet, enero de 2022, el mandatario reconoció que un por ciento importante de la po- blación achacaba la responsabilidad al gobierno de las carencias económicas, y reconocía Madu- ro, “ni tan siquiera mencionan el bloqueo nortea- mericano sobre la nación bolivariana”. Una de las tantas matrices de opinión en contra del gobierno venezolano en las que el agresor intenta sembrar lo que la Agnotología reconoce como una de las formas del pecado de soberbia, en el que Carl Jung plantea, “lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma”.
El individuo es consciente de las nuevas caren- cias, no está acostumbrado ni quiere estarlo, duran- te un tiempo niega el hecho en sí, con el decursar las consecuencias del hecho se profundizan y entonces el individuo acepta lo sucedido, pero como el bom- bardeo informativo culpó fuertemente al gobierno de las consecuencias del hecho pues el individuo a favor o no, llega un momento en que termina cul- pando también al gobierno, por soberbia o deses- peración.
Constituye una variante de inducción de la tra- dicional forma de cómo se analiza en una cárcel en tanto espacio cerrado, el rol del agresor y el agredi- do. Cuando existe un desgaste marcado en el agre- dido, este culpa al mejor amigo, al más cercano y no al verdadero agresor. Aunque paradójico, la Psicología lo defiende como un mecanismo lógico de contra respuesta a los estímulos (Jung, 2013).
En momentos en que Juan Guaidó tiene desmo- ronado su prestigio político y es fuertemente criti- cado, no solo por buena parte de las oposiciones sino hasta por algunos de sus más allegados co- mo Julio Borges, en la escena internacional algu- nos países comenzaron a dudar de su labor como presidente interino por lo que desde los tanques pensantes realzan su figura como héroe frente a Alex Saab, a quien demonizan a como dé lugar.
Los manipuladores de política reconocen que Juan Guaidó está desprestigiado, pero aun así si- gue dominando recursos económicos importantes como los activos retenidos ilegalmente a Venezue- la, es aceptado por unos cincuenta y seis países y sigue gozando del poder mediático tan necesario para la campaña de desestabilización en contra de Venezuela.
En la Agnotología se apela a las teorías de la conspiración que cuentan con la aceptación mayo- ritaria de amplios sectores poblacionales sin dejar de lado a un significativo grupo de historiadores, periodistas y escritores, que las defienden puesto que algunas de ellas han servido para alcanzar la fama en busca de jugosos contratos millonarios. La narrativa de muchos best-seller salen de esas teo- rías y cuando se llevan al celuloide se convierten también en éxitos taquilleros.
De ahí que se tengan en cuenta la formulación de falsos criterios al amparo de las mencionadas teorías, presuponiendo el agresor agnotólogo que tendrán igualmente éxito en las campañas mediáti- cas de influencia. Una de las que con más fuerza se ha creado contra Venezuela es que Nicolás Maduro es también colombiano de nacimiento, y que por lo tanto emparentado con Alex Saab, Maduro es quien le presenta el diplomático venezolano a Chá- vez, como alguien con grandes dotes empresariales. Según esa matriz Chávez se dejó engañar, y desde hace años Maduro y Saab se encuentran al frente de una fuerte red de narcotráfico a la que pertenecen miembros de la familia de Cilia Flo- res, radicados en los Estados Unidos. Y que Saab y Maduro fueron los asesinos de Chávez, a quien drogaron para que pidiera que Maduro fuera su sucesor, que un testigo esencial es una enfermera de Chávez quien reside actualmente en España, pendiente también de extradición a los Estados
Unidos.
El punto álgido de esa difamación fue cuando el ex embajador de Panamá ante la OEA, Guiller- mo Cochez, repitió varias veces públicamente que Maduro era colombiano, a lo que se sumó entre otros, un ex alcalde de la capital panameña, quien agregó que Maduro nació en fecha diferente a la declarada y en un lugar de Colombia vinculado
fuertemente al narcotráfico, siendo reclutado a muy temprana edad para que hiciera vida en Vene- zuela como ciudadano de ese país (Mantiñán, 2013). Desde los medios comunicacionales tradicio- nales y las redes se criticó fuertemente a Camilla Fabri porque siendo modelo profesional y traba- jadora de una tienda en Italia, aceptó como espo- so a Alex Saab precisamente por los altos recursos financieros de este, fruto de las actividades ilícitas
al servicio del gobierno venezolano.
