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Nueva Época

Número 03

Kazajistán: De la situación interna a la proyección geopolítica regional y mundial

Kazakhstan: From the International Situation to the Regional and Global Geopolitical Projection



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Dra.C. Sunamis Fabelo Concepción

Doctora en Ciencias Históricas, Máster en Historia Contemporánea y Relaciones Internacionales y Licenciada en Filosofía. Investigadora y Profesora Titular en el Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI)

e-mail: sunamisfabeloc@yahoo.es Numero ORCID: 0000 0002 4752 2688


Dr.C. Ruvislei González Sáez

Doctor en Ciencias Económicas (2015). Profesor Auxiliar e Investigador Titular. Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI).

e-mail: ruvislei@cipi.cu

Numero ORCID: 0000-0001-6805-365X


Resumen

La actual situación en Kazajistán no es un fenómeno desconectado de la lógica interna, regional y global. Entre los factores más importantes a considerar en los análisis está la importancia del liderazgo histórico, las genealogías y las elites, en una sociedad con procesos de construcción del Estado-nación en marcha y la pervivencia de rezagos elementales de los antecedentes de una experiencia civilizato- ria como la clánico-tribal. Tampoco puede desestimarse el aspecto geopolítico, teniendo en cuenta que Kazajistán es centro donde confluyen toda una serie de dinámicas globales sobre todo a través de proyectos de cierta relevancia regional protagonizados por Rusia y China como la Unión Económica Euroasiática o la Iniciativa de la Franja y la Ruta.

Palabras clave: Asia Central, Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev, Unión Económica Euroasiática, Iniciativa de la Franja y la Ruta.


Abstract

The current situation in Kazakhstan is not a phenomenon disconnected from internal, regional and global logic. Among the most important factors to consider in the analyzes is the importance of histori- cal leadership, genealogies and elites, in a society with ongoing nation-state construction processes and the survival of elemental remnants of the antecedents of a civilizational experience such as the clan-tri- bal. Nor can the geopolitical aspect be dismissed, bearing in mind that Kazakhstan is the center where a whole series of global dynamics converge, above all through projects of a certain regional relevance led by Russia and China, such as the Eurasian Economic Union or the Initiative of the Strip and the Route. Key words: Central Asia, Kazakhstan, Nursultan Nazarbayev, Eurasian Economic Union, Belt and

Road Initiative.

Introducción

Los recientes sucesos en Kazajistán han vuelto las miradas no sólo sobre este país, sino sobre todo el espacio postsoviético. La prensa suele presen- tar el hecho, por una parte, solo asociado a la si- tuación interna desencadenada por el alza de los precios del petróleo, y por otra, los análisis refieren la gestación de una revolución de color, siguiendo las experiencias vividas en la región en tiempos re- lativamente recientes.

A pesar de que se trata de acontecimientos que se encuentran en plena evolución, este artículo tie- ne el objetivo de brindar algunas claves esenciales para entender este fenómeno, no como un hecho aislado sino teniendo en cuenta sus conexiones históricas así como sus proyecciones geopolíticas.

Asia Central: La naturaleza regional y la variable histórica

Asia Central es una región que ha pasado a la historia como puente entre civilizaciones. Este fue parte del escenario de la legendaria Ruta de la Seda, abigarrados caminos que se adentraban y atravesa- ban estepas, desiertos y montañas para unir mun- dos distintos a través del tránsito humano.

Esta es una de las regiones menos claramente definidas del mundo. Se trata de un área difícil de encuadrar, muchas veces aparece seccionada en los mapas o definida desde diversas nociones y no hay consenso en cuánto a qué continente ubicar a ciertos países de esta parte del mundo. Desde una perspectiva cultural, y quizás mucho más exacta, no debe desconocerse la influencia asiática tras importantes oleadas migratorias. Esta definición incluye el oeste de China, el norte de Afganistán, Pakistán, India e Irán y, además, al Cáucaso y Mongolia.

En este caso es necesario considerar el proceso de turquización de Asia Central, donde muchos pueblos y tribus, principalmente túrquicos, aun- que también mongoles, entraron en la región des- de el noreste, formaron imperios o Estados, y no se detuvieron, sino que continuaron hacia el oeste a través de la meseta iraní hasta el Cáucaso y Ana- tolia. Así tampoco es posible desestimar la rela- ción con el sur, sobre todo persa. De ahí que es

muy importante referirse también a la influencia del mundo islámico y los lazos indisolubles que ligan a la región centroasiática con Medio Orien- te; se trata de los pueblos turcófonos de Asia Cen- tral y el Caspio y los de origen persa, sobre todo de regreso a sus raíces después de la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). De manera que es posible identificar una civilización turco-iraní, que sigue caracterizando el Asia Central contemporánea.

Por otro lado, todo tipo de actividad ha estado condicionada por un entorno natural muy espe- cífico. El clima y la geografía de la zona han de- terminado, en buena medida, cada momento de su devenir histórico, a partir del desarrollo de la vida cotidiana en cinco grandes tipos de paisajes que le condicionan: la alta montaña, los pies de montes, los oasis, la estepa y el desierto. En ese sentido, pueden identificarse dos formas funda- mentales de explotación del entorno: el pastoreo y la agricultura. Los pueblos nómadas, de manera general, evolucionaron en medio de este inmenso y complejo contexto, puesto que, condicionados por el pastoreo, se veían obligados a trasladarse de un lugar a otro en busca de pasto y agua. Otros se asentaron de manera permanente y evoluciona- ron en la rivera de los ríos o junto a los oasis, en busca de irrigación para el fomento de la agricul- tura. No obstante, ambas actividades no eran del todo excluyentes y entre unos y otros se estable- cieron importantes relaciones.

Teniendo en cuenta los elementos descritos, se comprenderá que uno de los problemas que se plan- tea en los estudios sobre Asia Central es justamente el proceso de construcción del Estado-nación y el modo de entender lo político en los pueblos cen- troasiáticos. Es importante destacar que antes de la época soviética no existía ninguna correlación entre estructura política y territorio “nacional”, aunque es aún más destacable, el hecho de que tampoco existía una división territorial clara entre los diferentes grupos “étnicos” que coexistían en el corazón de Asia Central.

El problema radica en comprender esta realidad: la coexistencia en todo este inmenso territorio, de manera prolongada, de otras formaciones estatales

y sociales de tipo oriental, que se habían estructu- radosobrelabasederelacionesclánico-patriarcales y político-culturales propias de sus experiencias civilizatorias, modeladas por la costumbre turca y persa, manteniendo a estos pueblos esencialmen- te integrados en el entorno euroasiático que ellos mismos fueron construyendo, basados en el res- peto, la experiencia de coexistencia geográfica, cultural y la capacidad de asimilación de la otre- dad, que es la base de su naturaleza, de su entorno migrante, de esa simbiosis especial entre el de- sarraigo y la pertinencia que caracteriza a los centroasiáticos (Fabelo, 2017).

El avance de la conquista colonizadora del impe- rio ruso sobre la región, cambió drásticamente el curso de la historia de los centroasiáticos, que quedaron al margen de una imprecisa frontera con Medio Oriente y de los importantes vínculos con ese entorno. Posteriormente, su inserción dentro del multinacional experimento soviético, potenció esta situación, encuadrándoles en las estructuras occidentales del modelo Estado-na- ción y en la forma republicana, determinando el establecimiento arbitrario de fronteras, así como la definición de identidades desde nociones falsas o inexactas.

En 1991, nuevos Estados independientes re- sultaron de la desintegración de la URSS; en el caso de las repúblicas centroasiáticas fueron Ka- zajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán. A partir de ese momento la idea de la cooperación y propensión a la integración ha estado muy presente en los debates centroasiáticos debido a los grandes desafíos regionales (degrada- ción medioambiental, migraciones, narcotráfico, terrorismo, etc.), y como vía para aprovechar opor- tunidades comerciales y superar el aislamiento y alejamiento de los mares abiertos. Sin embargo, en sus inicios de vida independiente, la propia realidad histórica de las repúblicas centroasiáticas les impidió cooperar si no es bajo el liderazgo o impulso de una gran potencia como centro de re- ferencia, cuestión que ha ido desarrollando toda una serie de relaciones de interdependencia en el entorno regional, a la vez que ha imprimido un marcado carácter multivectorial en la política exterior de estos países.