No mencionan la procedencia familiar o el po- der adquisitivo de los ancestros de Camilla, apa- rentemente caen esos medios en su propia trampa al mencionar su condición de modelo profesional y su juventud, evitando algo que psicológicamente apenas tiene posibilidades de refutación, su belle- za física y que una modelo cuenta con una entra- da financiera por encima del promedio. Decimos aparentemente porque el manipulador omite a propósito los elementos antes mencionados, al igual que con toda intención no menciona la edu- cación, cultura y la condición en Camilla Fabri de madre y esposa dedicada.
El objetivo manipulador en la parte inicial de la campaña no es que juzgues de una manera u otra, o sea, no se trata en este momento primario de que te pongas de parte o en contra del mensa- je de influencia, lo importante es que reflexiones sobre el mensaje, entonces poco a poco el agresor incrementa no solo la repetición del mensaje sino también la intensidad. Analistas e investigadores estudiosos de las guerras de cuarta y quinta ge- neración explican este fenómeno mediante la fre- cuencia y la intensidad.
En ambas guerras el objetivo es el mismo, pero en la cuarta persiste la frecuencia, en la quinta el daño neuronal tiene que ser mayor para que pene- tre más el mensaje, por lo tanto se apela en ella a las técnicas de mayor intensidad (Bartolomé, 2008).
Plantean los agnotólogos que por ser colombia- no de nacimiento, Alex Saab no puede ser conside- rado funcionario diplomático. Con ese argumento intentan eludir la responsabilidad por cuanto ha sido mayoritariamente rechazada esa actitud de extradición ya que aumenta el temor en los empre- sarios y diplomáticos acreditados de que lo suce-
dido con Alex Saab pueda convertirse en práctica cotidiana en el área de las relaciones internacio- nales. Con anterioridad no existían anteceden- tes de tal irrespeto a los convenios internacionales sobre inmunidad diplomática.
No explican que fueron precisamente miembros de las fuerzas especiales estadounidenses quie- nes conformaron buena parte del operativo que apresó y retuvo en una cárcel caboverdiana al di- plomático venezolano. Y que presionaron psico- lógicamente a las autoridades de Cabo Verde para que se haya producido tal decisión, sin existir tratado de extradición entre el país africano y los Estados Unidos. Pusieron bajo prisión a Saab en territorio extranjero sin jurisdicción norteameri- cana y sin que existiese una Alerta Roja decretada por la Interpol.
Los gobiernos norteamericanos no han apo- yado el Estatuto de Roma que dio cauce a la crea- ción de la Corte Penal Internacional puesto que consideran que ningún ciudadano norteamerica- no debe ser juzgado internacionalmente por una autoridad que extralimite la jurisdicción nacio- nal, sin embargo Estados Unidos estimula y hace caso omiso cuando se trata de juzgar a otros ciu- dadanos.
Es curioso que a pesar de ser Alex Saab juzgado en la Florida con el apoyo de grupos reaccionarios contra Venezuela, la fiscalía norteamericana ha- ya pospuesto en más de una ocasión las audien- cias por falta de pruebas y argumentos judiciales, lo que refuerza la idea del desgaste psicológico y de la alta durabilidad de la campaña.
Desde la Agnotología, Alex Saab se convirtió en el eje central de la campaña desestabilizadora, no podían permitir el equilibrio que se había logra- do en las conversaciones en México, entre gobier- no y oposición. Los sectores reaccionarios y los servicios de inteligencia de las grandes potencias no aceptaron la firma de un memorándum de en- tendimiento, de al menos ocho puntos clave, entre el gobierno y las oposiciones.