Esta situación tiene que ver con la desigual re- lación que se establece entre la importancia geo- política de Asia Central como centro de rivalidad o tablero de competencia entre grandes polos de poder tradicionales y la naturaleza incipiente, pre- caria y sumamente vulnerable de los sistemas po- líticos centroasiáticos, forzados a implementar el modelo del Estado-nación, caracterizados por mecanismos de gobernanza que preservan rezagos elementales de sus propias experiencias clánico- tribales en sus lógicas de poder: disputas por el liderazgo regional, enfoques de suma cero en la gestión de recursos hídricos compartidos, proce- sos de construcción nacional en marcha, etnona- cionalismo y fricciones fronterizas y territoriales determinadas por estas premisas; así como tenden- cia al nepotismo, garante de los intereses de la tribu o clan; búsqueda de antepasados para ascen- der en la escala social, la cuestión del linaje en es- te sentido es fundamental teniendo en cuenta que para la tradición gengisida el poder se transmite por herencia. Estas contradicciones se expresaron, y estuvieron muy relacionadas con los intereses de la estructura consanguínea —tribu o clan— a la que se pertenece, y en especial el interés prin- cipal de esa estructura de encabezar el proceso de formación de la nación que recién se ponía en marcha, lo cual chocaba directamente con los principios de las llamadas democracias occiden- tales (Fabelo, 2017).

Con el inicio de vida independiente de estas repúblicas, a la región arribaron expertos extran- jeros, mayoritariamente de Europa Occidental y de Estados Unidos, para asesorar a los gobiernos. Sin embargo, muy pronto se evidenció su desco- nocimiento de la realidad local, por lo cual su labor se redujo a la copia de modelos ya superados o todavía en uso en distintos países europeos.

El intento de romper el equilibrio entre clanes causó grandes confrontaciones. Ello desencadenó en algunos casos en una guerra civil, como la que se inició en Tayikistán en 1992 y se prolongó hasta 1999, a pesar de firmarse en junio de 1997 un “Acuerdo general para el establecimiento de la paz y la concordia” que con el apoyo de Rusia logró establecer la paz precaria. Aquella contienda costó

entre 100 y 150 000 vidas, sembró la mayor parte de los conflictos y problemas que aún enfrentan los tayikos, y demostró el grado de virulencia que puede llegar a alcanzar las contradicciones entre clanes. De ahí que en los primeros 10 años de exis- tencia independiente se asistió a la transformación paulatina de las formas y mecanismos copiados de Occidente. Debe tenerse en cuenta que no se trataba sólo de adecuar las formas y mecanismos del poder a la mentalidad de las poblaciones lo- cales, sino que eso sucede en medio de una cruenta lucha por la definición del grupo que conduci- rá la transformación de la etnia en nación y de la confrontación por la jefatura dentro de ese grupo, nivel de tribus y clanes (Sánchez, 2013).

En apenas 30 años de vida independiente ca- bría preguntarse ¿en qué grado de maduración se encuentran las recién decretadas naciones centro- asiáticas?

Nazarbáyev: La variable interna

Al analizar las recientes protestas en Kazajistán, es posible advertir cómo se interrelacionan varios factores. Ciertamente el alza de los precios de los combustibles resultó una medida impopular que detonó el estallido de una situación que venía ges- tándose. A ello hay que sumar el hecho de la fatiga pandémica, que ha marcado de una u otra forma a todas las sociedades, y junto a ello la inflación y la crisis en general.

Sin embargo, existe otro factor menos abordado en los análisis, pero de gran influencia en el con- texto centroasiático y especialmente en Kazajistán: el papel del liderazgo histórico en la construcción de la nación.

Desde 1991 hasta la fecha, lo que puede defi- nirse en Asia Central son Estados nacionales en construcción como la identificación de una comu- nidad multiétnica, que cimenta lo propio, práctica y espiritualmente, a partir de la síntesis entre un espacio geo-histórico común y plural y la legiti- mación de intereses políticos, económicos y socia- les de la elite en el poder, articulada con muchos componentes tradicionales (Fabelo, 2017).

Nursultán Nazarbáyev, ex miembro del Parti- do Comunista de la Unión Soviética (PCUS), así

como en otros casos de las nuevas repúblicas sur- gidas tras la desintegración, se convirtió de facto en el presidente de la República de Kazajistán, la última en decretarse la independencia. Tuvo la ta- rea no solo de administrar de alguna manera el caos en que quedó convertido el país, sino como es po- sible advertir, a partir del análisis anterior, de en- cabezar el proceso de conformación de la nación kazaja, con todas las complejidades, disfunciona- lidades y condicionamientos que esto implicaba desde el punto de vista histórico y cultural. Su mandato se perpetuó hasta 2019, no sin obstácu- los y varios intentos, pro su parte, en los últimos años de traspasar el poder (Sánchez, 2013).

Lo cierto es que durante estos casi 30 años de vida independiente Nazarbáyev hizo de Kazajistán la república más desarrollada de la región, entre otras cuestiones aprovechando los atributos geo- políticos de que está provisto el país. Este nivel de desarrollo se revertía en el desarrollo social, y por lo tanto en la percepción del ciudadano común, lo cual ha hecho afirmar a muchos analistas, críticos o no de la democracia en esta sociedad, que el líder tenía una especie de pacto con sus ciudadanos: Él les aseguraba una calidad de vida en expansión y ellos garantizaban su apoyo y estabilidad política. Ciertamente, este enfoque ha sido muy cuestiona- do, forma parte de los debates sobre democracia vs autoritarismo, incluso le ha valido a Kazajistán así como al resto de los centroasiáticos, el calificativo de “estado fallido”.

El 2019 finalmente el líder kazajo salió de la pre- sidencia del país. Tras elecciones resultó nuevo presidente Kassym Jomart Tokayev. A pesar de que el cambio generacional se impone, en la sociedad kazaja este hecho trae consigo otras implicaciones. Como se ha explicado anteriormente, el elemen- to definitorio en el contenido del desarrollo de los países del Asia Central ex soviética en la primera década del siglo XXI es la lucha entre las diferen- tes tribus y clanes por encabezar el proceso final en la conversión de las etnias más poderosas en naciones, portadoras de la soberanía estatal. La existencia de clanes consanguíneos influyentes en la política no es exclusiva de la zona, puede obser- varse en otros países asiáticos, en Rusia y en va-

rios de Europa Occidental. Su diferencia consis- te en que en estos otros casos su accionar tiene lu- gar en el marco de naciones consolidadas, lo que los hace menos visibles. El reconocimiento de es- te fenómeno permite comprender mejor la acti- tud de esas sociedades, básicamente diferente a la occidental, ante fenómenos tan rechazados en el Occidente tradicional, como la omnipresente práctica del nepotismo, que procede aquí del carác- ter y el papel jugado por el tipo de familia patriar- cal desarrollado en las condiciones ambientales y geográficas concretas del Asia Central. Diferente es también la forma en que se asume el sentido de la responsabilidad hacia el menor y del respeto a la autoridad del mayor (Sánchez, 2013).

La tendencia de los líderes a retener el poder es un fenómeno que tiene mucho que ver con esta mentalidad de familia patriarcal, aunque no sólo. Pero la clave del asunto reside en la responsabili- dad que tienen dichas figuras, particularmente los jefes de Estado, en garantizar los intereses de la es- tructura consanguínea —tribu o clan— a la que pertenecen. Y el interés principal de esa estructura es encabezar el proceso de formación de la nación, objetivo que no se puede alcanzar en unos pocos años, pero del cual a la vez depende la estabilidad interna. Al respecto Nursultán Nazarbáyev explica: “Debemos reconocer que la heterogeneidad in- terna, de una parte, y la acción externa de índole cultural, de la otra, hacen que la integridad cultu- ral de la nación kazaja esté lejos de lo ideal. Si no actuamos, el movimiento de la misma historia nos destrozará en pedazos, porque diferentes ‘islotes culturales’ dentro de la nación kazaja se moverán objetivamente a la deriva hacia otros centros de gravedad. La significación de este problema no

puede ser subestimada” (Sánchez, 2013).