La importancia radica en que el experimento operativo se mantenga en el tiempo para que de acuerdo con las nuevas circunstancias que surjan, apele el manipulador a nuevas modelaciones de
comportamiento y así continuar con la labor de influencia hasta que el desgaste llegue a ser, lite- ralmente dicho, letal, al quedar al control de otros la psiquis y conducta del individuo o del colectivo objeto, en este caso la ciudadanía venezolana en ge- neral, independientemente de su parecer político.
Puede así entonces recibir el colectivo objeto, más intensamente, el influjo de la inducción psico- lógica. El objetivo final es que ese colectivo objeto se preste para criticar, de manera sostenida y cre- ciente, al gobierno venezolano y a algunos de sus dirigentes en particular, sobre todo al presidente Nicolás Maduro.
La conspiración para el lavado de dinero la vin- culan a través de los medios, no exclusivamente con el presidente Maduro y su esposa, sino tam- bién con la nación bolivariana al plantear que la droga no únicamente sale de Colombia sino tam- bién de Venezuela. Insisten en que Maduro tiene que abandonar el poder.
Desestiman públicamente que el Fondo Mone- tario Internacional y el Banco Mundial impiden las operaciones con las cuentas del gobierno vene- zolano y no con la de los particulares, intentando ahogar a la economía venezolana. O sea, la falta de garantías la ven solamente en las cuentas oficiales. Los directivos del Fondo Monetario Internacio- nal han reiterado que no permitirán al gobierno venezolano utilizar su cuota en dólares, unos 400 millones a los que debiera tener acceso directo ese ejecutivo. Los manipuladores explotan la incerti- dumbre para que la falta de garantías se convierta
en la única explicación posible a la vista pública. A diferencia de otros miembros, Venezuela des-
de el 2007 pagó todas sus deudas al Fondo Mo- netario Internacional, que ha otorgado en otras ocasiones créditos a Venezuela y en tiempos de Pandemia a otros países, entonces ¿por qué no ahora? Refuerzan ese precepto con el criterio de que no se adentran en los asuntos internos.
Crean confusión entre los ciudadanos venezo- lanos, que psicológicamente piensen en que mien- tras el gobierno alega la no posibilidad de realizar operaciones financieras con los organismos inter- nacionales, los particulares las efectúan sin pro- blemas. Se refuerzan las técnicas agnotológicas
consistentes en que el estado de opinión debe con- llevar a un daño en el subconsciente sin que el individuo dañado logre conocer las causas verda- deras de la intencionalidad.
La Agnotología busca en determinadas condi- ciones que el cambio de actitudes y de compor- tamiento psicológico se haga sobre la base del contraste y de la inducción, con una adecuada to- lerancia ante el desgaste a que son sometidos los individuos y no sobre la común forma utilizada en la política, de la contraposición. No se trata de que el agredido se ubique en uno de los bandos o facciones contrapuestas, sino mayoritariamente de que el pensamiento del agredido se encuentre diluido, y este reaccione aceptando o evadiendo, nunca participando, al menos activamente.
Los agnotólogos estipulan y tratan de persuadir acerca de que el gobierno venezolano es corrupto, entonces los activos pueden estar donde más en- tienda el espíritu democrático de los bancos que tie- nen un gran prestigio, como es el caso del que ocupa la mayor parte de ellos, el Banco de Ingla- terra, el segundo mayor banco de resguardo de bienes en importancia a nivel internacional, alma- cena en sus bóvedas las riquezas en oro de al me- nos treinta y nueve países. Y que los ciudadanos en tanto opinión publica piensen que, si nunca antes un banco tan prestigioso ha tenido deficien- cias notables pues ahora los problemas no son del Banco sino del gobierno venezolano.
Al respecto Stephan Lewandosky considera que a pesar de los intentos agnotológicos, intentar borrar el objetivo de la verdadera política para basada en pruebas falsas crear una irreal es preci- samente a todas luces abandonar la democracia; y en ocasiones se corre el riesgo de que una fal- sa verdad no logre por mucho su perdurabilidad (Lewandosky, 2020).
Cuando en una primera instancia el Tribunal de Apelaciones dio la razón al gobierno venezo- lano y exigieron a Juan Guaidó pagar una fuerte suma de dinero por indemnización, el primer mi- nistro Boris Johnson dijo que el Banco no podía ir en contra de la política del gobierno, que es reco- nocer a Guaidó y acabar con el gobierno de Ni- colás Maduro. La Oficina de Control de Activos
Extranjeros estadounidense hizo otro tanto, pre- sionó a las autoridades políticas y bancarias britá- nicas para que apoyaran al gobierno del Interina- to. Pero los agnotólogos se encargaron de que esto pasara inadvertido, o filtrado a sus antojos.
Claudia Díaz, supuesta enfermera del presiden- te Chávez, casada con un escolta del mandatario, ambos son utilizados como parte de las teorías conspirativas, en condición de sujetos participan- tes en operaciones de lavado de dinero para bene- ficio del gobernante venezolano.
Esas líneas de pensamiento las tratan sosteni- damente. Otro caso, Hugo Carvajal, ex jefe de los servicios de inteligencia venezolanos, cada vez que va a producirse el acto de extradición alega una nueva acusación contra el gobierno venezolano y entonces detienen tal acto. Ha sido una acción también sostenida reiteradamente en el tiempo.
Pretenden dar a entender que solo extraditan a los Estados Unidos cuando es un caso sumamente grave como el de Saab, porque los otros casos ju- diciales a pesar de estar vinculados también con el gobierno venezolano esperan pacientemente por su culminación o por las decisiones que de ese acto final se deriven.
Refuerzan sus líneas de pensamiento los ejecu- tores de estas políticas con la idea de que en Ve- nezuela hay norteamericanos injustamente presos a los cuales no se les ha realizado juicios legales. Insisten una y otra vez por los medios que los Es- tados Unidos son buenos y Venezuela es mala. Combinan así varias técnicas de influencia.
Infructuosamente han intentado aplicar en Ve- nezuela la vía del Referéndum. En el 2004 el re- feréndum revocatorio es ganado por las fuerzas que apoyaron al presidente Hugo Chávez. Aunque constituyen formas tradicionales de desestabili- zación que han brindado éxitos en determinados países, la Agnotología refuerza su rol mediante la aplicación de otras tácticas para posibilitar un cambio de escenario.
Si bien hasta ahora no han obtenido éxitos en Venezuela, continúan apostando por la fabrica- ción de nuevos argumentos para ir midiendo el pulso y en consecuencia profundizar en otras téc- nicas psicológicas que apoyen estos intentos.
Jonh Elster y Anthony Downs encauzan las ma- nifestaciones relacionadas con los comportamien- tos bruscos en movimientos políticos y sociales en la llamada ignorancia racional, mediante la que intentan explicar los beneficios actuantes en la psi- quis de los involucrados.
Los agnotólogos estudian el miedo y la capaci- dad de temeridad de los individuos y colectivos. Los resultados arrojan que algunos involucrados al desatarse violencia en los diferentes bandos o corrientes políticas, conscientes de lo que suce- de, temen por sus vidas y prefieren no darse por enterados pero no pueden aislarse de la situación puesto que forma parte del sistema que los cir- cunda, contra el que no pueden luchar.
De ahí que la Agnotología se debata actualmen- te en cómo perfeccionar las técnicas de influencia para que tales actos tengan una aceptación mayor. Plantea Proctor, “la Agnotología es por consiguien- te una estratagema política, una creación delibera- da de agentes poderosos que quieren que no sepas o no pienses correctamente” (Proctor, 1994).
Al aplicarse los actuales instrumentos de false- dad cualquier tipo de verdad llega a carecer de la suficiente veracidad porque los científicos indu- cen las verdades a que sean atravesadas por di- versas formas de manipulación, entre ellas lo que se conoce en Psicología como Ruido, mezcla de parámetros psicológicos, sociales y situacionales manejados en función de estrés y del grado de molestia percibido.