Durante la primera década y media de indepen- dencia, la elite kazaja empleó la vía de las enmiendas constitucionales para lograr la prolongación en el cargo de Nursultán Nazarbáyev, pero a partir del derrocamiento de su homólogo y pariente Askar Akayev en Kirguistán en 2005 durante una de las “revoluciones de colores” organizadas por Esta- dos Unidos, la elite gobernante kazaja, al igual que las demás de la zona, acabaron de percatarse de

que los mecanismos de la democracia occidental no les servía a los fines que estaban buscando. Es así que después del 2005, asociado al proceso de construcción de la nación, en Kazajistán se pro- dujo un fortalecimiento de lo que muchos llaman el culto a la personalidad de Nursultán Nazarbáyev, ello se reflejó desde una enmienda constitucional otorgándole el derecho a la reelección indefinidas veces, hasta la propuesta del cambio de nombre de la capital, Astana, por el de Nursultán, entre otras manifestaciones. En todas las ocasiones, Nursul- tán Nazarbáyev rechazó públicamente semejantes iniciativas y logró boicotear la mayoría. Pero en tal caso se imponía la presión familiar, de la tribu de los shaprashty y sobre todo de la Horda Mayor por mantener al frente del Estado a un represen- tante (como ya era tradición) que le garantice el papel protagónico en la formación de la nación (Sánchez, 2013).

Ello explica cómo el interés de las elites por ga- rantizar el papel protagónico de sus correligiona- rios motivó la ausencia de cambios en la jefatura de los estados de Asia Central durante más de quin- ce años, después de los cuales se han producido en tres ocasiones, en dos países y siempre por circuns- tancias extraordinarias: los derrocamientos de los presidentes Askar Akiyev y Kurmanbek Bakiyev en Kirguistán, en abril del 2005 y mayo del 2010 respectivamente, y la muerte de Saparmurat Ataye- vich Niyazov, el Tukmenbashi o padre de todos los turkmenos, en diciembre del 2006.

Por lo tanto, los cambios recientes en el liderazgo kazajo, son una variable que no debe descartarse. A pesar de que el actual presidente, Kassym Jomart Tokayev proviene al igual que Nazarbáyev de la Horda Mayor (Sánchez, 2013), la legitimidad his- tórica de Nursultán Nazarbáyev junto al éxito de su gestión, paleaban todo tipo de confrontaciones internas asegurando una determinada estabilidad y prosperidad en la república kazaja. No es menos importante considerar el arribo del país a 30 años de vida independiente donde las generaciones más jóvenes son hijas de una nación cada vez más mo- derna, imbuida en las dinámicas globales y aleja- da de su pasado histórico clánico-tribal.

La variable geopolítica

Entre los muchos aspectos que pudieran anali- zarse del complejo geopolítico que circunda a Ka- zajistán, el factor euroasiático es uno de los más importantes, y con él uno de los actuales proyectos más relevantes en esa región: La Unión Económi- ca Euroasiática (UEEA).

La propuesta de la UEEA llegó en la voz de Nur- sultán Nazarbáyev, quien desde la propia crea- ción de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), propuso la idea de una integración a distin- tos niveles y con distintas velocidades, la cual se materializó en el proyecto Unión Euroasiática, planteado por él en 1994. Desde entonces el líder se convirtió en la figura protagónica del entorno euroasiático y con él, Kazajistán, en símbolo de la unidad euroasiática y su rearticulación. Esta con- cepción comenzó siendo reconocida como ideolo- gía oficialmente en Kazajistán desde el momento de su independencia.

Nazarbáyev propuso la idea de una integración a distintos niveles y con distintas velocidades, con base en la experiencia histórica de que en cual- quier proceso de integración hay países más rea- cios que otros a avanzar hacia un objetivo común, lo cual no tiene por qué frenar a los miembros más dinámicos. Eso mismo es lo que en la UE se llama cooperación reforzada. En esa línea de propues- tas y acción, la máxima apuesta de Nazarbáyev dentro de la CEI fue la creación y el avance de la Unión Aduanera (la Unión Aduanera Rusia-Bie- lorrusia-Kazajistán), al estilo de lo que la Unión Europea hizo en sus inicios.

El desarrollo de la propuesta estuvo fuertemente inspirada en la evolución de la República de Kaza- jistán como heredera de una cultura nómada mi- lenaria, por ende tuvo mucho que ver con aquel regreso a los orígenes que se planteó como ten- dencia al inicio de la desintegración en la búsque- da del rescate y rearticulación de la unidad aria, el mundo islámico y el mundo túrquico, concepciones que coexisten en la región íntimamente relaciona- das por las complejidades históricas. El moderno Kazajistán se ha transformado en uno de los más dinámicos Estados en el territorio de la CEI, al

tiempo que sirve como ejemplo de tolerancia inte- rétnica y religiosa, pues se trata de un país musul- mán moderado, que se ha convertido en una especie de “puente entre Oriente y Occidente”.

En esta concepción tiene un papel fundamen- tal la posición geopolítica de Kazajistán. Es por ello que en el caso de la Rusia de Putin, estos proyectos fueron considerados particularmente atractivos. Sus proyecciones geopolíticas pasaban precisamen- te por el reposicionamiento ruso en esta impor- tante área y el desplazamiento de Occidente del espacio. El retorno de Eurasia a la historia como importante tablero de competencia geopolítica comenzó a darse en un contexto internacional di- ferente, donde cada vez se hacía más evidente la tendencia hacia el multipolarismo y la multilate- ralidad, a partir de la emergencia de importantes economías y la concertación de intereses en alian- zas estratégicas y diversos marcos de integración a distintos niveles, pero donde, sin dudas, las áreas de influencia no solo continúan existiendo en las ló- gicas de funcionamiento de las grandes potencias, sino que en los últimos años han cobrado mayor importancia y Asia Central seguiría siendo consi- derada como tal (Fabelo, 2017).

Este proyecto liga indiscutiblemente la nación kazaja con importantes cuestiones relacionadas con la geopolítica rusa. Ello no constituye sola- mente el rescate de Moscú de su tradicional esfera de influencia, sino también la significación de Ka- zajistán como puerta sur de Rusia.

Kazajistán posee una posición geográfica rele- vante y de gran longitud, lo que lo convierte en una de las naciones de Asia Central más atractiva del área, además de sus riquezas en cuanto a mi- nerales y gas para diversos proyectos geopolíticos, especialmente la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI en inglés). La nación centroasiática ofrece acceso a través de Eurasia a las naciones del Cas- pio y a Europa a través de Rusia y Turquía, mi- nimizando los controles fronterizos nacionales y maximizando la conectividad ferroviaria. Tal co- nectividad, le ha ayudado a desarrollar una ma- yor integración entre el Oriente y el Occidente que otros países vecinos del sur.

No es casual que haya sido Kazajistán donde se anunció por primera vez la iniciativa china BRI por el presidente Xi Jinping, en la Universidad Nazarbáyev en Astaná en 2013. Tal anuncio res- pondió a la ubicación geográfica estratégica por donde están circulando en los momentos actua- les dos de los seis principales corredores econó- micas de BRI. Kazajistán fue uno de los primeros países en presentar una iniciativa complementaria, llamada Nurly Zhol, que consiste en un progra- ma kazajo para mejorar la cooperación con China a un nivel más alto. Tan solo entre 2012 y 2017, el líder chino Xi Jinping, tuvo 16 reuniones con el entonces mandatario Kazajo, Nazarbáyev. Los dos países se concentraron en alinear la construcción del Nuevo Puente Continental Euroasiático y el Corredor Económico China-Asia Central y Occi- dental con la estrategia kazaja de construcción de corredores internacionales de logística.