No importa hablar del beneficio de los Comi- tés Locales de Abastecimiento y Producción; si a la mente de algún individuo afloran los conoci- dos CLAP, la técnica inducida del Ruido tiene que haber sido capaz de crear en el subconsciente la idea de que con los CLAP llega la comida a Vene- zuela, pero que son resultado de operaciones de narcotráfico y de lavado de dinero, o sea crear la confusión aun estando en contra de la campaña desestabilizadora.
El 9 de enero de 2022 se realizaron por segunda ocasión las elecciones regionales en Barinas. Des- de los tanques pensantes se apeló nuevamente a la reiteración propagandística, se conformó una campaña dirigida a realzar la figura del candidato
opositor Freddy Superlano, de quien el presidente Nicolás Maduro ha planteado en varias ocasiones que tiene fuertes vínculos con el paramilitarismo y con el narcotráfico colombiano.
La campaña incluyó desde el punto de vista me- diático la referencia también reiterada, de que Ma- nuel Rosales fue elegido gobernador por amplia mayoría del voto popular en el estado Zulia, a pe- sar de estar vinculado con la apropiación indebida de recursos financieros de la empresa Monómeros, filial colombo venezolana de la empresa Pequiven. Entonces Freddy Superlano podía bien ser el repre- sentante ganador de la oposición.
La desestabilización incluyó el miedo, la agresi- vidad en las calles, las amenazas a miembros del Partido Socialista Unido de Venezuela, los asesi- natos cuya mayor manifestación ocurrió en el mu- nicipio Arismendi, entre otros factores inducidos, lo que estimuló la abstención en los comicios.
La idea era que desde Barinas ganara la opo- sición, las fuerzas del Partido Socialista no re- conocieran el triunfo, las calles fueran tomadas agresivamente y entonces decretar la inconstitu- cionalidad del gobierno, alimentando fuertemen- te la idea de un Referéndum mediante el realce publicitario de la figura de Juan Guaidó.
El sociólogo Edgar Morin en el libro Inteligen- cia de la Complejidad considera que la Agnotolo-
gía ha penetrado masivamente generando rebaños por intereses. Lo que cuenta para el manipulador, reitera, es que las consecuencias siempre serán las deseadas si se logra que el hecho se perciba como cierto.
A pesar de las presiones, todo parece indicar que la ciudadanía venezolana no reconoce límites en cuanto a respuesta ante provocaciones, ya sea por azar o capacidad de resistencia la República Bo-
livariana de Venezuela demuestra a diario que se encuentra inmune.
Frente a las agresiones que a diario sufre el go- bierno venezolano y su ciudadanía, ha primado la capacidad de resistencia. Ni con todo el arsenal desplegado en su guerra no convencional contra la nación bolivariana, los Estados Unidos han po- dido cumplir su cometido.
El peligro para la ciudadanía y el gobierno ve- nezolano se mantiene latente, no sólo por lo que representa Venezuela como centro de referencia en el equilibrio regional, y por la tenencia de re- cursos naturales, entre ellos el coltán tan escaso y necesario para la industria aeroespacial, sino tam- bién por el miedo estadounidense ante el avance eficiente en las relaciones venezolanas, con Rusia y China.
Los Estados Unidos profundizarán sus políticas de desestabilización contra Venezuela, por lo que resulta imprescindible la continuidad de los estu- dios sobre los conflictos no convencionales, ex- traer sus experiencias y aplicarlas en función de enfrentar y contrarrestar intereses hegemónicos.
En consecuencia, es de esperar que la aplica- ción de la Agnotología continúe renovando sus preceptos, de ahí que sea tan necesaria la atención sobre las maneras en que se articulan los afanes agresivos.
La información estratégica es Poder, los inves- tigadores en Venezuela y otros países deben lu- char por apropiarse de ese Poder para defender a las ciencias desde las filas de una realidad más cercana. Ser social y conciencia social al servicio oportuno de un conocimiento limpio en pos de la humanidad.
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