Comoseñalóelpresidentede Kazajistán, Kassym Jomart Tokayev, en su discurso en la Conferencia de Seguridad de Munich en febrero de 2020, la re- gión de Asia Central es una de las áreas clave para la implementación de este megaproyecto. Es obvio que al elegir Astaná para anunciar su iniciativa más importante, el liderazgo chino tuvo en cuen- ta el compromiso constante de Kazajistán con la idea de revivir la Gran Ruta de la Seda mediante la adopción del papel de un centro de comercio e infraestructura para todo el continente euroasiáti- co por Asia Central. Las capitales de ambos paí- ses otorgan gran importancia al desarrollo de una Asociación Estratégica Integral caracterizada por un diálogo político constante e intenso al más alto nivel y la resolución de todos los problemas de coo- peración bilateral basados en los principios de re- laciones de buena vecindad, comprensión mutua y confianza (Nurgaliyev, 2020).

El compromiso de Kazajistán con BRI y la explo- tación de nuevas construcciones de infraestruc- tura se vuelven de importancia nacional. Aunque la mayor parte del comercio mundial se realiza por mar, el ferrocarril es el segundo modo de transpor- te internacional más importante. Las inversiones en ferrocarriles y carreteras aumentan la competi- tividad del transporte tanto transfronterizo como

nacional en Asia Central. Dos de los seis corredo- res BRI pasan a través de la región que conecta a China con Europa, Irán y Asia occidental, respec- tivamente. La ruta del norte atraviesa Rusia a lo largo de la ruta Transiberiana y el INSTC, la ruta del sur une China y Europa occidental a través de Kazajistán-Rusia-Bielorrusia-Polonia-Alemania. Estos corredores de transporte no son solo para fa- cilitar las exportaciones chinas porque para la mayoría de las economías de Asia Central, China ofrece el puerto más cercano. Eso, a su vez, con- vierte a Kazajistán en un enorme centro potencial para acceder a Asia Central y significa que el futu- ro del país no es solo el ferrocarril transkazajo chi- no-europeo este-oeste existente, sino el desarrollo de ramales que lleven a otros lugares (Devonshi- re-Ellis, 2021).

En este contexto, BRI comprende 51 megapro- yectos de 35 000 millones de dólares en Kazajis- tán, en los cuales se invierten 3 500 millones en el Centro Internacional para la Cooperación Fron- teriza Khorgos y un puerto seco en la frontera este con China. Su notable inversión incluye los Ferro- carriles Shalkar-Beyneu, los Ferrocarriles Zhez- kazgan-Suksanl, el Puerto Marítimo de Kuryl, el Sistema Unificado de Gestión “NOMAD” y la Lí- nea Ferroviaria Almaty-Sha, los ferrocarriles de circunvalación de Almaty, etc. Por lo tanto, Ka- zajstán es la “joya” de BRI en Asia Central y más allá (Hassan Khan, 2022).

No se puede dejar de tener en cuenta que la ini- ciativa BRI es a la vez estratégica para Kazajistán, a partir de que con la caída de los precios de los combustibles impactó negativamente sobre el país, pero China abrió una gran oportunidad. Desde principios de la segunda década del siglo XXI, el gigante asiático pasó a ser el nuevo socio comercial de Kazajistán, cuya economía en expansión necesi- ta asegurar un suministro estable de petróleo y gas para alimentar el crecimiento. Aún más con BRI se potencia el desarrollo de infraestructuras que con- tribuye al crecimiento del PIB, el empleo y la co- nectividad dentro del país.

Las exportaciones de gas y petróleo crudo de Kazajistán a China representaron 2 350 millones de dólares en 2019, más de un tercio del valor de

las exportaciones totales del país a China. Los ga- soductos y oleoductos conectan físicamente a Chi- na con Kazajistán y Asia Central de manera más amplia y suministran a China una fuente estable de energía. La abundante riqueza mineral y petro- lera del país y su proximidad a China lo convierten en una fuente importante de recursos naturales para ayudar a impulsar el crecimiento económico de China (Hassan Khan, 2022).

La visión geopolítica de la conexión de Kazajis- tán con China mediante BRI, hay que entenderla también en doble sentido, es decir no solo desde la perspectiva kazaja. Entiéndase que la frontera occidental china de Xinjiang, coincide con este país centroasiático y es justamente donde vive la mi- noría china Uigur, la que es altamente politizada y utilizada por Estados Unidos y países europeos para atacar a Beijing. Los esfuerzos de Beijing por preservar la estabilidad y promover el progreso socioeconómico en Xinjiang van de la mano de una estrategia regional más amplia que incluye a Kazajistán, especialmente cuando la ciudad kaza- ja de Almaty alberga a la mayor comunidad uigur fuera del gigante asiático. Por tanto, hay toda una estrategia del Partido Comunista de China (PCCH) de avanzar a través de BRI el desarrollo hacia el occidente del país, crearles infraestructuras, co- nectividad y elevar el nivel de vida de las pobla- ciones de esas regiones e involucrar también a las regiones fronterizas kazajas.

Cualquier situación de desestabilización que se concrete en Kazajistán y tenga como trasfondo la intromisión occidental tiene como finalidad dese- quilibrar la Iniciativa de la Franja y la Ruta y por supuesto el relacionamiento con dos actores im- portantes en todo Asia Central, es decir Rusia y China. A ello sumar, el interés de fomentar el cam- bio de régimen y desde ahí promover la inestabi- lidad en el occidente chino de Xinjiang, sin dejar de mencionar la prioridad contra Rusia para cer- carla con el apoyo de la OTAN. Al menos los re- cientes disturbios no afectaron los lazos bilaterales

y la profundización de la cooperación BRI entre ambas partes, incluida la Asociación Estratégica Integral Permanente China-Kazajistán.

Consideraciones finales

La actual situación en Kazajistán no es un fenó- meno aislado. Los análisis no deben parcializarse en ningún sentido. La realidad del país centroa- siático está condicionada por una larga historia que a la vez está influenciada por los factores del entorno geográfico y la evolución sociohistórica de la región.

Entre los factores más importantes a considerar en los análisis está la importancia del liderazgo histórico, las genealogías y las elites, en una socie- dad como la kazaja, con procesos de construcción del Estado-nación en marcha y la pervivencia de rezagos elementales de los antecedentes de una experiencia civilizatoria como la clánico-tribal. En- tender esta realidad explica muchas de las cues- tiones internas que se han desencadenado.

Tampoco puede desestimarse el aspecto geopo- lítico. En contraste con las cuestiones locales, Ka- zajistán es centro donde confluyen toda una serie de dinámicas globales a través de intereses y pre- siones encabezadas por actores externos: Rusia, China, Estados Unidos, por solo citar los más re- levantes. Proyectos como la UEEA o BRI son muestra de ello.

Por lo tanto la suma de estos elementos permite abordar un cuadro de análisis mucho más com- pleto. Si bien, se trata de acontecimientos en plena evolución a nivel nacional, sí es posible establecer ciertos nexos con determinadas tendencias que vienen manifestándose a nivel internacional y po- nen al descubierto un escenario común marcado por la confluencia e interrelación del impacto ge- neral de la pandemia a nivel mundial, la desesta- bilización local, y el ascenso de nuevos actores así como sus confrontaciones en el sistema de rela- ciones internacionales.


Referencias bibliográficas

Devonshire-Ellis, Chris (2021): Kazakhstan: The Belt & Road Highway To Europe & Central Asia. Silk Road Briefing, ht- tps://www.silkroadbriefing.com/news/2021/06/30/kazakhstan-the-belt-road-highway-to-europe-central-asia/.

Fabelo Concepción, Sunamis (2017): “La evolución de las tendencias integracionistas en Asia Central (1991-2015)”, Tesis Doctoral en Ciencias Históricas, Universidad de La Habana.

Hassan Khan, Mehmood (2022): “Kazakhstan-linchpin of China’s Belt and Road Initiative”, https://azertag.az/en/xeber/Ka- zakhstan_linchpin_of_Chinas_Belt_and_Road_Initiative-1974232.

Nurgaliyev, Bolat (2020): “China’s Belt and Road Initiative: Kazakhstan and Geopolitics”, https://astanatimes.com/2020/06/ chinas-belt-and-road-initiative-kazakhstan-and-geopolitics/.

Sánchez Monroe, Juan (2013): “El espacio ex soviético del Asia Central: Estados, clanes, linajes” en El retorno de Eurasia,

Barcelona: Editorial Alianza.